El mural

Desde que mi niño mayor vio el mural hecho con fotos, cartulinas y pegatinas que adorna la puerta de entrada de su cole con motivo de la despedida de los niños que marchan a primaria se le antojó llevárselo a casa. Cómo eso era del todo imposible, le propuse hacer uno en casa. Le encantó la idea.

Tardamos mucho en llevarla a cabo y él me preguntaba de vez en cuando por el mural. Tengo muchas cosas que hacer y no he tenido tiempo de hacerme con los materiales hasta hace poco. Y eso que eran bien sencillos: Una cartulina, fotos impresas en papel normal, pegamento y pegatinas.

Raúl le dibujó la plaza de una ciudad o pueblo para que le resultara más divertida la actividad y yo pegué las fotos porque, para ser sincera, no me fiaba de su creatividad. Tiene la manía de pegar todo en un mismo sitio. Al principio se dedicó a pegar los spiderman todos en el mismo lugar, que era justo encima de una fotografía suya. Después los despegó y los desperdigó por la cartulina mientras yo le guiaba con frases como: "Éste Spiderman parece que está trepando ¿Qué te parece si lo pegamos en un edificio?". Con los pájaros la cosa fue a mejor porque eran en relieve y resultaba muy difícil pegar unos sobre otros. Además, los pegó casi todos en el cielo. Supongo que los relacionaba con los de verdad y sabe que vuelan.

Al rato, el peque se aburrió de la cartulina y se dedicó a despegar Spidermans del mural y pegarlos sobre la puerta del armario de su habitación, así que di por terminada la actividad y pegué la cartulina al alcance de sus manitas. Ahora despega de vez en cuando alguna pegatina para cambiarla de lugar.