Pequejornadas en Arkania: Los beneficios del rol en el desarrollo y educación de los niños

En cuanto me enteré por medio de Julia de Bebé a Mordor, que se iban a realizar unas pequejornadas familiares en la tienda de juegos Arkania, mandé un email para reservar plaza casi sin pensar. La cosa pintaba más que bien. Para empezar podríamos disfrutar de unas charlas de la mísmisima Julia, y de Padre en Estereo que prometían muchísimo.

Les expuse el plan a mis churumbeles y les pareció bien, así que el día D nos plantamos allí para pasarlo en grande. Y no fue para menos. Nada más entrar nos repartieron muestras del Dobble y chuches para endulzar a los peques. También nos dieron un carnet para cada niño con el que podíamos alquilar gratis juegos durante un tiempo determinado (con la algarabía no me enteré muy bien). Este servicio me parece la caña. Por dos euros y medio te llevas el juego que quieras de su extensa ludoteca, lo pruebas tranquilamente en tu casa, lo devuelves a la semana y si te ha gustado te lo compras. Es genial porque, a veces surgen juegos que te crean altísimas expectactivas, te lo compras con toda la ilusión del mundo y luego te dejan frío. Y si eso le pasa a los adultos imaginaos a los niños. Te la juegas y mucho. En cambio si lo pruebas primero juegas sobre seguro, nunca mejor dicho. Nosotros aprovechamos las jornadas de juegos para probarlos y luego compramos según los resultados. Con esta iniciativa ya no hay que esperar a que se celebren unas jornadas de juegos. Pero al ajo que me disperso.

En la tienda pude saludar a Sara, de Tribu creciendo juntos, Sem, de Y con estas barbas (Felicidades de nuevo. A ver is es lechón o lechona jajaja), María José, de mariajoserodriguezescritora.com, Rafa de Jugando por ellos y muchos padres con las mismas aficiones que nosotros. Todo un placer.

Enseguida organizaron a las festivas familias para bajar a los niños a la planta de abajo a jugar rol, mientras los padres nos empapábamos de la sabiduría de dos grandes blogueros.

Mientras en el sótano se repartían por edades para jugar a Magissa y Pequeños detectives de Monstruos, en la parte de arriba Julia, de Bebé a Mordor, psicóloga y madre, comenzaba su charla sobre los beneficios del rol en el desarrollo y educación de los niños y nos contaba que el rol es una herramienta maravillosa para aprender matemáticas, para desarrollar la capacidad de resolución de conflictos de forma autónoma, para que aprendan a tomar decisiones, para ampliar su vocabulario, mejorar sus dotes de comunicación, enriquecer su razonamiento lógico matemático, superar la frustración...

Comenzó por el principio, lo que suele ser buena idea, y nos habló de que en el rol hay máster para todos los gustos: el que adapta las normas según el grupo, el que es más rígido que una piedra y no se sale del manual... Pero con los niños hay que ser muy muy laxos para poder adaptarnos a sus edades, habilidades y capacidades. No es lo mismo un peque que lleve jugando tres años que uno que se enfrenta a su primera partida.

Para iniciarlos en este tipo de juegos nos habló del rol sin dados ¿Es posible eso? Pues claro. Y muy recomendable, sobre todo entre los más pequeños. Para explicarlo citó los cuentajuegos de los que nos habló Ignacio Muñiz, responsable de Marketing de NoSoloRol, en la charla Rol con niños que dio en las jornadas Tierra de Nadie. Es algo tan sencillo como contarle al niño un cuento en el que él (o ellos si hay más de uno) sean los protagonistas y preguntarles en el transcurso de la narración: "¿Y ahora que haces?" para que él mismo decida el rumbo de su historia..

El rol, en general, es una oportunidad maravillosa para que los peques tomen decisiones libremente que en su rutina diaria les es imposible. Los niños viven en un entorno muy dirigido en el que les decimos cómo deben de vestir, qué tiene que comer, dónde tienen que ir... Con el rol pueden liberarse y decidir sin presiones que habilidades tienen, que armas y artilugios llevan, por dónde ir, si se enfrentan al monstruo o no, si hablan con el tabernero o con el de la armería, etc etc.

Además, es el juego colaborativo por excelencia en el que cada miembro del grupo destaca por una cosa diferente y por eso mismo es importante para acabar la misión con éxito. Le ayuda a aprender a trabajar en equipo, imprescindible para el entorno laboral que les espera.

El aspecto matemático no hay ni que explicarlo. A la hora de tomar decisiones cada uno tiene que tomar en cuenta los puntos de habilidad que se le suman a la tirada de dados y tiene que calcular las probabilidades de éxito según las caras del dado. Hablando de caras de dado, la geometría la tendrán chupada si son asiduos jugadores de rol. Un pack de dados de rol lleva el de cuatro caras (un tetraedro), el de seis caras (hexaedro o cubo), el de ocho caras (octaedro), el de diez caras (trapezoedro), el de doce caras (dodecaedro) y el de veinte caras (icosaedro). No sólo aprenden geometría, es que la tocan, la usan, juegan con ella...

A los participantes se les presentan dilemas, problemas, retos.. y tiene que tomar decisiones basándose en la situación y los recursos de los que disponen así que aprenden a ser proactivos, creativos, resolver conflictos, a desarrollar sus dotes de comunicación (primordial para resolver las misiones) y, por supuesto a aceptar las consecuencias de sus actos y soportar la frustración de la mejor de las maneras, ya que a veces se equivocan o las tiradas no son nada buenas. ("¡Un uno! avanzas con tu hacha, pisas un lápiz, te resbalas, te das de morros contra el suelo sin darte tiempo a poner las manos, se te cae el hacha en la cabeza. Quítate un punto de vida" "¿Estás de bromaaaa?" "O te quitas el punto de vida o el orco te muerde un ojo, tu decides". Nunca discutas con el máster. Esto es una anécdota real y el máster despiadado era mi hermano). Los peques se enfrentan a peligros y enemigos y con ello desarrollan una capacidad estratega y táctica importante que dista mucho del factor violento que le atribuyen muchos a los juegos de rol.

El rol también alimenta la capacidad de mostrar empatía de los niños, porque en eso se basa este juego: en ponerte en la piel del otro y actuar como actuaría ese otro. Algo muy difícil, pero ellos lo logran de forma natural. Mucho mejor que cualquier adulto. No hay más que observar a un grupo de niños jugando al rol, aunque sea por primera vez, para quedarte con la boca abierta con sus razonamientos, estrategias, creatividad, entusiasmo... Lo viven. La prueba están en los pequeños roleros de abajo que alzaban sus voces emocionados muy a menudo poniendo banda sonora de aullidos a la charla.

Dijo muchas más cosas, pero creo que ya he plasmado las ideas que me parecieron más importantes y como me he enrollado malamente, como se suele decir, voy a dejar la charla de Papá en Estereo y de Richard, gerente de Arkania para mañana. Os puedo asegurar que fueron tan interesantes como la de Julia.