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martes, 10 de julio de 2012

La revisión de los nueve meses y mi bajada de tensión

Por fin llegó la revisión de los nueve meses de Iván. Recogí a los niños del colegio e hice tiempo con una amiga porque hasta las 17.40 no tenía la cita. Al final. Entre unas cosas y otras casi no llegamos. Tuvimos que ir a salto de gominola para que los dos peques de dos años y medio avanzaran, porque lo único que querían era jugar y perseguirse.

Yo llevaba todo el día rara y cada vez me sentía peor. Para cuando llegué a la consulta estaba bastante mareada. La enfermera me estuvo explicando las recomendaciones sin que yo me enterara de nada. Midió y pesó al pequeñín. Puedo decir los datos porque los estoy mirando ahora mismo en la libreta de las revisiones porque en ese momento yo no era yo. Iván pesa 9,280 kilos y mide 75 centímetros. La cabeza ha vuelto a ser normal. En la revisión anterior me dijeron que estaba por debajo de la media, pero que no me tenía que preocupar por eso. Ahora ha vuelto al percentil 50 con sus 46 centímetros. Yo siempre se la he visto bien. Lo importante es que me dijo que el bebé estaba con un leve resfriado sin importancia y que por lo demás estaba como una rosa.

De la consulta me fui rápidamente a casa, enchufé a Daniel a la tele y yo me tumbé en la cama con Iván esperando a que llegara mi marido del trabajo. Cómo tardaba un poco bañé a Iván con mucho esfuerzo. Menos mal que llegó justo cuando lo sacaba del agua. Entonces, le di el biberón al bebé lo metí en su cuna y yo me metí en la cama. Raúl se ocupó de Daniel. Lo malo es que tenía una cena de trabajo ese día y se tuvo que ir al poco de acostar a Daniel.

Cómo yo ya me temía el peque me llamó segundos después de que su padre cerrara la puerta de la calle. Me arrastré como pude hasta su cama y me tumbé a su lado. Cuando vi que se había quedado dormido volví a la mía. El bebé se despertó en cuando apoyé la cabeza en la almohada así que lo metí conmigo en la cama. Así aguantó hasta la una que me pidió insistentemente el biberón. Cuando acabó de tomárselo lo deposité en la cuna con toda la suavidad del mundo y me llamó Daniel. Con todo dándome vueltas acudí a su lado. Quería bibe. Se lo dí. Se dio la vuelta y se volvió a dormir. Me metí en la cama rezando porque no pasara nada más porque ya no podía ni con mi alma. Afortunadamente me dejaron dormir unas tres horitas.

7 comentarios:

  1. ainsss necesitas descansar, está claro, ya se que es muy faicl de decir y que tienes mucha carga pero necesitas un respiro, te lo mereces. Me alegro que la revisión fuera tan bien. BEsitos.

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  2. Lo sé, lo sé, pero no encuentro el momento para descansar. Esta semana, menos el lunes, la hemos pasado en casa más tranquilitos. Así me he dado un respiro. Gracias

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  3. Ufffff... No pongas eso que a mis papis se les quitan las ganas de darme un hermanito, ja, ja, ja, ja....

    Nos alegramos de que Iván esté perfecto. Besotes.

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  4. uffff hija que mal,espero que un dia nos des la noticia de que duermen del tiron,y me quejaba yo de Jaime que es el unico que me a dado mala noche,no me dejo dormir una noche entera hasta que cumplio dos años pero desde ese momento genial

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  5. Jo! ... vas a tener que pedir refuerzos para dormir un poco .. pensamos que podemos con todo pero no es así! ... bstos!

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  6. David, un hermanito es lo mejor que te pueden dar. cueste o que cueste.

    M@rta, si es quecada niño es un mundo... Me alegro de qu ete dejen dormir.

    Sharmila, ¿A quien? Tendría que irme a un hotel para dormir bien :(

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  7. Las bajadas de tensión son terribles. A mí me dan a menudo y ando en plan zombi por la vida... Me alegro de que la revisión haya salido super bien. Besotes!!!

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