Dos duendes muy traviesos

El viernes pasado fue el último día de cole y los peques tenían que ir disfrazados para disfrutar de su fiesta de Navidad a tope.

Tenía preparados unos trajes de Papa Noel, pero mis hijos tenían otra idea en la cabeza y gracias a El Corte Inglés y su maratón de Papa Noeles pude hacerla realidad. ¡Ellos querían ir de duendes! Así que les puse parte del traje que nos mandaron con la promoción de Madresfera y ellos tan felices. No se lo pude poner entero porque era una tala muy grande.

Estaban encantadores. Le pedí, como no podía ser de otra manera, que posaran en el árbol, pero al mayor se le cruzaron los cables, a mí más aún y acabamos enfadados. Por eso el único que posó con una gran sonrisa y gritando entusiasmado "¡Regalos para todos!" Fue Iván.

Como no había tiempo para más volamos hacia el cole mis duendecillos y yo. Una vez en el centro, Daniel se encontró con sus amigos y se le quitaron todos los males. Aunque a mí aún me quedaba la espinita clavada de la tonta discusión.

Las profesoras de primero de infantil nos invitaron a pasar para ver a nuestros chiquitines cantar su villancico. ¡Se me caía la baba! Los flashes llovía desde todos los rincones. Lo malo es que me tuve que ir unos minutos después de empezar porque me perdía el villancico del mayor. Iba a ser la primera vez que le vería en acción, porque el primer año me fui sin saber que podíamos entrar a verlos, el segundo no me pude quedar porque tenía que irme a trabajar... ¡este año no me lo podía perder! Es el último que lo hacen. El próximo año pasa a primaria y se acabó la fiesta de navidad. Espero que Iván lo entienda. Con él todavía me quedan dos años para disfrutar de sus funciones.

Llegué sin aliento a la clase del mayor y me llevé una gran alegría porque aún no habían empezado. Al chiquillo le hizo un ilusión tremenda. Seguramente no se esperaba verme allí. Me hacía señas constantemente y yo encantada se las devolvía. Más fotos, más vídeos, más babas... Que pena que no lo repitan más.