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viernes, 31 de julio de 2015

Cocinando con Arla: patatas al horno con queso mozzarella

Hoy traemos una receta que ha tenido un éxito tremendo con los niños... Y con los adultos. Además, es facilísima.

Necesitamos:
- Patatas
- Un poco de pimentón dulce
- Un poco de pimienta negra
- Aceite de oliva
- Mozzarella rallada de Arla Finello
- Beicon en trocitos

Suena bien ¿eh?

Cuando ya tenemos todos los ingredientes sobre la mesa, llamamos a los cocineros y al que acuda a la llamada lo reclutamos para empezar a cocinar. En esta ocasión, sólo se presentó voluntario Daniel, aunque el más peque se pasaba de vez en cuando para picar algo.

Le di al mayor patatas peladas y cortadas por la mitad para que les hiciera unos pequeños cortecitos por la parte plana. Al principio probamos con un cuchillo de plástico, pero resultaba imposible hacer las muescas, así que, no sé cómo, terminó convenciéndome de que él era ya muy mayor y podía usar un cuchillo de adultos sin cortarse. La verdad es que lo hizo fenomenal.

Cuando todas las patatas estuvieron marcadas, puso un poco de aceite en una bandeja de horno cubierta con papel plata y las colocó en el orden que mejor le pareció.

Entonces le pedí que pusiera un poco de pimentón y un poco de pimienta en cada una. Lo cierto es que el reparto no fue nada homogéneo, pero así cada comensal eligió a su gusto según el sabor era más o menos fuerte.

Acto seguido volvió a coger la brocha para pasar un poco de aceite sobre las patatas y las metimos una media hora al horno a 180 grados. Cuando vi que estaban doraditas, las saqué, las puse en un plato y le pedí al chiquillo que colocara el beicon y el queso mozzarella a su gusto. Recargó bastante, pero es que es muy tragoncete este chiquillo y yo ya le veía relamerse.

Lo ideal es gratinar el queso, pero mis chicos no quisieron esperar ni un segundo más para degustar el plato. En unos minutos habían desaparecido las patatas. Y los filetes de pollo que había hecho como plato principal seguían intactos sobre la mesa.

Me hubiera gustado sacar una foto mientras devoraban las patatas, pero es que si me descuido me quedo sin probarlas.

4 comentarios:

  1. Creo que te voy a cambiar una semana a mis hijos por los tuyos para saber q es eso de poner la comida en la mesa y q desaparezca antes de darte cuenta ... no sabes la envidia q me das :-( yo por más q hago cossas ricas (quiches, tortilla de patata, empanada, ...) no hay manera...se eternizan comiendo y yo me desespero!!!

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    1. Jajaja mándamelos para acá, que se junten con los míos y tu disfruta de una velada tranquila y llena de paz con tu marido ;)

      Luego ya te contaré si comen o no XS

      Estos también dan guerra cuando: no tiene hambre, tiene sueño, están cansados, tiene ganas de liarla, les decimos que no a algo... La lista es taaaan larga...

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  2. Me has creado una necesidad. QUe lo sepassssssss....
    Pero qué pinta y qué niños!!
    Ya te diré cómo me va cuando te copie la receta1
    Un beso!!

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    1. Jajajaja

      Espero que os gusten!!! Estas patatas las hacía mucho mi abuela y no sé por qué yo nunca las suelo hacer. ¡Y eso que están muy buenas y son muy fáciles de hacer! Dos cosas imprescindibles para que me guste a mí una receta jajaja

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