Este viernes se han inaugurado las
Navidades Mágicas de Torrejón de Ardoz, que han nombrado capital europea de la Navidad junto con la ciudad belga de Lieja.
Y no me extraña, porque han montado una ciudad de la Navidad alucinante con mil detalles y actividades que convierten la visita en una experiencia única que los peques disfrutan con mucha ilusión. Por lo menos así pasó con los míos, que no sabían ni para dónde tirar primero.
Pero voy a comenzar por el principio. Nuestra ruta comienza en Chamartín, dónde el tren de la Navidad, un modelo 440 de los años 70, nos llevó a nuestro destino en apenas 20 minutos mientras los niños se reían con el revisor guachi (un duende muy gracioso y enrollado que chocaba las manos a los peques y se comunicaba con ellos a base de gestos).
En la web dónde se compran las entradas para este tren explican que se dan dos horas para disfrutar del recinto hasta que salga el tren de vuelta, pero a nosotros nos dieron la opción de coger otro una hora más tarde para que pudiéramos ver encendida la puerta mágica, que aún no habían inaugurado. En la web de
Alsa se puede encontrar información sobre precios, horarios, servicios y tarifas especiales en entradas con más detalle.
También se puede comprar el pasaporte de las Navidades Mágicas (30 euros) que incluye cuatro tickets para 3 atracciones: Carrusel Doble Caballitos Españoles (1 ticket), Árbol Mágico con esferas navideñas (1 ticket) y el Tobogán de hielo (1 ticket de lunes a jueves o 2 tickets viernes, sábados, domingos y festivos); la exposición Superhéroes, los karts sobre hielo y un chocolate con churros o bocadillo en la Plaza Picoteo.
Tanto en el tren como en todo el recinto navideño podemos ver el plano de todas las instalaciones por doquier, así es imposible perdernos o dejarnos nada de lo que queramos ver.
Nosotros empezamos por el Poblado Navideño. Inevitablemente, mis hijos pusieron sus golosos ojos en el tobogán de hielo, así que compramos los tickets en la cabaña de entradas (y unos guantes por dos euros cada par, porque son obligatorios y no se me ocurrió llevarles) y nos lanzamos hacia la atracción. Se lo pasaron en grande tirándose por la superficie helada a una velocidad de vértigo. Salieron de allí con ojitos brillantes.
Entonces nos metimos en unas bolas de Navidad para dar vueltas en un abeto gigante, pero íbamos tan despacio que mis hijos se aburrieron y se pusieron a hacer el cabra. Hasta tuvo que reñirles el revisor. Está visto que esta atracción es para niños más tranquilos o más pequeños.
Así que, nada más salir de la bola de Navidad me señalaron la noria con carita de inocentes para apostar por algo más fuerte. A mí me marea bastante, pero por los peques me sacrifico, así que nos subimos para ver la ciudad de la Navidad desde arriba. ¡Vaya vistas! Pero se movía muchísimo. Los niños encantados y yo deseando bajarme.
Como había mucha cola en el Tío Vivo, nos metimos de lleno en la avenida Guachi, llena de figuras inflables navideñas y atracciones dignas de los mercadillos medievales, como el barco pirata en el que se subieron y se lo pasaron en grande siguiendo las instrucciones del chico que les balanceaba.
Les dejó un casco y un arma a elegir a cada uno y les animó a gritar, a blandir ,sus armas, a luchar con su compañero mientras navegaban... Emocionaditos que estaban. ¡Les encantó! También vimos tiro con ballesta, una pequeña noria de madera, una bola gigante de Navidad para meterte dentro... Todo en plan feria.
En esta avenida también nos encontramos con la casa de Papá Noel (actividad gratuita), pero mis niños no quisieron esperar la cola para entrar y saludar a tan entrañable personaje.
Con la de cosas que había por ver y hacer como para perder el tiempo en una cola. Y eso que les dije que podíamos volver otro día, pero ni con esas.
Seguimos andando hacia la Puerta mágica parándonos en todos los detalles que atraían nuestra atención, que eran muchos. Pasamos por la puerta de la exposición de superhéroes, pero los peques tampoco quisieron entrar por la misma razón.
Estaban cansados de toda la semana y, a pesar, de que estaban alucinando con las Navidades Mágicas querían volver en el tres de las 20, así que tenían que darse prisa para que les diera tiempo a hacer todo lo que querían.
También pasamos de largo del resturante Bavarian Christmas y del Ice Bar, a éste último me hubiera encantado entrar, pero a los chiquillos no les atraía en absoluto, así que seguimos hasta la Puerta mágica que ya estaba encendida y llenísima de gente. Tanta que nos agobiamos y volvimos sobre nuestros pasos para montar en el carrusel de dos pisos y volvernos en el tren.
Nos lo pasamos genial haciendo el tonto en los caballitos. La pena es que ya no quedaran plazas en el piso de arriba porque hubiera sido alucinante, seguro.
Muertos de la risa y encantados de la vida entramos a la estación justo para ver cómo se iba nuestro tren. Ups, que no salía a las ocho, sino a las menos ocho menos diez. A los peques se les quedaron los ojos como platos maldiciendo su mala suerte, pero enseguida recuperaron su buen humor cuando nos hablaron de La Ciudad de los Sueños de Peter Pan en la Plaza Mayor.
Allá que nos fuimos para ver de cerca los escenarios tan bonitos que habían montados. En algunos se movían los personajes, en otro Peter, Wendy y sus hermanos volaban sobre Londres y en otro desde el puente de Londres caía espuma. Esto último fue lo que más les gustó. Se pusieron debajo de la cascada a jugar con ella.
Vimos un pequeño tren que recorría los pasajes del famoso cuento, pero mis hijos son ya demasiado mayores para que les llamara la atención más que otras atracciones del recinto.
El paseo que lleva de una zona a otra también les gustó mucho. Está lleno de estatuas y bancos de piedra en los que se sentaban a "descansar" muertos de la risa. ¡Vaya pillos! Hasta hicieron un amiguito en la avenida. Luego les dio pena despedirse de él para coger, esta vez sí, el tren de la Navidad de vuelta a Chamartín. ¡Tan cansados que estaban antes y ahora habían recuperado las energías! No se estuvieron quietos en todo el viaje y llegaron a casa con un millón de aventuras que contar a papá.
Toda la información, hasta el más mínimo detalle, está en su
web y vale la pena consultarla porque tienen un montón de actividades, teatro, magia, actuaciones, espectáculos de luz y sonido, atracciones... y mucho más previstos para estas fiestas. Eso sí, preparad la cartera porque, aunque hay actividades gratuitas, no sale barato. Todos los precios están en la web también, lo que se agradece muchísimo para poder planificar la visita hasta el más mínimo detalle.
¡¡¡Ultima hora!!! Sorteo Exprés de dos Bonos de 4 tickets para las atracciones que gestiona IDEA + 2 meriendas en Plaza del Picoteo para utilizar entre el 10 y el 16 de diciembre de 2018. Incluye el Tío Vivo, el árbol de Navidad de bolas gigantes, el tobogán de hielo del poblado navideño y los karts de hielo.
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El sorteo se cierra el sábado 8 de diciembre de 2018 a las 20.00 horas. El ganador se anunciará eesa misma noche. ¡Suerte a todos!
Ganadores del sorteo:
- Isa Fdez Perez
- Almudena Del Olmo
¡¡¡Muchas felicidades!!! Poneros en contacto conmigo en el email dacilm@yahoo.es