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lunes, 21 de octubre de 2019

Baba no quiero dormir

Miriam Tirado ha sacado de su cabeza un cuento con el que padres e hijos podamos conectar y comprendernos mutuamente, Baba no quiero dormir, y lo ha presentado en la Librería Liberespacio. Me encanta que parta de que el problema de que los niños no se quieran ir a dormir no surge solamente del niño, sino que necesita un trabajo conjunto de ambas partes.

Si los papás nos enfadamos, nos ponemos nerviosos o nos agobiamos no ayudamos a nuestros peques a descansar correctamente.

No es lo mismo que el niño se vaya a la cama feliz y tranquilos, que angustiado y llorando. Así que comencemos por analizar la situación.

Los papás llevamos días de locos: el trabajo, las tareas del hogar, los compromisos, citas médicas, ayudar a los peques con sus deberes o estudios, llevarles a las extraescolares... Una lista sin fin. Y los niños igual, que si cole, que si deberes, que si su ratito de juego, que si ver un poco la tele... Total, que en todo el día, es muy raro que podamos sentarnos juntos para interactuar relajadamente.

La hora del cuento y de irse a la cama es el mejor momento para conectar con nuestros hijos. Mientras vamos desgranando las historias podemos aprovechar para preguntarles y enlazar con sus vivencias, sentimientos y emociones.

Eso lo tiene tan claro Tirado que lo ha sabido integrar perfectamente en su cuento. En el texto se presentan situaciones ante las que podemos sentirnos identificados y nos preguntan sobre ellas. Pero no sólo a los peques, también a los padres, porque la comunicación tiene que ser bidireccional, para que nosotros podamos entenderles a ello y ellos a nosotros. Vamos reforzar nuestras habilidades empáticas.

Aprendamos por qué nuestro hijos no se quiere ir a la cama, porque quiere seguir jugando, porque no quiere que comience un nuevo día y tener que volver al cole, porque tiene miedo a la desconexión que supone el estado de letargo, porque le teme a la oscuridad... puede ser una de estas razones, más de una, todas u otra diferente, pero puedes estar seguro de que ellos son los primeros que están deseando descubrirla y contártela. Y ¿Por qué los padres se ponen tan serios y enfadados? Seguro que los niños también quieren saberlo.

El libro cuenta con unas preciosas ilustraciones de Joan Turu para que nos resulte más atractivo. Los niños pequeños se guían mucho por los elementos gráficos, que por las letras en sí, aunque ya tengan edad para leer de forma autónoma. Los dibujos introducen a los peques en las situaciones haciendo más fácil que les llegue el mensaje que se quiere transmitir.

Otro elemento de éxito con el que cuenta son las tres canciones del grupo Xiula a las que podemos acceder por medio de un código QR que encontramos en una de sus páginas. La música es un lenguaje universal que alcanza a los peques y les transmite los mensajes , a veces, mucho mejor que las palabras.

El cuento recoge tres canciones que podemos encontrar en castellano y catalán. La primera canción se canta desde la piel de los niños y, por eso mismo, las voces son de niños. Lo más importante de esta composición es lo que se transmite y no la calidad técnica. La segunda intenta transmitir el punto de vista de los padres y tiene un ritmo más funky. Por último, la tercera y más efectiva a la hora de irse a dormir, es la que tiene más corazón y es una nana. Transmite que todo va a estar bien y que puedes desconectar porque cuando te despiertes todo va a seguir bien.





Xiula es un grupo que compone e interpreta canciones educativas para ayudar a los peques en su desarrollo y a los padres en la educación. Para ellos es muy importante la conexión con uno mismo y los que nos rodean y eso se ve reflejado constantemente en sus composiciones.

El libro también incluye una actividad de relajación para que hagamos con nuestros niños y puedan dormirse tranquilos y relajados. Los niños son más físicos que mentales, cuando crecen la balanza se va inclinando más al cerebro que al cuerpo, pero ahora necesitan relajarse físicamente y conectar con su cuerpo, sobre todo, por medio de la respiración. Deben respirar lento y profundamente, escuchar cómo su corazón tiene un latido cada vez más tranquilos y darse cuenta de lo cansada que está cada parte de su cuerpo. Es un ejercicio de relajación para que puedan dormir tranquilos y que su descanso sea más eficaz.

Por último, encontramos una pequeña guía para familias, aunque más bien es para los padres, para ponernos en situación y darnos algunas claves para que la hora de irse a la cama no se convierta en un infierno diario.

Fuente: Librería Liberespacio
Es una publicación completísima, el tercer libro de una colección que incluye otros dos títulos de la misma autora: la fiesteta (para que los niños puedan dejar la teta sin dramas) y Tengo un volcán (para gestionar la ira).

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