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viernes, 7 de febrero de 2014

El fantasmita de mi casa

Hay noches en las que el pelo de la nuca se me eriza y noto una presencia observándome a través de los cristales de la puerta del salón. Levanto la vista y me encuentro dos pálidos ojos fijos en mí que hace que el corazón me dé un vuelco del susto.

Otras veces, salgo precipitadamente de una estancia a otra y, literalmente, me como a esa pequeña presencia, llámese Iván, porque ni la había visto.

¡Cómo le cuesta dormir a este pequeñajo! Cuando ya crees que lo peor ha pasado y que por fin permanecerá en su cama, te sorprende con una incursión inesperada de exploración hogareña.

Hay madrugadas en las que oigo ruidos raros y, cuando me levanto para comprobar que los gatos están encerrados en el salón para evitar que usen sus garras destructivas en mi muebles, me encuentro con el pequeñín jugando tranquilamente o parado en una esquina con cara de pena. ¡Se me cae el alma a los pies!

A veces me mira con cara de culpable y me suelta: "Toy cansado, mamaaaaa". Y yo le cojo de la manita o le cargo hasta su camita. Le doy agua, le arropo, le acaricio la cabecita, le doy un beso y me marcho a mi propia cama intranquila. ¿Cuánto tiempo habría pasado desde que se levantó hasta que lo encontré? ¿Y cómo se despertará mañana para ir a la guardería? Casi prefiero que me llame llorando desde su cama para despertarme al instante y atender sus necesidades.

6 comentarios:

  1. Pobrecillo... Y encima leer esto con una canción triste que acaban de poner en la radio no ayuda...
    Quizá tenga algún problema de sueño, consúltalo con su pediatra para salir de dudas.
    Besos

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    1. La pediatra dice que es normal, el psicólogo que es normal... Que se pasa con la edad y que tenga paciencia Sight! Muchas gracias

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  2. odio cuando se guardan cosas para sí mismos, parte el corazón. yo dejé a ivana el otro día en el parque de bolas, pero no me fui tranquila, la noté rara, volví y la saqué, cuando la cogí en brazos se aguantaba las lágrimas. le dije: dime siempre todo, si mamá se enfada pues se enfada pero tú dímelo...

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    1. Pobre Ivana. Menos mal que se lo notaste. A veces creen que nos enfadaremos o nos disgustaremos si nos dicen lo que realmente sienten. Hay que andar siempre con tanto cuidado...

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  3. aaayyy, que angustia pobrecito, la verdad que sí, mejor que llamaran y por lo menos puedes ir con él enseguida :-( Mucha paciencia y muchos ánimos, seguro que pronto ya se acostumbra!! Y que guapo está tu niño por dios, esos ojos son increibles vaya :)

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    1. Ahora mismo, le he visto de refilón en el pasillo, observando como tecleo detrás de la puerta y le acabo de acompañar a su camita ¡por segunda vez! No entiendo porque no me llama o entra directamente al salón. En fin, cada niño es un mundo y es lo que dices, seguro que se le pasa enseguida. Muchas gracias :D

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