Cuando le arrastrábamos hasta la calle con protestas, lloros y lamentaciones por su parte, nunca estaba de acuerdo con el destino que habíamos elegido. Si decíamos que se había acabado el paseo, entonces no quería entrar en casa ni a rastras. ¡¡¡Aaaaaarg!!! Ni toda la paciencia del mundo puede con este tipo de comportamientos, así que ni decir tiene que mamá arrugó el ceño bastantes veces y pegó más gritos de la cuenta.
Menos mal que se le pasó.
jajajaja...creo que a veces nos pasa un poco a todos no? Pero si, cuando se ponen así más que paciencia se necesita un poco de tequila jajajaja ;)
ResponderEliminarCierto, pero a él no fue un día que fueron varios uuuuf. A mí se me acababa pronto la paciencia con tanto discutir los planes. Al final acababa con el odiado ¡¡porque yo lo digooooo!!
EliminarSi hasta los adultos tenemos épocas en que no nos aguantamos ni nosotros, ¿cómo no las van a tener los niños? Un besote!!!!
ResponderEliminarCierto, cierto... Aunque yo tengo mal día el que tengo yo y el que tiene ellos Sight!
EliminarNormal, jajaja a mi a veces me saca de mis casillas y eso que tengo una paciencia infinita!!! pues tu tranquila será un mal dia o una racha vete tu a saber.
ResponderEliminarYo creo que sí fue una mala racha. Ahora ya está como siempre :D
EliminarEsas rachas son habituales , demuestra que tiene carácter indómito,jaja. Bueno, no queda otra que esperar que se pase y de vez en cuando hay que imponerse cuando se ponen tan inquisitivos aunque sea con esa frases de ¡Porque lo digo yo!.
ResponderEliminarUuuuy me revienta decir esa frase, pero hay veces que no queda otra. A este chico como le des un clavo ardiendo se agarra a él con uñas y dientes. No veas que facilidad tiene para darle la vuelta a todo lo que le dices. Buuuuf!
EliminarMayor lleva unas semanas así, justo desde Semana Santa. Y es desesperante... Como decía mi abuela: "Señor, dame paciencia, ¡pero dámela ya!". Ja, ja, ja.
ResponderEliminarAaay, como me entiendes! Sé que son fases y etapas, pero es que.... buuuf
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