Páginas

martes, 12 de agosto de 2014

De restaurantes y una caña

Durante nuestra estancia en Las Palmas de Gran Canaria, mi madre se ofreció a cuidarnos a los chicos para que saliéramos nosotros un rato. Le tomamos la palabra y fueron dos noches las que se quedó con las fierecillas. Ella encantada de disfrutar de nietos sin padres por medio.

Una noche nos fuimos con mi hermana y su novio a cenar a un sitio chulísimo. La comida tenía su toque especial, estaba buenísima y encima los precios eran de risa. Lo pasamos muy bien charando de nuestras cosas. La segunda noche cenamos en casa, pero salimos a tomar una cerveza a un bar especializado en birras. Hacía una noche buenísima para disfrutar de una terraza.

Daniel quería ir a comer a un restaurante, así que no perdimos la oportunidad de llevarles a uno de cocina bereber que tenía fascinada a mi hermana. Y fue para menos porque todo estaba delicioso. Los niños se portaron bastante bien para lo movidos que son y probaron muchas cosas a pesar de lo extraño que debía ser para ellos esos platos. Estoy muy orgullosa de mis pequeños.

4 comentarios:

  1. Qué foto tan bonita con tu churri... Y oye, ole por los peques que se portaron tan bien!! :D
    Muas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!!! Menos mal que se portaron bien. No las tenía todas conmigo ;)

      Eliminar
  2. Qué bien eso de que vayan probando cosas nuevas!!! Es bueno que se acostumbren desde pequeñitos.
    Coincido con Mo en que la foto es preciosa. Un besote!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, nos encanta que se atrevan a probar sabores nuevos, aunque luego no les guste y no se lo coman. Al menos lo han probado...

      Muchas gracias!!!

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.