TdN 2015: Fin de fiesta

Como todo lo bueno, las Jornadas Tierra de Nadie se acabaron demasiado pronto. Para poner el broche final se celebró la clausura en el salón del acto en la que hubieron risas, regalos y mucha pena porque nadie llegaba a creerse que ya mañana tendríamos que abandonar el recinto, sin mirar atrás. Bueno, mirando, porque nos hemos acordado mucho de todo lo que allí hicimos. Tenemos una gran lista de juegos que queremos pedir para Reyes este año y muchos muchos buenos recuerdos.

Me gustó mucho el detalle de que en la clausura todos los niños se llevaran un regalo independientemente si habían ganado algún torneo o sorteo. Se les veía emocionados por haber subido al escenario a recogerlo. Mis niños eligieron unas figuras de Hora de Aventuras. ¡Con lo poco que me gustan a mí esos dibujos animados! Pero ellos eran felices y es lo único que importaba en ese momento.

Nos fuimos muy tarde a dormir esa noche. Al día siguiente madrugamos, recogimos y nos montamos en el coche para poner rumbo a Elda. Mi hijo mayor echó una mirada a su alrededor y nos soltó: "Que pena que no hemos podido visitar este bonito pueblo". La verdad es que no sé si Mollina es bonito o feo porque no salimos de Celulaj en los tres días y medio que duraron las jornadas. ¡Ni falta que hizo!