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miércoles, 25 de octubre de 2017

I Gymkana Rúnica

El sábado Bebé a Mordor nos chivó que había quedada jugona en la tienda Júpiter juegos de la calle Manuel Silvela, 8 a cargo de El dado rúnico, un club de juegos de mesa. Casi peligra el tema porque el día antes los peque se quejaban de dolor de estómago. Daniel incluso se metió en la cama. Algo insólito en él, así que ya pensaba abortar el plan. Pero, fíjate, que por la noche revivieron milagrosamente y tuvieron fuerzas más que suficientes para liarla parda.

Al día siguiente tiramos todos para la tienda con unos niños bastante revoltosillos. Cuando casi estábamos llegando la tuvimos gorda porque empezaron a preguntarnos qué les íbamos a comprar. ¡Dios! Estos niños no tienen límite. Evidentemente les dije que nada, con lo que se desató la hecatombe. Qué paciencia hay que tener.

Al llegar a la tienda y ver el panorama se animaron bastante. Sobre todo al localizar el aviador loco, que es un juego que siempre triunfa con niños y mayores. Pero voy poco a poco:

El aviador loco: Acierto seguro. Es un juego para cuatro, aunque pueden jugar dos, que consiste en evitar que el aviador loco tire tus gallinas en su volar errático a fuerza de golpes a una especie de catapulta. Te partes de risa. También existe una versión para tres bajo la licencia de Star wars, Loopin Chewie, pero a ese nunca hemos jugado y no sé si será igual de divertido. Se recomienda a niños mayores de cuatro años.

Rhino Hero Super Battle: Otro juego divertidísimo, aunque hay que tener buen pulso y habilidad para evitar frustraciones. Iván es más habilidoso, pero Daniel ha heredado las dos manos izquierdas de su madre, así que enseguida se enfurruñó y abandono la partida. Si juegas con niños te ríes mucho y si juegas sólo adultos te picas mucho. Todo son ventajas. Consiste en escalar una torre con tu superhéroe. Torre que también van haciendo los jugadores según las instrucciones de unas cartas. Si dos superhéroes comparten nive de altura comienza la batalla de dados. He de confesar que los monos al principio me parecieron de relleno y luego llegué a odiarlos. Mucho. De dos a cuatro jugadores de más de cinco años.

Mondrian: curioso es te juego de habilidad tirando el dado de diferentes maneras e intercambiando cartas para conseguir puntuaciones más altas. Le tenía ganas y me apetecía mucho probarlo. POne que es para niños de más de diez años, pero los míos no parecían tener muchos problemas con la mecánica. De dos a cuatro jugadores.

Conquista el trono: A este jugó sólo Iván, que se buscó la vida y encontró sitio en una mesa en la que estaban jugando a esto. Para decirlo más claramente, pasó de nosotros. Triste pero cierto. Estábamos buscando un juego para jugar en familia y cuando nos quisimos dar cuenta el peque había volado. Le encontramos tirando cartas muy emocionado sobre un tablero. Le flipó este juego. Según nos contó tenían que conquistar un trono y el primero que lo hiciera ganaba. Por el camino te encontrabas malo y trampas que tenías que contrarrestar tirando cartas. Yo no jugué así que no puedo opinar. Según el más pequeños de la familia es un juego alucinante. De  dos a seis jugadores está recomendado para edades superiores a seis años.

Kanagawa: Aprovechamos que los peques estaban despistados con la tablet de otro niño para jugar a Kanagawa. ¡Y nos encantó! Nos pareció que la mecánica era demasiado complicada para nuestros peques, pero que se podía adaptar a sus edades. Según la caja está recomendado a mayores de 10 años. Pueden jugar de dos a cuatro jugadores y Raúl y yo sospechamos que el número de jugadores lo cambia todo. Nosotros jugamos en pareja y nos gustó muchísimo. Teníamos que pintar cuadros, eligiendo unas cartas repartidas al azar en el tablero según quién empezara y si nos plantábamos o no antes de las tres rondas. Unas estaban descubiertas y otras cubiertas. Según lo que saliera pintábamos diferentes motivos, ampliábamos habilidades, nos hacíamos con fichas de recompensas, etc etc. Al final se contaban los puntos de victoria y ganaba el que más tuviera. Yo perdí vergonzosamente la primera partida, pero aprendí de mis errores y empaté la segunda. Es un juego que requiere de estrategia y que es monísimo.

Y hasta aquí las jornadas porque nos fuimos a comer a casa con unos niños castigadísimos por lo mal que se habían portado. Eso sí, con nos dados nuevos en el bolsillo, que una es una blanda y no puede ser.

Me encantó ver allí a Laura, Sergio, Julia, Fernando, Ruth, Raquel, Rolero de Hamelín, Refuerzo divertido... Miren ¡te eché de menos!

3 comentarios:

  1. Cada vez me dan más ganas de ir a algo de eso, aunque no sabría jugar a nada. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Jarl he vuelto a olvidar avisarte. Soy lo peor jolín. Es que como lo veo orientado a niños... perdooon. pero te aviso para The big Game segurooo. Es en diciembre

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  2. Grandes consejos los que brindas , espero continues así
    te deseo lo mejor
    adios

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