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miércoles, 11 de abril de 2012

Decimillas

El lunes me llamaron de la guardería casi a las cuatro para decirme que Iván tenía fiebre. Como faltaba muy poco para que fuera a por ellos, como cada día, tenía todo preparado así que salí pitando hacia el colegio.

Allí me encontré con un bebé con mofletes de Heidi y bastante agitado. Las cuidadoras me dijeron que tan pequeños no le administraban nada, ni siquiera con mi consentimiento. A mí me sonó a excusa para llamarme porque en la matrícula me dieron a firmar el típico papel de "¿Qué le damos a tu hijo si tiene fiebre con tu firmita al final de estas palabras?". El caso es que le dí apiretal en cuanto llegué y a los pocos minutos ya noté la mejoría. La chica me insinuó que no lo llevara al día siguiente y yo le contesté amablemente que ya se vería.

Pasé a buscar a Daniel y en la puerta me encontré con unas amigas. Ellas me aconsejaron que dejara que le diera el aire al pequeñín porque así le bajaría la fiebre mejor, así que estuve un rato con ellas mientras Daniel jugaba con sus hijos. Cómo íbamos a estar toda la tarde en casa cuidando de Iván por lo menos que disfrutara de esos minutos.

Una vez en el hogar, Iván ya estaba como siempre: sonriente, activo y mimoso. De la fiebre ni rastro. Tampoco hubo ningún repunte por la noche. Cuando me fui al trabajo le pedí a Raúl que lo observara porque si tenía fiebre me tenía que llamar para que viniera a cuidarlo. No me llamó.

Las que me llamaron fueron las chicas de la guardería que son muy majas y cariñosas, pero tiene un morro... Me preguntaron si le había administrado el apiretal esa mañana y si había desayunado bien. Me advirtieron que en cuanto tuviera la más mínima fiebre me llamarían. Les aseguré que me pondría en contacto con mi marido para preguntarle sus dudas porque yo a esas horas ya estoy dándole a la tecla desde hace un buen rato y que, desde luego, era su deber llamarme si el niño tenía fiebre.

Le di un teléfonazo a Raúl que se indignó muchísimo porque acababa de darles toda esa información hacía media hora. Me comentó que le habían soltado que el niño tenía que estar en observación en casa 48 horas. Así sin más. ¿Y que hago? ¿Me lo llevo al trabajo? ¿Pido el día libre para que cuando esté realmente malo no pueda estar con él? ¿Pero esas chicas no se dan cuenta de que las personas que dejamos a nuestros bebés a su cuidado es porque no nos queda más remedio? Encima van metiendo el dedo en la llaga: "Con la salud de su hijo no se juega". Eso ya lo sé yo, pero ¡están las cosas como para dejar el trabajo!

Mi marido me exhortó a que les riñera por molestarme en el trabajo, pero yo soy de las que piensan que hay que llevarse bien con las personas que cuidan a tus hijos. Lo cierto es que son muy simpáticas y cariñosas. Entiendo que tengan que velar por la salud del resto de los niños, pero la mayoría de los virus que cogen mis pequeñines son allí, así que me da la impresión que son más permisisvas con unos que con otros. Si Iván está sin fiebre, activo y sonriente no veo la razón para quedarnos en casa con el consiguiente enfado de mi jefe.

Amablemente le resolví todas las dudas a la chica que me llamó y cuando fui a recoger al peque no perdí la sonrisa. Para qué pelearme. No vale la pena.

Creo que la fiebre viene dada porque le están molestando los dientes, porque tiene el culete rojo y babosea continuamente. Lo importante es que no se ha vuelto a repetir.

2 comentarios:

  1. Uichh!!
    tema guardería….
    YO no trabajo ,ni tenia trabajo antes de ser mama ,no tengo carrera y aunque no somos ricos si me permití el lujo de estar en casa criando a Claudia yo...Sin traumas por no tener mi propia independencia económica ,ni por que me obligara mi pareja……..ni movidas de esas,s implemente elegí yo el quedarme en casa, como quien elije el dar el pecho x tiempo o no darlo…etc…bueno el caso es, que me critican mucho que no fuera Claudia a la guardería y créeme estoy orgullosa de eso y mas sabiendo que Claudia tiene un tgd. En fin!! A los dos años terroríficos por duplicado para todos por no saber que ocurrida a nuestra hija y su falta de comunicación y comprensión teniendo un extra de ansiedad para todos.
    Me plantee muy seriamente el pagar unos meses la guardería(porque la tengo que pagar yo) solo quería antes de que empezara el colegio para que fuera adaptándose cuatro horas no mas al dia….bueno ni que decir cuando fui a hablar con la encargada.
    La guardería estaba en la otra punta de donde vivimos pero era un chalet con un patio enorme y unas instalaciones muy buenas….
    PARA MI? Deprimente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Me dio un jamacuco!! Ni de coña ¡!ni hablar!! Me meten con un ataque de pánico al loquero pero mi hija no entra a una guardería por mis cojones!!(con perdón) que mal!! Que suerte he tenido!!
    Por eso me indigna que me acusen de que mi hija tenga un trastorno por no llevarla a la guardería, cuando yo no fui a ninguna, y es un lugar a mi parecer que es ultra necesario para poder complementar el trabajo fuera de casa con los hijos, no una via de escape mientras las mamas y papas que están en paro descansan tocándose los cataplines y sus adorables bebes en las guarderías, que asco le tengo a esa señora diciéndome las reglas, las normas….la dictadura …..NO TE FASTIDIA!! Y eso que era una guardería ejemplar!!
    Por eso te admiro, porque ya es duro trabajar y ser mamas, como tener que aguantar reproches y frasecitas…..de las cuidadoras….a ver si se creen que tu estas en la peluquería y tu hijo malo con fiebre alli…ARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!! MIRA QUE ME ENFADO TU DIME A QUIEN ARAÑO JAJAJAJAJ!!un abrazo!!

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  2. Que tontería lo de que tu hija tiene tgd por no llevarla a la guardería. Ni yo ni mis hermanos fuimos y aquí estamos tan felices. Por un lado, a mi me encantaría poder atender a mis hijos como lo hizo mi madre y cómo lo haces tú. Con dedicación completa. Sería maravilloso poder estar siempre que me necesitaran. Por otro, aunque mucho menos importante y facilmente sacrificable, está el hecho de que no tengo que dar explicaciones a nadie de lo que compro. Depende del marido, pero el mío me echa pequeñas bronquillas cada vez que compro algo para los chiquillos, ¡aunque lo hago con mi dinero! Si al final la empresa en la que trabajo se va a la porra creo que no buscaré nada, será la excusa para quedarme en casa, aunque tengamos que apretarnos el cinturón. Estoy segura que saldríamos airosos de la situación. Pero a dejar yo mi trabajo no me atrevo :S

    A las de la guarde no les hago ni caso. Mientras traten con cariño a los niños el resto me resbala jeje. Aunque sí que es verdad que un poco de comprensión por su parte me vendría bien.

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