Deberes de verano: Palabras y letras escondidas

Daniel está bloqueado con el tema de la lectura. De nada sirve que le diga que tiene que esforzarse para abrir esa puerta que le permitirá viajar a donde quiera con la imaginación y perderse en mil historias literarias. Le suena muy bien, pero se niega a leer. Me cuesta un mundo convencerle de que lea un palabra. Ya ni os cuento una frase.

Así que para motivarle se me ocurrió ponerle como tarea algo que ya hicimos con letras hace algún tiempo. Sólo necesitamos una cera grasa blanca y acuarelas. Como no encontré las acuarelas (a saber dónde las metí la última vez que las usamos), nos las apañamos con un poquito de témpera roja diluida en agua.

Al mayor le escribí palabras misteriosas y le pedí que las fuera encontrando a base de la pintura y dibujando en una cuadrícula que también le facilité lo que iba leyendo. Le encantó el juego. A Iván le hice lo mismo, pero con letras. Las tenía que dibujar a medida que aparecía, pero se cansó rápido y me hizo saber que él quería palabras y dibujar cosas como Daniel y no letras. Al final acabó cogiendo la pintura y pintando su propia palabra "POD", lo que me pareció genial.

Tuve que ayudar al primogénito porque aseguraba que no habían dado la G en clase o porque no se acordaba de uno u otra letra. En resumen: le puede la inseguridad con esta tarea en concreto y yo tampoco le quiero forzar demasiado para que no le coja asco. Al final con mis pequeñas pistas lo fue sacando todo. Por ejemplo, si ponía Isla, él leía Sila, así que le indicaba que estaba muy bien, pero que en la primera sílaba las letras estaba al revés. Si no se acordaba de una letra le decía yo el fonema. "¿Como suena esta letra, mami?", "Suena nnnnnnnnnn". O, por ejemplo con la G le recité todos los sonidos con las vocales: "ga, gue o ge, gui o gi, go, gu"... Al final se le veía muy orgulloso con su cuadrícula rellena. A ver si doy con la tecla para desbloquear su miedo a leer...