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domingo, 27 de noviembre de 2011

El museo de Ciencias Naturales

Hay que reconocer que el Museo de Ciencias Naturales de Madrid es una patata comparado con otros de grandes capitales del mundo, pero es un lugar genial para llevar a los niños. Estábamos viendo capítulo de Caillú cuando a Raúl y a mí se nos encendió la bombillita. El pequeño pelón se iba a ver dinosaurios al museo y le encantaba. ¿Por qué no hacer lo mismo nosotros? Dicho y hecho. Ese mismo domingo nos encaminamos hacia Nuevos Ministerios. Raúl propuso ir en autobús para dar más color a nuestra aventura familiar. A Daniel le emociona viajar en transporte público. Entró dando saltos de alegría y tuvimos que sacarlo a rastras. Por fin llegamos al museo, que no estaba acondicionado para carritos ni sillas de ruedas, todo sea dicho de paso.

Nada más entrar Daniel encontró lo que más le llamaría la atención del recinto. Una tele con un dispositivo que convertía una placa que sujetaba el usuario en un estupendo dinosaurio. Tener un dinosaurio en las manos era más de lo que puede pedir ningún niño. Ni que decir que la tracción estaba muy solicitada, pero cómo podían utilizarla muchos a la vez no había peleas. Había una televisión de estas en varios rincones de la exposición.

Daniel iba dando brincos de una lado a otro, alucinando con los lobos, guepardos, águilas, mariposas... En un momento dado señaló un animal y exclamó "Tucan". Nos quedamos de piedra porque en efecto era un tucán... hasta que me acordé del señor Tucán que aparece en varios capítulos de Dora. Pues sí que aprenden cosas los chiquillos con estos dibujos animados...

Los huesos no le llamaban mucho la atención. Me temo que es demasiado pequeño para saber lo que son. Durante toda la visita Iván fue muy tranquilito en el carrito. A veces abría el ojo un poquito, pero enseguida lo volvía a cerrar. En cambio Daniel, se fue excitando cada vez más y al final casi tira la figura de un velocirraptor. Al poco optamos por irnos a casa, el peque estaba incontrolable. Otra vez nos montamos en el autobús y otra tuvimos que bajar al chiquitín a rastras. Desde la parada llamaba lastimeramente al bus, bus ¡buuuus! mientras se alejaba.

Menos mal que le convencimos que en casa le esperaba una comida riquísima y pudimos arrastrarle mal que bien al hogar.

2 comentarios:

  1. guauu!! qué fotos más chulas!! Daniel seguro que se llevaría un dinosaurio a casa jajaja me alegro de que lo hayáis pasado tan bien!! próxima parada: Londres!! el Natural History Museum de allí está chulísimo y tiene una reconstrucción del esqueleto de un dinosaurio enormeeee (la planta baja para el solito), a Daniel le encantaría!!!
    besos

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  2. Me encantó ese museo, pero me temo que habrá que esperar a que Daniel sea mayor para hacer viajes de ese calibre. No me veo corriendo por las calles de Londres tras este lagartijilla. A ver si nos toca la lotería y nos vamos al de Nueva York (Me han dicho que es IMPRESIONANTE)

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