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Papá Cavernícola organizando la zona infantil |
El domingo tuvimos un planazo de los que nos encanta para toda la familia: el evento Spieldesjahrestag 2018, organizado por
Despertalia,
La mazmorra de Pacheco y
Generación X Alcalá. En él se harían demostraciones de los juegos ganadores de este prestigioso premio desde al 79 hasta los nominados para este año.
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Ruth y Miren son amor del bueno |
Nosotros nos apuntamos a la Gymkhana de juegos para adultos y a los peques les apuntamos a la de niños. Pensamos que con estar jugando cerca de la zona infantil estaba controlado. Y encima estaban en buenísimas manos:
Papá Cavérnícola,
Aprender Paso a paso y
Ludiversia (un auténtico placer conocer a Gema), se encargaban de esa zona con una paciencia y cariño infinitos.
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Éxito total de la zona infantil |
Allí también nos encontramos con
Miren y sus tres retoños, siempre dispuesta a echar una mano y pasarlo en grande delante de un tablero. Y al rato pudimos coincidir también con
Refuerzo Divertido, bastante tocada con su lumbago la pobre, y
Rolero de Hamelín, persiguiendo a sus peques de un lado a otro. Yo suelo ser así, pero ese día es que me apetecía jugar y que mis hijos se buscaran un poco la vida. Ráfagas de egoísmo que me dan a veces.
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¡Este juego me vuelve loco! |
Pero los críos se cansaron enseguida de los juegos porque ya habían jugado mucho a los que tenían montados o eran para demasiado peques. Menos mal que Papá Cavernícola sacó
Geister, Geister, Schatzsuchmeister!, uno que les flipó en alguna de las jornadas que hemos ido anteriormente. Iván se enganchó enseguida y estuvo toda la mañana jugando con sus amigos, pero Daniel prefirió venir con sus padres a ver is le iba más algún juego de la zona de adultos.
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Descubriendo tesoros con Tikal |
Se nos acercó mientras nosotros estábamos descubriendo pirámides y tesoros aztecas con
Tikal. Un juego muy emocionante que nos gustó mucho. Como no pareció hacerle mucho tilín acoplarse a una partida tan avanzada y se piró a cotillear la tienda.
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Casi imposible fallar |
Craso error por nuestra parte porque últimamente, no sabemos por qué ni cómo se ha obsesionado con Ataque a los titanes, una marca de los más gore que no es para nada para niños y se enamoró a primera vista de nada más y nada menos que una novela de ese universo. Que peñazo nos dio. Y dale con que no salía sangre y que no salía sangre. "Mira mamá, sólo hay letras y nada de dibujos desagradables. ¿Me lo compraaaas? Prometo leermelo de pe a pa" ¡Ni de broma! No había manera de hacerle entender que en esas letras fijo que se describían escenas de lo más desagradables. Huelga decir que se quedó sin él, pero sí que se trajo a casa uno de los Teen Titans Go, igual que el hermano. Les encanta esa serie.
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Gracias gracias gracias Mazmorra de Pacheco |
Pero a lo que íbamos, tras Tikal, sacamos a Daniel de los estantes de cómics y nos lo llevamos a ver a qué podíamos jugar todos juntos. ¡Y encontramos
The Mind, un juego que, según la Mazmorra de Pacheco, o te fascina o te decepciona, pero no hay término medio. A nosotros nos encantó. Es divertidísimo mirarnos a las caras, sin poder hablar, tratando de adivinar quien tiene la carta del número más bajo para no fallar al ponerlas sobre la mesa. Al niño le gustó tanto que quiso seguir jugando un buen rato más. Desde aquí mi más sincero agradecimiento a La mazmorra de Pacheco y al chico que se sentó con ellos por entretenernos de una manera tan fantástica al chiquillo, que acabó enamorado del juego de lo bien que se lo pasó.
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Mooooola |
Mientras los papis, jugamos a
Azul, que estaba justo al lado y del que había oído multitud de bondades. El tema es que tenemos que conseguir baldosas para hacer un mosaico intentando nos romper ninguno y haciendo combos de filas y columnas con el fin de conseguir puntos. También nos gustó mucho.
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Los tiros vuelan en el tren jajajaj |
De ahí saltamos al
Colt Express, al que ya hemos jugado, pero nos sentamos por Daniel, que, curiosamente pasó de nosotros y se fue a vivir su vida. El que sintió mucho no estar en nuestra mesa fue el más pequeño cuando se enteró porque le flipa ese juego de tablero en 3d y estrategia de acciones a base de cartas. Pero no se podía quejar porque se había pegado toda la mañana pasándoselo pipa en la zona infantil.
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Diversión atope |
En ese momento nos encontramos ante una difícil decisión: Irnos a comer con amigos o pasarnos por casa a por la tablet para intentar participar en la Exit party, dirigida por
Meepletopia, en la que podíamos pintar, recortar, doblar... los Exits que Devir había donado para ocasión. ¡Es que teníamos unas ganas locas de probarlo! Habíamos jugado ya a dos versiones de Unlock! y nos había molado mucho. Así que pensamos que la solución iba a ser quedar con los amigos otro día e ir a por la tablet porque por la tarde no había zona infantil (lo siento amigos, entendedme. Yo os quiero mucho, pero es que era un Escape Room muy chulo ainss).
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Meepletopia enseñándonos las reglas |
Así que nos fuimos a casa a por la tablet y por la tarde nos fuimos a la zona Party Exit a darle a las neuronas. En la primera partida,
El laboratorio secreto, invitamos a los niños a jugar y Daniel se prestó muy contento. El entusiasmo inicial, motivado por el hecho de que podía pintar, doblar o recortar componentes, se fue diluyendo con el tiempo y acabó pegado a su hermano con la tablet, mientras nosotros nos exprimíamos los sesos para lograr escapar. Y al final lo logramos de una forma decentita. Nos dieron cinco estrellas de diez.
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¡Qué emoción! |
Nos lo pasamos tan bien que nos animamos a otra partida, ahora a
La cabaña abandonada, en la que se nos unieron Papá Cavernícola y dos chicos muy majos. Y otra vez a darle a las neuronas, aunque eso sí, delegaba la mayor parte del tiempo, que me rodeaban eminencias de resolver acertijos jejeje
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Tienen que llegar todos |
Cuando acabamos sólo nos dio tiempo a una partida corta a
Um ReifenBreite antes de que se anunciara el fin de las jornadas y el inminente comienzo de los sorteos. El juego iba de una vuelta ciclista muy singular con unas técnicas de juego que me gustaron mucho. Lo pasamos muy bien atacando y saliendo disparados hacia la meta como cohetes.
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A punto de cruzar la línea de meta :D |
En definitiva, las jornadas fueron de diez. Se curraron mucho la organización. Lo único malo es que no daban las horas para jugar a tanto juego. Nos faltó pasarnos por los bares que habían participado en las jornadas a tomarnos algo y seguir jugando, pero aún lamentando no poder llegar a todo lo pasamos genial ese día y está claro que nos apuntaremos a las siguientes.