Baño de colores

De nuevo La Jirafa me ha dado una idea buenísima para poner en práctica con Daniel. Ella le facilitó a jirafita un gran papel en el suelo de su patio y pintura para que liberara su creatividad. Yo no tengo la suerte de contar con patio así que encerré su arte en la bañera. "Puedes pintar lo que quieras sin salirte de la bañera" le dije y retiré todos los juguetes, toallas, jabones, champús, aceites...

Le facilité un "lienzo" de plástico, que en realidad era una especie de mantel para trajinar con plastilina, y le abrí todods los colores de las pinturas de dedos. Estaba encantado. Al principio sí que hizo algo bonito, pero luego se fue emocionanado y acabó con pintura hasta las orejas con una gama cromática marrón en su mayor parte dadapor la mezcla de todos los colores.

Cuando le metí en la bañera se sentía un poco descolocado. Metía sus deditos timidamente en los botes y hacía líneas coloridas en el papel de plástico. "¿Puedo pintar aquí?" me dijo mientras se señalaba la camiseta vieja de mamá que le había puesto. "Claro. Dónde quieras menos fuera de la bañera" le indiqué. "¿Y aquí?" preguntó señalando las paredes de la bañera. "Que síiii" afirmé. "Ummm. ¿Y aquí?" preguntó mientras apoyaba su manaza verde en la pared interior. "Eeeeh. Bueno. También" Menos mal que esta pintura se limpia muy fácil.

Estuvo entretenido toda la tarde. Me llamaba de vez en cuando para que admirara sus progresos. Mientras yo jugaba con Iván al "cucu trash", a "subir y bajar", a soplarle en la barriguita... Daniel echó a volar su imaginación: se pintó todo el cuerpo, jugó a cocinar con la pintura y los tarros, a la grúa con los tarros y el tapón...

Cuando ya se hizo un poco tarde recogí los botes de pintura, que ya eran todos marrones, abrí el grifo de la ducha y limpié niño, papel de plástico, bañera... ¡todo! Daniel me ayudaba a retregar las paredes mientras yo le restregaba a él.

Fue una experiencia estupenda que espero repetir.