Juguetes con esponjas

Vi este post de Marta de La Fábrica de los peques, que hizo como colaboración en Princess and Owl Stories, y me enamoré de los juguete que hizo con esponjas. Son tan bonitos... Y ¡claro! Decidí que nosotros también tendríamos. Es que sonaba una actividad de lo más divertida de principio a fin. Cogí las esponjas que tienen para jugar, las tijeras y me puse manos a la obra pensando en verdaderas obras de arte. Pero la cosa no era tan fácil. Las esponjas no se dejaban recortar a mi gusto, ni darles la forma que yo tenía en mente. Me salían unas cosas rarísimas.

Mientras yo me peleaba... estooo... recortaba las esponjas, Daniel les daba color con unos indelebles que le proporcioné. Iván, últimamente, pasa de todo lo que propongo y prefiere jugar a su bola."Qué bonito queda el pececito marrón. Aunque a lo mejor un color más alegre hubiera estado bien", le sugerí al chiquillo en un descanso mío con las tijeras. "¿Qué pez?" me preguntó asombrado, "¿Te refieres a la montañita?"

Y es que las figuras que salían de mis manos no se parecían en nada a lo que yo quería lograr. Mi chico se presentó voluntario para recortar algunas e intentar algo más decente, pero se encontró con el mismo problema que yo. ¡Era imposible! Tengo la sospecha de que eran demasiado gruesas. Buscaré unas mas finitas y lo volveremos a intentar.

De todas formas, mi niño mayor se lo estaba pasando pipa haciendo su juego de piezas apilables o puzzle para el baño, según sus propias palabras.

Me costó la vida que esperara al menos media hora para meter las esponjas en la bañera, tal y como aconsejaba Marta. Y, al final, los indelebles resultaron ser una porquería porque destiñeron desde el minuto cero para regocijo del chiquillo.

Se lo pasó bomba con todos los recortes de esponjas multicolores (los suyos propios porque la tinta se quedó toda todita en el agua). Cuando se cansó, el hermano pequeño me pidió que las dejara para que jugara él también y así lo hice. Estuvo un buen rato haciendo puzles, transvasando, tirando peligrosamente los misiles explosivos...

Y es que la imaginación no tiene límite. Gracias a ello no necesito se muy mañosa en mis manualidades. Eso es un puntazo.