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lunes, 1 de agosto de 2011

Daniel al teléfono

Ahora mismo sólo puedo comunicarme con mi niño a través del teléfono, pero es tan chiquitito que no logro sacar nada en claro de nuestras conversaciones. Normalmente, acaba liándola de alguna manera y colgando.

Pero al menos le oigo. Y cada vez habla más. Hoy me gritaba "uapaaaa" "uapaaaa" a través del auricular y, claro, a la mami se la caía la baba.

Incluso te contesta "beeeeeen" si le preguntas como está. ¡Cómo ha crecido! Y qué besos lanza. Para comérselo.

Eso sí, en cuanto se le cruza otro objeto de interés te deja tirada enseguida. ¡Qué inconstante! Ya me puedo desgañitar que el sigue a los suyo y pasando de "maaamá".

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