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sábado, 29 de septiembre de 2012

Un cumpleaños interminable

Y como no hay dos sin tres, ¡celebramos el cumpleaños con la familia el sábado! Desde luego se está cumpliendo el deseo de mi peque de que todos los días sea su cumpleaños.


En realidad fue una comida íntima a la que iban a venir la abuela Chari y el tío Luis, pero al tío Luis se le fue la cabeza y llegó deprisa y corriendo a los postres porque algo en su cerebro le hizo creer que la celebración era por la tarde. Menos mal que pudo degustar la tarta baclava de chocolate que hizo Raúl con todo su esmero.

A Daniel no le importó en absoluto que su tío se equivocara. Él era feliz con su tarta, su corona y los mimos.

También quedó encantado de recibir más regalos. La abuela Chari le dio el suyo y el de la abuel Paca. Primero le entregó unos libros preciosos que le maravillaron. No podía dejar de pasar páginas. Tanto era así que no se dignó a abrir ningún regalo más hasta que no le amenacé con devolverlos. Es que el peque necesita su tiempo con cada paquete. Hay abrirlos y jugar antes de seguir con el siguiente. Una costumbre que me encanta, pero mi suegra tiene alergia a los gatos y teníamos que salir a dar una vuelta para que tomara aire fresco urgentemente.

La abuela le entregó también una especie de ordenador con láminas que nos encantó a todos. El juego consiste en buscar cosas en las láminas y dar al botón adecuado.

El tío Luis le regaló un puzzle gigante de letras y dibujo. El chiquitín se empeñó en hacerlo antes de irse a la cama.

Creo que esta va a ser la último celebración de los tres años ¡gracias a dios! Aunque el cumpleaños de Iván se acerca peligrosamente y hay que empezar a repararlo ¡ya!








2 comentarios:

  1. Qué carita de felicidad! cuánto va a disfrutar de los regalos. Ahora a por el del peque!

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