Les encanta preparar las batallas épicas con su padre. Su tío se lo curró mucho y les dio los guerreros ya montados y pintados. ¡Impresionantes!
Pasamos un rato muy divertido durante la comida familiar. Nos echábamos mucho de menos desde las Navidades.
Cuando cada mochuelo se fue a su olivo nos echamos una siesta reparadora y nos lanzamos a la calle a ver como estaba el panorama Pokemon. La siesta era imprescindible porque nos había levantado a las cuatro de la madrugada para coger nuestro vuelo de las siete de la mañana.
Hay que confesar que la ciudad de Las Palmas es el paraíso del cazador de Pokemons. Una pokeparada casi en cada esquina, millones de bichos campando a sus anchar y derroche de cebos. Los gimnasios también abundan y cambian de manos cada minuto. Suficiente para recoger tu dinerito en la tienda cada 24 horas. Casi casi que viene todo a ti.
Mientras los papis cazaban los niños buscaban cangrejos en el paseo marítimo, hacían deporte y jugaban en el parque infantil. Se ve que ya se han cansado un poco del juego. Sólo lo cogen de vez en cuando y ya no nos piden ir de caza. Aunque acogen con alegría cada nacimiento de huevos, captura de especímenes nuevos y subidas de nivel.
Que bien se vive en vacaciones, que pena que pasen tan rápido.
me gusta como escribes veo tu felicidad a traves de tus letras ha sido un placer encontrarte
ResponderEliminarMuchas gracias!!! :D
EliminarNos gusta disfrutar de cada pequeño momento.
Me he pasado por tu blog. Preciosas mini poesías
Qué envidia me dais... Yo que este verano no he tenido vacaciones daría lo que fuera por un par de días por ahí. Besotes!!!
ResponderEliminarNo te fuiste de vacaciones??? Pues yo te hacía por ahí viendo mundo hasta hace muy poco. Ojalá pilles esos días que necesitas pronto. Las vacaciones son imprescindibles ainsss
EliminarNo me fui. Conté la historia el jueves pasado en el blog, por si quieres cotillear.
EliminarVaya thriller laboral. Cuanto lo siento. Lo de levantarse a las 5 de la mañana es mortal. Yo también tuve que hacerlo durante varios años y llegaba a las ocho de la noche como si fuera ya casi de madrugada. Buuuf. Agotadísima
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