Dibujos con pétalos y purpurina

Los claveles del experimento con colorante ya se estaban poniendo chuchurríos, así que les busqué un uso antes de que fuera demasiado tarde.

Una tarde invernal les pedí a los chiquillos que los desojaran, no sé porqué, pero es una actividad que les encanta hacer a los niños pequeños. Les facilité pegamento de barra y un folio con una especie de árbol seco dibujado en cada uno. No me salió muy bien, pero para los efectos servía. Los hice del color que ellos mismos eligieron: ambos naranja.

Enseguida se pusieron a arrancar pétalos y a pegarlos muy entretenidos, pero se empezaron a quejar de que era muy difícil fijarlos. ¡No hay problema! Les traje pegamento líquido pensando que les facilitaría la tarea. Y así fue. Aunque abusaron un poquito de las cantidades.

Les dejé a lo suyo y me fui a recoger. No habían pasado dos minutos cuando mi niño mayor vino a preguntarme tímidamente si les daba la purpurina. ¡Como no! Es otro elemento que también triunfa con los chiquillos.

Estuvieron un buen rato desarrollando sus habilidades artísticas. Me sorprendió que Iván no se cansara y se fuera como la mayoría de las veces.

Cuando acabaron, puse sus creaciones a secar. Me encantó lo que hicieron. Daniel había rellenado de purpurina el árbol e Iván justo lo contrario.

Ya forman parte de la decoración de nuestro hogar.