El domingo papá se llevó a Daniel al cine y mamá se quedó en casa disfrutando de su bebé. Todo surgió a partir de una oferta que le llegó a Raúl al correo por ser socio de la Fnac. Ya le había comentado que los cines Verdi estaban haciendo un ciclo para niños con actividades para que los peques le cojan el gusto a eso de ir al cine. Con la tarjeta Fnac el
precio se reducía considerablemente así que no lo dudamos dos veces y decidimos que había llegado el momento de jugarnos el todo por el todo y comprobar si Daniel era capaz de aguantar tranquilo durante tanto tiempo ante la gran pantalla.
Mi chiquitín se fue muy emocionado. En mi interior pensaba que había llegado el momento de dedicarle al bebé todo el tiempo que nunca puedo darle en exclusiva, pero fui incapaz de despegarle de los cantajuegos sin hacerle llorar, así que me puse a hacer tareas del hogar y lo dejé tranquilo. Había pasado muy mala noche y no estaría para juegos.
Cuando se cansó aproveché para leerle algunos cuentos. El peque pasaba las páginas sin darme tiempo a emular los sonidos de los animales o cosas de los dibujos o a contarle la historia.
De repente decidió que ya estaba bien de tanta cultura y nos pusimos a jugar con los juguetes un ratito, pero no mucho porque enseguida echó a correr hacia la tele y me exigió de nuevo los cantajuegos.
Faltaba un cuarto de hora para que le tocara comer, pero decidí darle el puré antes de que se me quedara dormido de puro agotamiento. Le llevé rauda a la cama, pero se me agarró como una lapa y le acabé metiendo conmigo en la cama. Me quedé frita al instante y desperté una hora después angustiada por la olla de carne guisada que había dejado a fuego lento. Afortunadamente, no se me había quemado. A los veinte minutos oí a Iván removerse. Intenté tumbarme a su lado para que volviera a dormirse, pero fue misión imposible.
Cuando oimos la puerta de la calle abrirse nos levantamos los dos para ir a dar la bienvenida a los cinéfilos.
Entre los dos, aunque más papá que Daniel, nos contaron que en la entrada del cine encontraron a una chica que daba figuras de Totoro previamente recortadas para que los chiquilllos las pegaran en la cartulina del color que eligieran y los colorearan. Y ese era todo el taller de actividades que había. Al poco abrieron las puertas del cine y entraron los dos en busca de una sillita adaptador para que el niño pudiera ver la pantalla sin problemas. Me comentó mi marido que le sorprendió el poco cuidado que tenía la gente a la hora de sentarse y tapar las visibilidad a los niños. Me aseguró que se tuvieron que cambiar tres veces de sitio para conseguir que Daniel pudiera ver la película bien.
Fuera de todo pronóstico, el peque aguantó muy bien la hora y media y se enteró de lo que estaba viendo, porque luego me contó algunas cosas del argumento. En el cine les dieron una hojita de actividades para hacer después de ver la película. Ellos las hicieron en el metro durante el camino de vuelta, aunque en opinión del papá estaban orientadas para chicos más mayores.
Resultado de la actividad: Daniel quiere volver al cine. Eso significa que se lo pasó muy bien.
Qué bien! Lucía sólo ha ido una vez al cine también y le encantó! asi que mira..una nueva actividad para hacer con el mayor.
ResponderEliminarY el peque qué gracia enganchado a sus cantajuegos (caillou y cantajuegos en mi casa no faltan tampoco ; ) )
besoss
Pues sí, aunque con lo caro que está me temo que iremos al cine una vez al año que no hace daño jaja
EliminarLos cantajuegos son hipnóticos para lo chiquitines. Todavía no sé que es lo que les hace que se enganchen tanto. Me viene genial cuando estoy muy liada con uno y necesito que el otro no se meta en problemas mientras.
No me acuerdo de qué vi yo en el cine por primera vez... No me sacaron foto ni nada. Jajaja. Me alegro de que lo haya disfrutado. Se te va a convertir en un cinéfilo de pro. Besotes!!!
ResponderEliminarYo tampoco me acuerdo. Antes no había tantas facilidades como ahora con la cámara digital y a la gente no se le ocurría fotografiar absolutamente todo. Es increíble lo que consiguen las nuevas tecnologías.
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