Mi niño, el caballero rojo

Este fin de semana tenemos fiesta medieval en el pueblo de Raúl, así que lo estamos reparando todo para que los niños disfruten al máximo. No me quería gastar mucho dinero y estoy customizando unas camisetas con el dibujo de un león para los peques. Con eso y lo que me va a prestar una amiga, creo que van a ir guapísimos. Pero no me pude resistir a una espada, escudo y yelmo que vi en el Imaginarium. Son tan cucos. Y tan caros, como todo lo que venden allí.

Al niño le gustó tanto que quiso estrenarlo enseguida. Cómo iba con la camiseta de la Roja que había heredado de sus primos le nombré allí mismo caballero rojo al servicio del bien y castigador de los malos. Le puse la camiseta porque España había ganado el mundial el día anterior por goleada. Afortunadamente ni Iván ni yo nos enteramos de las celebraciones y dormimos más o menos plácidamente. En realidad, el bebé decidió a eso de las dos de la madrugada que ya no le apetecía dormir más, pero eso es otra historia.