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jueves, 13 de octubre de 2016

El detective Iván

Un Iván muy misterioso vino a mi encuentro. llevaba unas gafas oscuras y una lupa en la mano. "Mamá", me llamó, "ha habido un... ASESINATO" ¿Ein? Le pedí que se explicara mejor y me invitó a seguirle a su cuarto. "Aquí antes... había un muerto", aseguró señalando una parte de la alfombra, "Pero ya no está. Alguien se lo ha llevado y me robado cosas immmportantísimas. Me tienes que ayudar a buscar las pistas". Cualquiera le dice que no.

Así que ya me veis buscando en toda la habitación sin tener ni idea de lo que estoy buscando y a un entusiasta detective chillando "¡¡¡Una pistaaaaa!!!" cada vez que me topaba con algo: un globo, una pelusa, un lápiz... Ajá, pero ¿una pista de qué? ¿Cogeríamos al asesino? ¿Encontraríamos sus cosas?

Poco a poco fueron apareciendo cositas que él mismo había escondido. Como su madre es bastante torpe es esto de buscar me tuvo que guiar con frío, caliente, jolín, mamá que está justo ahíiiiii.

De repente se nos acercó el mayor y quiso unirse. Iván se mostró un poco reticente porque si hermano tiene tendencia a reventar los juegos para imponer sus normas, pero se vio obligado a aceptar al nuevo detective bajo mi presión. De todas formas, anuncié que poco quedaba para terminar el juego porque una menda tenía que ponerse a cocinar si querían comer ese día.

Entonces, el pequeño tuvo una idea muy buena. "Vale, mami. No te preocupes porque vamos a encontrar al asesino, luchar contra él y te vas a hacer la comida", el plan encantó al mayor que enseguida se puso a buscar un arma contundente con la que atacar de forma efectiva al asesino. "¡¡Ya le hemos encontrado!! ¡¡¡A POR EEEEEL!!!" chilló Daniel. Los dos peques se tiraron a por un malvado imaginario dando patadas y puñetazos al aire.

"Venga mamáaaaa. Lucha con él, que nos gana", me pidió Iván. Después de la sesión de agachadillas para buscar cosas, lo último que me apetecía era otra de Kickboxing, pero ahí me tenéis golpeando mientras soltaba "Pum pum, toma toma ¿Ya?". Y sí. Ya habíamos resuelto el caso y vencido al malo. Yujuuuu. "Bieeeen, bravooo", gritaban los valientes detectives brincando en el sofá a pesar de mis regañinas. "Que lo vais a rompeeeer", me desgañitaba.

"Vaaaale", se sentó el más pequeño, "Vete a cocinar y pon la tele... Por favooooorrrr", me pidió achinando los ojillos y con una sonrisa llena de dientes. "Esooooo", le secundó el mayor sentandose también. En fin, que los dejé colgados de la pantalla y me fui a lo mío pensando en todas las cosas que me iba a encontrar escondidas por toda la casa la próxima vez que me pusiera a limpiar. Algunas seguro que se pegan años donde las ha dejado Iván...

6 comentarios:

  1. ¡Que suertuda! Que protegida estás en casa con estos dos super detectives guerreros ninjas jajaja...

    La próxima vez créate un plan de dectectives tú: que escondan todo lo que han desordenado para que tú lo encuentres si están en su sitio o no, porque si lo colocan mal habrá una mega explosión de cosquillas y espinacas saltarinas jajajaja...

    ¡Un muackiles!

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    1. Me encanta tu plan. Voy a ponerlo en práctica aunque estos sabuesos tienen un olfato muy fino y detectan enseguida mis estratagemas jajaja

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  2. Jajajajaja que bueno! Vaya imaginación. Ahora te toca a ti esconder cosas ;)
    Un abrazo!

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    1. Primero a ver si encuentro todo lo que escondió Iván que ni él mismo se acuerda jajaja

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Me encanta saber lo que piensas.