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sábado, 5 de abril de 2014

La sorpresa

Cuando le conté a Daniel que en el cole de Iván habían hecho una piscinita de globos azules para conmemorar el día del Autismo, se le encendieron los ojillos y me pidió ir a jugar. Me pareció más fácil sorprenderle con una en casa que cambiar todas mis rutinas para llevarle a ver la del hermano. No pilla demasiado cerca de casa.

Así que me pegué toda una mañana inflando globos y desollándome los dedos al anudarlos. Fue una tarea laboriosa, pero lo logré: llené la habitación de los juguetes de globos de todos los colores. ¡Quedó precioso! Ya me imaginaba las caritas de ilusión de mis peques cuando lo vieran. Casi no podía esperar para ir a recogerles y traerles a casa.

Pero la burbuja de ego y auto-orgullo que me había construido con mi trabajo con los globos se encargaron de pincharla los chiquitines. Para empezar, Iván tenía el día torcido. Y a Daniel se le veía muy cansado a la salida del cole.

Cuando vieron los globos entraron muy contentos a la habitación, pero los problemas empezaron al segundo siguiente. Iván me pidió que le sacara un juguete un poco complicado de montar. Le pedí que jugara antes con los globos y se puso a berrear como un loco. El mayor quería que jugara con él y que le hiciera caso, pero yo me veía obligada a atender primero el berrinche de su hermano, así que le pedí que esperara. Sabía que existía un método infalible para que Iván dejara de llorar, pero no quise usarlo hasta agotar todas las posibilidades.¡Tuve que recurrir a él!: bibe, almohada y tele (¡sight!).

Aburrido de esperarme, el primogénito se sentó a ver la tele también. Cuando terminé de montar el dichoso juguete para el pequeño y los vi a los dos hipnotizados con la pantalla, empecé a rezongar del trabajo que me había llevado hacer la piscinita de globos para el poco caso que le estaban haciendo. Daniel me aseguró que le encantaba, que era una sorpresa estupenda y me preguntó que si podía volver a hacerla otro día para que él pudiera ver la tele ahora. ¡¡Me enfadé muchísimo!! Como una niña pequeña, debo añadir. Viéndome así, el peque se levantó del sofá y corrió a la habitación de los juguetes para hacerme feliz.

El sentimiento de culpa cayó sobre mí como una losa, así que para quitármelo de encima, fui a hablar con mi niño. Le dije que si no le apetecía, no hacía falta que jugar con los globos. Podía merendar viendo la tele y descansar un rato.

Una hora después volví a intentarlo. A Iván le había durado la emoción por el juguete, que me hizo montar, unos minutos. Al rato estaba viendo la tele de nuevo. Aparecí en el salón con unos rotuladores y les pregunté si les apetecía pintar globos. Aceptaron mi propuesta entusiasmados. Pintaron y jugaron con los globos menos de media hora (mientras estuve con ellos), pero cuando me levanté a hacer cosas del hogar, aprovecharon para volver a ocupar sus asientos frente a la tele.

Daniel tardó poco en pedirme que le encendiera el ordenador.

Resultado: Nunca sabes cómo van a reaccionar tus hijos, así que hay que prepararse a conciencia para aceptar cualquier situación con deportividad.

Yo perdí los nervios. Para qué os voy a engañar. Aunque agradecí muchísimo al mayor su buena voluntad para hacerme sentir mejor.

Al final, me encontré con una habitación llena de globos que tendré que recoger antes o después y dos peques enganchados a las pantallas. ¡Menos mal que a mi marido le encantó la sorpresa! A la mañana siguiente despertó a los niños con una lluvia de globos.

15 comentarios:

  1. Jajajajaja, si es que los enanos son imprevisibles pero lo de tu mayor consolándote ma matao!!!

    Yo a Manzanita le llené el parque de globos cuando cumplió un año y flipó por primera vez en su vida jejeje, lamentablemente le gustó más el papel de su regalo que el regalo en si... ainssss
    Besotes.

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    1. Jajaja Suele pasar. Todavía recuerdo un bebé de un año emocionado con una supercaja de cartón y un caballito balancín super molón cogiendo polvo ;)

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  2. Pues la idea muy bonita pena que los niños no tuvieran ganas, aunque el mayor muy majo intentando consolarte
    Besos

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    1. Muchas gracias!!! Me alegro de que te gustara la idea. Es un bálsamo para mi orgullo herido :D

      Supongo que el mayor ya sabe que hay que agradecer el esfuerzo que hay detrás de las cosas... O no. ¿Quién sabe?

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  3. Si es que nunca se sabe qué les va a hacer ilusión ni en qué momento. A mí me pasa con el gato. A veces me dejo una pasta en juguetitos con los que pienso que va a flipar y ahí están, muertos de risa, mientras él sigue jugando con un ratón roñoso. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Yo con mis gatos igual. Al final he djado de comprarles juguetes, porque siempre quieren los de los niños. ¡Y los niños los de los gatos! No veas como se lo pasan con los ratoncitos jajaja

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  4. Jjajajaj, así son y así somos. Cuántas veces me he quedado yo con la misma cara.... igual hoy redescubren los globos y no salen de la habitación en toda la tarde. Cada uno a su ritmo y cada cosa en su momento!

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    1. Tienes toda la razón! Ayer el mayor me los hizo meter con él en el baño. y el peque estuvo tirándolos al aire un rato.

      Ahí los dejaré hasta que se desinflen solitos jejeje

      Muchas gracias por lo ánimos! :D

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  5. Tooooda la razón. Eso de la deportividad es importante para no pillar un cabreo del quince, jajajaja! Y oye, no sé si ya te has deshecho de los globos, pero puedes proponerles petarlos a culazos, seguro que eso les mola! :P
    Muas!

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    1. Una idea genial. Se la he propuesto al mayor y lo tengo muy entretenido masacrando globos. Empezó con el culete y ahora usa un palillo chino :S
      ¡Qué miedo!

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  6. Que artura de globos jajaja seguro que te mareaste y todo

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    1. Yo me mareé cuando vi que pasaban de ellos aaaarg!!

      Después de tanto soplar y tanto anudar buaaaa!!
      Me temo que aquí la más niña soy yo snif snif

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  7. Soy Animal :) ¡me encanta la piscina de globos! voy a pedir yo una, jejeje, no sé.... si me la harán pero por pedir.... sino ya me mandáis lo vuestros :)
    Saludos

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    1. Si te dieron un spá en casa, estoy segura de que consigues tus globos jajaja

      Me encantaría mandarte los nuestros pero el mayor se ha ocupado de masacrarlos casi todos :S

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  8. Que chulada de sorpresa, ami me hubiera encantado!!!!! otro dia te vienes am i casa y me lo haces jajjaja.

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Me encanta saber lo que piensas.