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lunes, 2 de marzo de 2015

La clase de Iván quiere ser feliz

Cada profesor tiene su método y la maestra de Iván cree firmemente que colegio y hogar deben trabajar en equipo, así que convocó una reunión para contarnos cómo podemos ayudar al desarrollo de nuestros peques, sus progresos y lo que hacen en clase. Y yo encantada por supuesto. No hay nada que me guste más que conocer a mis hijos dentro y fuera del ámbito familiar.

La profesora comenzó con una introducción general acerca de los niños de tres años. Nos habló de que todos son egocéntricos e incapaces de ponerse en el lugar del otro, así que es inútil que le soltemos frase del tipo: "¿A ti te gustaría que te hicieran eso?" porque no nos van a entender. No debemos confundir Egocentrismo con egoismo. No todos son egoistas. Cada peque tiene un carácer y forma de ser muy diferente.

Los niños de estas edades tiene unos mecanismos de defensa diferentes a los de los adultos porque aún no saben cómo expresar sus sentimientos. El más común es el llanto: no me das lo que quiero: lloro, no me haces el caso que pido: lloro, no me dejas hacer algo: lloro. Esto puede derivar en las terribles perretas tan difíciles de manejar.

Nos aseguró que nuestros peques lo que necesitan ahora son muchas muestras de afecto: besos, abrazos, carantoñas y muchas muchas sonrisas. Necesitan felicidad en el hogar para ser felices ellos. Son esponjas a las que les afecta, y mucho, el ambiente en el que se mueven. Es muy difícil, porque todos somos humanos con nuestros sentimientos, emociones y carácter, pero nada es imposible. La carita de nuestro hijo puede ser como la campaña de Paulov, pero en nuestro caso para sonreír y no para salivar como le sucedía al perrito del experimento. Nos contó que en ese momento estaban dando las emociones. Incluso habían creado un rincón de juegos y un panel en el que los niños ponían una carita diferente según cómo se sentían en ese momento. Todas las caritas que vimos en el panel sonreían. "Los niños de esta clase quieren ser felices" aseguró. Nos contó que jugando con el dado de las emociones hacían trampa para que les saliera la cara sonriente y si no les salían les molestaba muchísimo. Hizo mucho hincapié en la importancia de la educación emocional en el desarrollo del niño.

Una frase que nos repitió dándole mucho énfasis fue: Hay que potenciar lo bueno y neutralizar lo malo. Debemos intentar darle al vuelta a la tortilla para no incidir en lo que está mal hecho y animar al chiquillo cuando hace las cosas bien. Tenemos que hacerles ver que todo el mundo se equivoca. ¡Hasta papá y mamá! Y eso no malo. A veces, es incluso bueno porque nuestros errores aprendemos muchísimo. Es un refuerzo positivo que ayuda a los peques a no frustrarse

En casa podemos ayudar a nuestros hijos en el lenguaje vocalizando bien y presentándoles un rico vocabulario. Si tenemos que corregirles, es mejor no obligarles a repetir el modo correcto, con decírselo basta. Cuidadito con las palabrotas. No hay que decirlas ni cuando estemos realmente enfadados.

Hay que buscar el término medio en los límites y normas. Tan malo es prohibir todo como permitir todo. Es difícil, pero lo importante es esforzarnos para acercarnos todo lo posible a ese punto. Si le reñimos demasiado se acaban acostumbrando a nuestros reproches o castigos y pierden toda su efectividad. Debemos dar ejemplo en todo momento. Todos sabemos que los padres somos modelos y referentes de gran poder en su aprendizaje. Si les decimos gritando que no griten perdemos toda la fuerza. Otro ejemplo: si no se puede cruzar el semáforo en rojo, no se puede nunca. Siempre debemos pararnos aunque no venga ningún coche y tengamos prisa, de lo contrario confundimos al chiquitín.

Mucho cuidado con las etiquetas. Nunca hay que decir que un niño es malo, como mucho que se está portando mal en ese momento. La diferencia es abismal. No podemos descuidar la enseñanza de valores tan necesarios como el respeto al prójimo y la convivencia. Vivimos en una sociedad que incongruentemente tira al individualismo cuando el ser humano es un animal social y necesita vivir en grupo.

La autonomía de los chiquillos a esas edades es muy importante y hay que dejar que la desarrollen. El instinto de los padres suele tender a proteger demasiado a su polluelo y no nos damos cuenta de que hay ocasiones en las que les cortamos las alas. Tiene que aprender a volar solos poco a poco. Tampoco es bueno irnos al lado contrario y exigirles que ya hagan todo solitos. Todos los extremos son malos.

