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martes, 12 de febrero de 2013

Segunda conversación con el psicólogo: los límites de Iván y la edad de los miedos

Por fin he sacado tiempo para volver a hablar con el psicólogo infantil de la guardería de Iván. La primera reunión que tuvimos giró alrededor de los problemas de sueño de mi bebé y el posible trauma tras la operación del corazón. Ésta vez iba con buenas noticias, mi chiquitín cada vez duerme mejor. Las noches siguen siendo infernales, pero ya no se despierta cada veinte minutos o media hora (¡incluso tuvimos el hito histórico de que una noche la durmió del tirón!). Pensaba que con esto zanjaríamos el tema y se acabarían las sesiones, pero estaba equivocada.

El psicólogo estaba contentísimo con los progresos de Iván, pero insistió mucho en que ahora estábamos ya en edad de poner límites serios al bebé. Para empezar me sugirió que no acudiera inmediatamente cada vez que lo oyera llorar desde la cuna, que evitara cogerlo en brazos en la medida de lo posible y los mismo con el tema del colecho. Siempre que pudiera debía dejar que durmiera en su cuna. Todo de forma gradual y sin agobios. No veía mal que lo metiera en mi cama o le acunara. Simplemente me aconsejaba que no lo convirtiera en una rutina porque a los dieciséis meses el peque ya tenía edad para ir adoptando unos hábitos nocturnos más "saludables". Desde luego, he de decir que este hombre es de lo más diplomático cuando explica las cosas. Lo que más me gusta es que nada de lo que le planteas le parece mal, aunque siempre tiene algo que añadir, que aconsejar, que apostillar...

Aprovechando el momento le pregunté si podía hacerle una consulta sobre el mayor, a pesar de que no iba a su centro. "¡Por supuesto!" Me contestó con los oídos bien abiertos. Le conté que mi primogénito había estado un tiempo entrando a disgusto al cole, lo que pasó con la maqueta-juego de la clase que le hice (Ese pájaro malvado que lo destruyó todo) y la reunión con mi amiga para sacarle información.

En su opinión, Daniel está en una edad en la que los pequeños descubren que el mundo es más grande de lo que pensaban, que no son el centro y que tampoco pueden controlar las situaciones como quisieran. Entonces canalizan sus miedos en fobias, normalmente hacia una animal (en el caso de mi chiquitín, hacia las cucarachas, sospecho que gracias a cierto cuentacuentos...), a algún elemento en concreto (la oscuridad, ahora necesita una luz para dormir), o a objetos en concretos (algún juguete por ejemplo, aunque en el caso de mi niño esto no ha sucedido)...

El cambio de la guardería, en la que estaba muy cuidado, al colegio, en la que tienen más libertad y, en cierto sentido, menos orden y concierto, les influye mucho a la hora de entrar en lo que se suele llamar "la edad de los miedos".

Respecto al pájaro malvado, está seguro de que se debe a una pesadilla que debió tener con el colegio. Los chiquillos de estas edades tiene problemas para diferenciar la realidad de la ficción por lo que, la mayoría de las veces, creen que lo que sueñan ha pasado en realidad. Probablemente, el peque tuvo un pesadilla con el cole que pensó que era real y por eso no quería entrar. El profesional me preguntó por las normas del colegio (por si eran demasiado estrictas), por la profesora (por si no le cuadraba a mi hijo), por los amigos del cole... Y, finalmente resolvió, que no tenía que dar la mayor importancia a este problema, sobre todo, si Daniel estaba entrando contento en la actualidad (entre la excursión a la granja de los cuentos y la fiesta de carnaval está muy motivado para ir a clase).

Respecto a la reunión, afirmó que la razón que adujo mi hijo de que se aburría en el cole es una simple excusa para seguir reunido. Seguramente, él ni se acordaba ya de su pesadilla, pero le hacía mucha ilusión la actividad y se inventó una excusa para darle sentido. ¡Qué pillo!

Y, finalmente, le comenté mi preocupación por los superhéroes. A papá le gustan mucho los comics de superhéroes y le ha contagiado el entusiasmo a su primogénito que está encantado con sus Vengadores, sus Cuatro Fantásticos, su Spiderman y su Patrulla X, pero a mami le preocupa el tema porque esos dibujos animados son extremadamente violentos y complicados para un niño de tres años. Creo que Daniel se ha obsesionado con estos personajes de ficción y cree realmente que existen. Ahora no quiere sino jugar a superhéroes, ver los dibujos animados de estos personajes, leer los cuentos que venían con un periódico de Spidermán, Vengadores, etc., dibujar y colorear a sus adorados Ironman, Hulk, Thor... ¡No piensa en otra cosa!

Al psicólogo le pareció que en pequeñas dosis no estaba mal que le gustara lo mismo que al padre, pero que las obsesiones no son buenas y menos con unos personajes que encierran tantos factores negativos. Fomentar al máximo la imaginación de un niño de tres años lo veía fenomenal, pero con tiento por lo que ya me explicó de que no saben distinguir la realidad de la ficción. Su consejo fue que papá quitara importancia a su afición delante del chiquillo en favor a otras actividades o personajes como Pocoyo, Peppa Pig o Caillú e ir quitándole poquito a poquito su amor desmedido por los superhéroes mientras le introducimos otros elementos más propios de su edad. En realidad, no cree que el tema traumatice o influya negativamente al niño para su edad adulta, pero sí piensa que las pesadillas y los miedos de Daniel se están incrementando a causa de estos dibujos animados.

