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domingo, 30 de octubre de 2016

Calabazas, calabazas... un demonio y un científico zombi

No es un secreto que a mis hijos les encanta Halloween. Es una festividad misteriosa, tétrica, emocionante y que promete muchas aventuras horripilantes. ¿Qué más pueden pedir?

¿Que es extranjera, que se celebra desde hace muy poco, que en España lo tradicional es el día de todos los santos? Para ser sinceros, se las trae al pairo.

Y no porque yo no les haya hecho encender velas por el alma de los que hemos dejado en el camino cada año o no me deje un riñón y parte del otro comprando los deliciosos huesos de santo, porque eso también lo hago. Pero, claro, no tiene el mismo atractivo que pintarse la cara lo más terrorífica posible y vestirse con la ropa más vieja y rota que podemos encontrar. No es lo mismo ni de lejos.

Ni tan divertido como contar cuentos de miedo con linternas, ver pelis divertidas de Halloween o dar sustos por doquier. En el fondo les entiendo.

Este año, han decidido celebrar una fiesta monstruosa en el cole y para ello han pedido a los niños que vengan disfrazados, el que así lo desee, y han organizado un concurso de calabazas escalofriantes. Y, claro, le ha faltado tiempo a mi primogénito en explicarme la enooorme ilusión que le haría llevar una calabaza realmente terrorífica al cole.

Y tiempo me ha faltado a mí para hacerme con las más bonitas que encontré. Por supuesto, el hermano pequeño se unió al plan sin pensárselo do veces. La idea era hacer una bonita actividad en familia, pero Dácil propone y el cachondo del destino dispone. Daniel tenía examen y deberes, así que mientras papá e Iván hacían una de las calabazas, el resto del equipo se dejaba las neuronas para conseguir una buena nota al día siguiente.

Cuando por fin nos sumamos, Iván ya se había cansado y se había pirado a jugar con los Legos. Daniel estaba deseando echar mano a su calabaza. La limpió con todo el mimo del mundo y, como hiciera su  hermano antes que él, se puso manos a la obra para hacer un borrador de las caras más terroríficas para luego plasmar la mejor a base de cuchillo.

Cada uno se hizo cargo de un aspecto del montaje: Yo tuve la idea de la pobre mandarina calabaza a la que se quieren comer e hice los sombreros de papel para darles un toque elegante, los niños vaciaron las calabazas y diseñaron las feroces expresiones y el papá, cuchillo en mano, se encargó de hacerlo.

No diré que no hubo problemas técnicos y que acabamos a grito limpio, pero en el camino lo pasamos muy bien y el resultado nos gustó mucho.

Con toda la pulpa que sacaron hicimos unos deliciosos bizcochitos, cien por cien Halloween, muy molones que nos comimos entre la cena y el desayuno. ¡¡Estaban deliciosos!! Gracias Thermomix por existir.

A la mañana siguiente cargué como una burra para que las calabazas llegaran sanas y salvas al colegio, pero a los cinco minutos de ser entregadas a las manos infantiles ya habían perdido el sombrero, la tapa cinco veces, las mandarinas botaban a sus anchas... En fin, son niños y con lo que me quedo es con la ilusión con la que las agitaban ante los chispeantes ojos de sus compañeros.

Cuando pasé a ver la exposición multitudinarias de calabazas del cole flipé con todas. Es una actividad muy divertida.







10 comentarios:

  1. Sé que dicen que es una americanada pero me hubiera encantado que se celebrase Halloween cuando yo era pequeña. Estoy segura de que lo hubiese disfrutado a tope. Besotes!!!

    P.S. Os quedaron chulísimas!!!

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    1. Es una fiesta muy divertida. Los niños se lo pasan bomba. Yo creo que también me lo hubiera pasado muy bien :D

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  2. A mi no me dio tiempo a decorar una calabaza, pero es una actividad estupenda con los peques.

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    1. Sobre todo cuando metes las velitas dentro. Me encantan sus caritas jajaja

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  3. A ver puede preferirse o no pero eso de que es extranjera, Papá Noel también lo es así que eso sobra. Cada uno que haga lo que quiera.

    Ha quedado muy chulo todo!!

    Besos

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  4. Los disfraces impresionantes, dan miedo!!
    El tema de las calabazas me ha encantado, menudo trabajo y que obras de arte han hecho. Respecto a los bizcochitos tienen una pinta terroríficamente sabrosa mmmmmm.
    Me parece genial la iniciativa del cole, ojalá todos lo hicieran porque se ve muy divertido el rato que pasan y lo concentrados que se les ve en las fotos.
    Un abrazo!

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    1. Sí que daban miedo jajaja E iban encantados :D
      Lo del concurso de calabazas me ha encantado. Además, era totalmente voluntario. Sí que estaría bien que lo repitieran.
      Y los bizcochos mmmm ya no quedan jajaja

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  5. Guauuuuu ¡sin geniales!!! os quedaron muy, muy, muy bien!!!
    ¡Qué actividad más guay! y los bizcochitos.... ¡habrá q probar! :D

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    1. Estaban graciosas. Luego nos las devolvieron y duraron un par de día más. Le pusimos velas led y todo jajaja
      El bizcocho está muy bueno y es taaan fácil de hacer jajaja

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