La autoridad entendida como una persona que dirige es imprescindible. Los adultos mandan, concretamente papá y mamá, pero no para controlarnos y dar órdenes sin criterio, sino para ayudarnos a seguir el buen camino. Tampoco podemos confundir autoridad con autoritarismo.

Nos invitó a explorar el mundo con nuestros niños y que lo lleváramos a ver trenes a Chamartín, a un Museo, a ver flores... Pero sin olvidar que son niño pequeños y que no les podemos exigir un comportamiento o un aguante más allá del normal en estas edades.

Durante las horas lectivas hacen mil juegos y actividades divertidas. no me extraña que entre tan contento a clase. Están aprendiendo muchísimo y la profesora ns aseguró que estaba muy contenta con el progreso de la clase en general. ¡Son todos unos campeones!

Nos dijo muchas cosas más, pero mi memoria no da para más y encima me tuve que ir antes de que acabara porque tenía que recoger al mayor de su extraescolar. ¡Que rabia! Porque me interesaba muchísimo todo lo que nos exponía. Para los pequeños habían montado un servicio de ludoteca para que los progenitores pudiéramos ir a la reunión sin distracciones. Con Iván allí me hubiera enterado de la mitad seguro.

17 comentarios:

  1. Se ve que estuvo muy interesante. Es muy bueno eso de recibir consejitos de vez en cuando. Un besote!!!

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    1. Y sobre todo si viene de alguien que sabe de lo que habla jajaja
      Aunque ya sabes que luego cada caso es único y depende de tantas cosas...

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  2. Que maravilla, encontrar a un profe que habla así, eso te deja muy tranquila porque sientes que tu hijo está en buenas manos. Un besín

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    1. Sí, a mí me deja muy tranquila. Y lo mejor es la sonrisa con la que entra y sale el peque. Es la prueba irrefutable que le encanta su profe y su clase :D

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  3. Muy bien por esa profesora, focaliza la creatividad y fomenta la investigación desde bien pequeños. Lástima que tuvieras que irte, seguro que os daba algún que otro consejo final muy útil.
    Lo mejor de todo es lo feliz que él se siente -y sus compañeros-.

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    1. Sí que fue una pena... Aprendí mucho en la reunión.

      Ahora intento que perciban lo feliz que me hace estar con ellos.

      Y coincido contigo: lo mejor es que sean tan felices :D

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  4. Verlo feliz y sonriente es la mayor garantía de que está genial en clase. Es una gran suerte tener una profe así!

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    1. La verdad es que he tenido muchísima suerte con las dos profes de infantil que enseñan a mis hijos. Cruzo los dedos para que en primaria se encuentren profesionales parecidos :D

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  5. Pero que bonito es por Dios!
    Me encanta el post y todo lo que dices en él! Verdades verdaderas, soy fiel partidaria del refuerzo positivo, de los besos, los abrazos y el cariño, aunque a veces se me escape algún grito, el cansancio puede con todo.
    Besos guapa!

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    1. Al fin y al cabo todas somos humanas, pero si lo intentas avanzas siempre algo. Y soy muy nerviosa, no lo puedo evitar, pero lo puedo suavizar ;)
      Todo es proponérselo seriamente

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  6. Es un método estupendo para lograr que los niños aprendan a la vez que juegan y se lo pasan bien ,sobre todo a esas edades donde comienzan y tienen que formar las bases .La pena es que luego en primaria comienza el maratón , y con clases atiborradas de niños ya no es posible dar tiempo a la experimentación y el juego , por eso tenemos que darles en casa algo más y diferente a lo que dan en el colegio.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo. Primaria está muy mal orientado. Y eso que hay miles de iniciativas extremadamente interesantes. El otro día encontré una de Dialnet que giraba alrededor de la película de Wally Wonka y su fábrica de chocolate que me pareció increíble. Los chiquillos aprendían matemáticas, emprendimiento, música, economía... ¡hasta gimnasia! Y todo de una forma muy divertida :D

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  7. Que guay, es super interesante y recomendable que los la familia y escuela anden de la mano en la educación de los niños, porque recordemos que la escuela enseña y nosotros educamos. Y que incidan tanto en el tema de las emociones es genial!!!

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    1. Tenemos que complementarnos. Estoy totalmente de acuerdo :D

      Las emociones son importantísimas. Hasta me estoy planteando asistir a alguna sesión que me ayude con las mías!!!

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