Como arreglar un libro mojado

Gracias a Literatura SM Hacemos lectores ha llegado a mis manos el último libro premiado por Barco de Vapor: Cómo arreglar un libro mojado de Roberto Aliaga. Confieso que me ha encantado. La historia es preciosa de principio a fin y te toca la fibra sensible. El protagonista es un niño tan impulsivo como sensible y orgulloso que te gana enseguida con sus pensamientos caóticos y apasionados. El pobre se encuentra con un dilema muy gordo. En primer lugar ha roto la regla de oro de su casa: el respeto a los libros. Pero ha sido sin querer... y de una forma un tanto asquerosa.

Pero eso no va a amedrentar a nuestro protagonista. ¡Vaya que no! Ahora mismo va a pedir ayuda a quien todos pedimos ayuda antes o después. A Internet por supuesto, pero la panacea universal no tiene las respuesta para todo. ¿Qué haces cuando lees sin querer el libro y resulta que no es un libro? ¡Sino un diario! Y el que lo ha escrito tiene un problemón. Uno tan gordo que hasta hace que se le salten las lágrimas a uno, aunque el protagonista nunca llore, eeeeeh, que quede claro. Fijo que se le ha metido algo en el ojo. Se le ha metido una historia, una de las duras, y tiene que hacer algo.

Y así estaría si no se cruzara en su camino la alocada y manipuladora Sara. Menos mal que ella le da el empujón que necesita para averiguar de quién es el cuaderno. ¿Cómo? ¿Que quien es Sara? ¿Que qué lee en el diario? ¿Cómo acaba mojado? Ah no, amigo. Vas a tener que leértelo tú mismo para conocer el final.

Eso mismo le dije a Daniel que no para de darle vueltas y mirar y remirar las simpáticas ilustraciones. "Porfi mamiiii. Leémelo, porfiiii". Me dice poniendo ojitos de Bambi. Estoy por claudicar porque la edad aconsejada es de ocho a once años, pero yo creo que este peque de siete puede con él. Todo es proponérselo, como hizo el protagonista cuando se encontró el libro.

Si te empeñas al final lo consigues, aunque este chico el empeño lo pone en perseguirme a mí para que le ponga voz a las páginas. Estoy por claudicar... Es que la historia merece ser oída por mis dos churumbeles. Es tan original y conciencia de un problema social muy extendido, por desgracia. Entre estas páginas aprenden sobre la ética, el miedo, las relaciones personales y familiares, los juicios de valor, el trabajo en equipo... Y muchos otros temas que pueden arrojar luz al misterio, así que no voy a nombrarlos.

Si visitas la página de Literatura SM te puedes descargar guías de lectura muy interesantes. Yo ya me he descargado una para que Daniel haga este verano sin prisas.

Mis niños pronto descubrirán quién es el dueño del libro mojado y cómo Víctor logró ayudarle con un poco de apoyo familiar y de Sara.