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martes, 10 de diciembre de 2013

El cuenta cuentos de la hora de ir a dormir

Desde hace unos meses Raúl ha adoptado la figura de cuenta cuentos en casa. No sé si porque llega muy tarde a casa entre semana y así disfruta de un poco de tiempo de calidad con sus hijos o, simplemente porque le gusta, pero cuando le pregunto si quiere que esa noche les lea yo el cuento rechaza mi oferta y se sienta con los dos en la cama con uno o dos ejemplares infantiles en la mano.

Desde luego, le reconozco el mérito, porque no es fácil contar una historia con un peque de dos años y otro de cuatro. Cada uno quiere un libro diferente, hacen preguntas sin parar a voz en grito, señalan, quieren tocar la misma ventanita o el mismo dibujo, contar su opinión...

En definitiva, hay que tener muuuucha paciencia. Cuando me he sentado con ellos, la mayoría de las veces, cuando me canso de lidiar con uno y con otro para no perder el hilo de la historia y contestar a la vez a lo que me dicen, confieso que en mitad del libro, voy a la última página y casi grito "¡Fin!"

6 comentarios:

  1. Jajaja. Sí que tiene que ser complicado pero imagino que ver sus caritas de ilusión bien hace que valga la pena. Un besote!!!

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    1. Y mi cara de horror no cuenta??? Jajajaja

      Tienes razón. Vale la pena por verlos contentos :D

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  2. La de los cuentos es mamacangreja, aunque cangrejto no quiere cuentos leídos, quiere cuentos inventados con cosas que ha visto a pasado ese día.

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    1. A los míos les gustan los leídos y los inventados. Daniel, ultimamente se empeña en contar él cuentos llenos de peleas y monstruos :S

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  3. Me encanta leerle los cuentos a la bichito, yo en mi casa soy la encargada de eso, pero claro con dos es diferente y encima de edades difenrentes.......
    besetes

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    1. Por separado es más tranquilo, pero juntos también tiene su gracia. Yo es que me quejo de vicio jajaja

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