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sábado, 24 de diciembre de 2011
Nochebuena en petit comité
Como yo no estaba para muchas fiestas, la Nochebuena la hemos celebrado en mi casa. Con Raúl, los niños y mi madre. A medio día fuimos a comer con mi suegra porque no la íbamos a ver en casa de mi cuñada esa noche. Daniel se lo pasó tan bien que se saltó la siesta a la torera. Pensé que lo íbamos a pagar caro, pero el niño se portó muy bien toda la tarde. Excepto cuando le dió un cabezazo a Iván que estaba dormido. El pobre se llevó un susto tremendo.
Comimos estupendamente y con el café nos tomamos unos nevaditos caseros que hice con la termomix y que encontré en el blog de Las Cosas de Ana. Estaban buenísimos. Tanto que Raúl se quiso llevar algunos a casa para tomarlos después de cenar con un vino dulce.
Volvimos un poco temprano a casa porque había que hacer la cena. Yo me metí en la cocina mientras Raúl jugaba con Daniel y mi madre se ocupaba de Iván, aunque al final me ayudó un poco en la cocina. La cena la saqué del mismo blog de los nevaditos. La hice rápido porque eran platos muy fáciles. El postre lo había dejado preparado el día anterior.
La verdad es que mis comensales quedaron encantados y yo como una reina. El menú fue: de primero consomé de pescado y mariscos en vaso de cristal adornado con tres gambitas; después salpicón de marisco; de segundo solomillo de cerdo relleno de mousse de foi grass, aderezado con mermelada de cebolla y envuelto en hojaldre; y de postre tarta de chocolate negro, turrón y chocolate blanco con nueces. ¡Estaba todo buenísimo! Daniel casi se duerme encima del postre porque el pobre ya no podía mantener los ojos abiertos. Fue lo que más le gustó. Daba gloria ver cómo se llevaba la cucharita llena de chocolate hasta los topes y se lo comía dos carrillos. Cuando estábamos dando buena cuenta de los nevaditos y el Pedro Ximenez mi chiquitín se rindió. Le llevé en brazos a la cama y se durmió a mitad del segundo cuento.
Entonces recogimos, preparamos todo y Raúl y yo nos sentamos para disfrutar de una tranquila velada frente a la tele. Cuando se tiene dos niños pequeños ver la tele tranquilo es un lujo.
No fue una Nochebuena al uso, pero yo la disfruté al máximo. Necesitaba tranquilidad.
qu bueno el postre jejejeje.nosotros tambien la hemos pasado en casa con mi madre y hermano
ResponderEliminarSeguro que todo lo cocinaste tu?? ... d verdad que te leo y no me lo creo! jajaja
ResponderEliminarFue una noche de lo más buena ¿que no?
ResponderEliminarjooer si lo llego a saber me planto en tu casa a cenar!! que bien pintaba todo!!!
ResponderEliminarComo dije mi hijo "Todo, todo, todo" con estas manitas y la termomix jajaja.
ResponderEliminarSí que fue una noche buena valga la redundancia.
Estais invitadas cuando queráis jaja