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viernes, 7 de julio de 2017

3D Imprimir el mundo en el Espacio Fundación Telefónica

Desde que una padre fue a hacer una taller de impresión en 3D en la clase de Iván, éste anda obsesionado con el tema de que quiere que le compremos una impresora 3D. Nada más y nada menos. Y el mayor le secunda, por supuesto. Pero Raúl y yo nos vemos a años de luz de tener una en casa. Mirando por internet, la máquina mismo no parece muy cara, pero la "tinta" que requiere y los diseños en 3D no sé si son igual de asequibles y fáciles de conseguir.

Mirando sitios chulos para llevarles se me ocurrió consultar el programa de exposiciones del Espacio Fundación telefónica y ¡ni hecho a propósito! Justo tienen una de Impresiones en 3D. Tenía que llevar a los peques. Ya que han mostrado tanto interés...

Nos plantamos de allí un día de lluvia y viento. Qué mejor plan que uno a cubierto. Nada más entrar en el recinto de la exposición lo fliparon con la primera figura. Unos hilos que brillan en la oscuridad. Y, a medida que avanzábamos la que lo flipaba era yo. Máquinas, ortopedia, moda, juguetes... Nada se salva de esta nueva tecnología que está invadiendo todos los sectores.

Me hubiera gustado verla con más calma, pero mis hijos parecían tener prisa por descubrir qué sería lo siguiente. Sólo se pararon un buen rato ante el castillo de juguete y sus figuras. Ahí es cuando se pararon, me miraron fijamente y me soltaron: Mamá. Está claro que necesitamos una impresora 3D en casa.

Ay diossss. Espero que se les quite la idea de la cabeza.

Aprovechando que estábamos allí visitamos también la exposición de fotografías que adorna la cafetería y que, al final, aseguran que fue lo que más les gustó. Sobre todo una foto de un perro babeando por unas galletas. Y Con los ojos bien abiertos. 100 años de fotografía Leica. Esta última les impresionó, gustó y horrorizó a partes iguales. Es que habían fotos de todos los estilos y contenidos. Algunas un poco fuertes para ellos. Así que, digamos que en algunos tramos les arrastre más rápido de lo que ellos podían caminar. Una serie de señoras mayores le dio un buen susto a Daniel. Las bautizó como las abuelas del terror.

También nos pasamos por la exposición permanente en la que encontramos dos novedades: una centralita que se podía manipular (ole ole) y una cabina del tiempo a base de realidad virtual. Se pegaron a la centralita como si tuviera pegamento, pero, a pesar de leer y releer las instrucciones y de que una señorita majísima nos explicara como funcionara, no conseguimos conectar las dos líneas. ¡Buf! Qué difícil.

La cabina estilo Tardis también les llamó la atención, pero la monitora les echó un jarro de agua fría cuando les explicó que hasta los trece años no se recomienda que los niños hagan uso de la realidad virtual porque aún no tienen bien formada la retina. También me lo echaron a mí. Se me pusieron los pelos de punta al pensar que los míos ya la habían probado en varias ocasiones. Menos mal que han sido momentos muy puntuales. Pero ya lo sé para el futuro.

La que se sentó y se puso las gafas fui yo mientras ellos veían en una pantalla todo lo que yo iba viviendo. Molaba un montón. Te contaban la historia de telefónica de una forma dinámica y chulísima. Hubo un momento en el que aparecía suspendida sobre el cielo de Madrid. ¡Que vértigo! Mis hijos se mondaban y exclamaban alborozados con cada descubrimiento.

Pero el pequeño ya llevaba un rato cansado de recorrer el museo y empezaba a ponerse impertinente, así que decidimos marcharnos a tomar un chocolate con churros que, con el día tan pasado por agua y oscuro, se prestaba muchísimo. Nos fuimos a una cafetería cercana y disfrutamos de nuestra golosina comentando la visita. A la pregunta de qué les había gustado más el mayor aseguró con una gran sonrisa que la fotografía del perro babeando por la galleta y el pequeño que los asientos blanditos de la entrada jajaja

Con estos nunca se sabe.








8 comentarios:

  1. que buena pinta tiene!!! me parece que esta exposición es adecuada tanto para días de lluvia, como para días de intenso calor, así que habrá que aprovechar las tardes de verano, que luego, durante el curso, no tenemos tiempo de nada

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    1. Ya te digo. Entre que llegan, meriendan, hacen los deberes ya se ha ido el día. Hay que aprovechar en veranito ;)

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  2. vaya día más completo, cuantas cosas! lo d la realidad virtual en peques ni idea tenía, se lo comentaré a amigos y conocidos para q lo tengan en cuenta.
    Ummm chocolate!!!! :D

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    1. Yo tampoco y me ha dejado un pelín preocupada, pero vamos. Que tampoco se han puesto tantas veces las gafas 3D. Espero no haber contruibuido a una futura miopía o algo así XS

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  3. Mira que en mi caso es mi marido quien la quiere, jajajajaja. Se ve imprimiendo cosas sin parar, jajajaja. La verdad es que es una pasada. Espacio Telefónica tiene unas expos geniales, ¡no sabía lo de 3D, que guay! Nosotros estuvimos ya hace mucho, pero he de mirar más a menudo qué ponen porque suelen ser cosas interesantes. Una tarde muy divertida para el mal día que hacía... :S. Un beso guapos!

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    1. Jajajaja ¡vaya con tu marido! Estos se creen que aprietas un botó y ¡hala! Ya tienes la colección completa de muñecos de vengadores con color y todo jajaja
      Besos guapa!

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  4. Tengo que ir. Con lo que me gustan a mí las Telecos y nunca he ido. Soy una vaga. Besotes!!!

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    1. Pues son todos facilidades: entrada gratis, metro en la puerta, exposiciones interesantes... Seguro que te gusta :D

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