El cumpleaños de Iván y la Feria

Y por fin hemos acabado con este sinfín de cumpleaños con el último de Iván. Éste sábado cumplía cuatro años, pero como no estaba el padre, porque andaba de vieja de trabajo. decidimos hacerle el homenaje el domingo. Eso no quitó que el sábado recibiera mil felicitaciones se lo pasara bomba mezclando los ingredientes de su tarta, un gran castillo de chocolate y turrón.

Luego decoraron el castillo entre los dos hermanos llenándolo de toppings de colores. Quedó de dulce y preparado para devorar al día siguiente con la llegada de papá de su viaje.

Así como el cumple del mayor coincide con las fiestas de Covarrubias, el del pequeño se solapa con las del barrio y llega la... ¡Feria! Un espectáculo de luces cegadoras, ruido estruendoso y diversión sólo limitada por los euros que tengan los papás en el bolsillo. Porque hay que ver cómo se han subido a la parra. ¡A euro el minuto de diversión! Y sin embargo, los padres seguimos yendo como borregos a que nos timen sin piedad. Cómo le dices al crío que no cuando la Noria se ve desde la ventana de tu casa.

Así que allí que fuimos a ver reír y saltar a los peques, que, como siempre, se quedaron con ganas de más. Menos mal que a la vuelta les esperaba una rica comida y... la tarta. Daniel se moría de celos, así que se quedó un cangrejo que había hecho con la mezcla que no me había cabido en el molde del castillo. Y se empeñó en decir que también era su cumpleaños. Nos costó mucho esfuerzo hacerle comprender que el protagonista de ese día era Iván y sólo Iván. Igual que en su día fue Daniel y sólo Daniel, Aún así y todo, estuvo de morros mientras cantamos cumpleaños feliz a Iván de mil maneras.

La tarta fue un triunfo. ¡Estaba buenísima! Y luego el regalo, que también le gustó mucho a nuestro pequeño: Un juego de Megablocks basado en los famosos Skylanders con el que estuvieron jugando muchísimo.

Un fin de semana de lo más completito y divertido.