Con los días de frío llegan las tardes reguardados en casa. Y con ellas las peleas sin fin. Que si este juguete lo tengo yo, que si quiero lo que tiene el otro, que si quita los cantajuegos, que si "gu gu tata que porquería de dibujos animados hay en la tele"... Y así hasta el infinito para desgracia de la que lo sufre: la pobre mamá.
La mayoría de las veces intento entretener a uno con una actividad atractiva mientras el otro disfruta del objeto de deseo que inició la disputa.
Una tarde, hice buen uso de la tabla que regaló Maribel, de B aprende en casa, a sus lectores (muchas gracias, nos encantó tu regalo). Puse dos tuppers y una serie de objetos delante de mi primogénito. Cogí un vagón del tren del Ikea que le regalamos por su cumpleaños para aprovechar que tiene imanes en ambos extremos. Cómo no encontré los gomets por ningún lado le di un lápiz de esos que por un lado pintan rojo y por otro azul. Le dibujé cada objeto al lado de la palabra de que lo designaba en la tabla mientras le explicaba en voz alta que era qué. Luego le pedí que experimentara que coas atraía el imán y que no, que las pusiera en el tupper correspondiente y que hiciera una marca roja, en caso negativo, u otra azul, en caso positivo, en la casilla correspondiente de la lista. Evidentemente, le pedí demasiado. La clasificación por tupper la hizo perfectamente, pero la lista acabó llena de garabatos sin sentido en ambos colores. Le encanto en experimento.
Cuando acabamos la clasificación se me ocurrió traer a la mesa las fotocopias de una figuras geométricas en 3D que imprimí hace muchísimo tiempo. Daniel acogió la idea encantado, sobre todo, porque había traído las tijeras y estaba deseando recortar la tabla donde se detallaban los objetos que habíamos usado en el experimento con el imán. A estas alturas, Iván se había aburrido del juguete y se había unido a nosotros, con lo que le saqué las ceras blanditas. Pero él lo que quería era guarrear con el pegamento. Intenté convencer al mayor para que me coloreara las figuras geométricas sin salirse de los márgenes, pero sólo conseguí que garabateara a toda prisa el papel para volver a su tarea de recorte, que era lo que le interesaba en ese momento. Para mi felicidad, comprobé que el niño cogía estupendamente las ceras (haciendo la pinza correctamente). Recorté y pegué el cubo, el triángulo y un diamante. Al peque le encantaron las figuras, pero el que más disfrutó con ellas fue mi bebé. Con qué gusto las espachurró.
Otro día fue a Iván al que intenté despistar mientras su hermano se quedaba con el juguete por el que peleaban. Le puse una cartulina en el suelo, la llené de pegamento y, bajo mi estricta supervisión, le puse a pegar papelitos que le iba recortando de celofan, garbanzos, judías y macarrones. El mayor no tardó ni cinco segundos en unirse a nosotros. También le puse una cartulina a él para que no hubiera conflictos y les saqué las ceras. Error. El más chiquitín se lo pasó pipa pintándome el suelo. Menos mal que no me costó mucho arreglar el desaguisado.
Las pinturas, el pegamento y las manualidades son maravillosas para salvar tardes de frío o lluvia. Aunque es imprescindible que mami se quede con ellos para que no hayan accidentes con lo que las labores del hogar quedan relegadas para más tarde.
Yo no quiero tener más hijos, pero cuando veo a los dos tuyos jugando juntos... me da qué pensar!
ResponderEliminarEs una decisión muy personal, aunque cuentas con el factor de que Vega y N serán como hermanas. Estoy segura que dentro de poco las tenéis a las dos jugando igual que estos dos bichillos.
Eliminaruna actividad genial! a mi me falta imaginación para entretenerla, me paso el día jugando a papás y mamás...
ResponderEliminarEstoy segura de que no hay nada que le guste más en el mundo a Ivana que jugar con mamá a mamá y papás. Muchas veces lo más importante del juego es que mamá o papá estén implicados jeje
EliminarMe encanta cuando veo a los hermanos jugando juntos!! Me recuerda a mi infancia con mi hermano y me digo a mi misma que no puedo negarle eso a mi hija!! Jeje. Es una actividad genial!!
ResponderEliminarYo tengo dos hermanos y estoy encantada con ellos y sé que a Raúl le pasa lo mismo con sus dos hermanos, así que tenía claro desde el principio que Daniel no sería hijo único. Me hubiera gustado tener tres chiquitines, pero Iván me supera y me agota. No tengo fuerzas para otro bebé que duerma mal por las noches. Sight!
EliminarTe lo has currado mucho! Cuando juego con Peque a cosas parecidas también me he de quedar a supervisar, sino la casa corre grave peligro, jajajaja!
ResponderEliminarBesotes!
Muchas gracias. Haces bien en vigilar bien de cerca a Peque. Con estos chiquitines nunca sabes donde va a terminar el pegamento o qué les apetece usar de lienzo improvisado jaja
EliminarTienes recursos para todo... Me encanta lo imaginativa que eres. Un besote!!!
ResponderEliminarEn realidad muchas de las actividades las saco de otros blogs que sigo jeje. Y otras nacen de la desesperación por tenerlos entretenidos y que no se peleen. Sight!
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