La sesión terminó con mi promesa de observar los progresos de ambos pequeñines y volver a su despacho para contárselos.

20 comentarios:

  1. Vaya sesión más interesante te diste con el psicólogo! Me parece muy bien que aprovechases para comentarle lo del mayor y así te quedarás más tranquila. Besitos y feliz martes!

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    1. La verdad es que salí más tranquila con respecto a los dos, aunque Iván a vuelto a las andadas y las noches vuelven a ser criminales sniff sniff

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  2. Me alegro de que ta haya ido bien, aunque este psicólogo lo tendría magro conmigo (Peque tiene 32 meses y sigue durmiendo con nosotros, jejeje...).
    Besotes!

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    1. A mí me encantaba que Daniel durmiera conmigo cuando sólo tenía uno, pero ahora vivo con miedo de que se me despierten los dos a la vez y exijan a su mami. Por que a estos no les gusta nada compartir y me quieren en exclusividad, que ya he intentado tumbarme con los dos a la vez, pero acaban peleandose. ¡Buf!
      Aunque cuando duermo con uno o con otro por separado me parece un momento muy tierno.

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  3. me parece perfecto que compartas con nosotras tus dudas y soluciones que te dió el psicólogo,que por cierto me gusta ; )
    Gracias a tu blog cada día aprendo algo nuevo de cómo educar a estos locos bajitos.
    besossss

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    1. Y yo gracias al tuyo también aprendo muchísimo. Me encanta este Ágora bloguera que nos hemos montado en Internet. Es ideal para aprender, desahogarme, contar mis penas, mis experiencias...

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  4. me ha encantado esta entrada en tu blog, me ha gustado mucho como te hablaba el psicólogo, y sobre todo lo d nada le parece mal aunq dé su idea respecto a ello.

    ahora estás más tranquila y sobretodo más positiva, sabiendo q todo va encauzado.

    me encanta.

    besos

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    1. Es un interlocutor estupendo. Creo que por eso vuelvo a pesar de que a Raúl no le hace muchas gracia la idea. En su opinión, si no tenemos un problema real ¿Para qué pierdo el tiempo con el psicólogo?

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  5. Parece que es un psicologo muy respetuoso y parece que es muy razonable. Me gusta. Te ha dejado mas tranquila, eso es bueno. Un besazo

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    1. Es encantador y sabe escuchar. Desde luego me dejí más tranquila y eso también es importante

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  6. Qué majo el psicólogo... Menos mal que lo de Daniel no es ningún problema, sino simplemente que tuvo un mal sueño. Un besote!!!

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    1. Síiii, menos mal. Yo suponía que no era nada grave, pero me daba miedo que acabar cogiendo asco al colegio :S

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  7. Pues que atento ha estado contigo el psicólogo... y por lo que dices respetuoso en cuanto a tus opciones de crianza, aunque no deja de aconsejar el tema de "la independencia".. muy arraigado en casi todas las teorías en psicología. Mientras tu te sientas tranquila, creo que todo lo demás se va ajustando. Un abrazo y felicitaciones por tus niños..

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    1. Muy atento y todo un detalle escuchar mi problema con el mayor cuando ni siquiera acude al centro donde trabaja. Su teoría principal es que todo lo que lo que hagan los padres por amor a sus hijos está bien hecho. Otra cosa es que sea efectivo. Me encanta la premisa de la que parte.

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  8. Aun has tenido suerte que te ha tocado un psicólogo agradable, que hay otros que... mejor me callo jejej.

    Por cierto, el grande es clavado a tu marido, pero el pequeño es todo tuyo eh?!

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    1. Desgraciadamente, hay de todo. Algunos tiene la sensibilidad de un zapato.

      Sí que es verdad que hemos repartido bien los genes jaja Así estamos los dos tan contentos con nuestra pequeña fotocopia (aunque al crecer les veo más mezclados cada día).

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  9. ¿Y tenías que ir al psicólogo para que te dijese lo que nosotras te llevamos diciendo tres años, que no te levantes cada vez que el peque diga 'gue'?
    Pues sí, a mí también me tuvo que decir la psicopedagoga de la guarde que Lola nos tomaba el pelo a la hora de comer como quería y más. Yo ya lo sabía, pero parece que cuando te lo dice un profesional haces más caso, así que ahora, te toca a tí hacerle caso.
    Están superguapísimos.

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    1. Jajajaja... Al psicólogo tampoco le hago caso. En cuanto llora acudo rauda y veloz para que no pase miedo o angustia. Aunque hay días que realmente acaba con mi paciencia y le dejo llorar un poco, pero no por él sino por mí, que necesito calmarme antes de intentar dormirlo por centésima vez.

      Muchas gracias. Los embellezco para que la princesa Lola se prende de uno de ellos y tenerla por nuera jeje

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  10. Jeniffer Maldonado13 de febrero de 2013, 0:29

    Que bien! al fin pude entrar y a leer esta anecdota tan bonita, y en que mundo tan maravilloso vivimos, ahora tenemos estos bienhabidos consejeros o psicologos que gusto poder consultarlos y que nos ayuden en este maravilloso mundo de la crianza de nuestros hermosos retoños, me encanta leerte Dacil que falta me hacia

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    1. ¡¡Bien!! Me alegro porque la verdad es que no sabía cómo solucionar el problema. Ojalá te decidas a hacer tu propio blog para poder seguirte. Ya sé de ti por el Facebook, pero no es lo mismo.

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