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jueves, 8 de marzo de 2018

Estudiando mates: encuentra el código

Navegando por mi amado twitter encontré una idea genial para que los niños estudien mates con interés. Y muy fácil de poner en práctica. La saqué de un tuit de Profe Ramón.

Estaba deseando llevarla a cabo cuando el mayor me anunció que el examen de dicha materia estaba muy cerca. Oh, es el destino que quiere que me ponga a gamificar. "¿Qué tema te toca?" le pregunté emocionada. "Decimales y euros", me contestó a la par de bostezaba. Y no creáis que intentó disimular o se cortó. Juro que le vi la campanilla. Lleva mucho tiempo asegurándome que las mates le parecen tan fáciles que son aburridas. ¡Aburridas! ¡Fáciles! Para mí son chino japonés. ¡Que soy de letras! En fin, que me puse manos a la obra con un niño más que interesado pegado a mi espalda y preguntando cada minuto "¿Ya has terminado? ¿Ya has terminado? ¿Ya has terminado?" Eso sí que es trabajar bajo presión. Así me salió el juego. ¡Un churro! Pero suficiente para motivarle.

"A ver Daniel. Estás en el cole y se acerca un tornado..."
"¿¿¿En serio??? ¡Como mola! ¿Lo vemos por la ventana?" me interrumpe muy metido en su papel.
"Eeeeh, si, bueno... lo veis acercarse lentamente. En unos minutos lo tendréis encima y el colegio saldrá volando con todos ustedes dentro..."
"¡What!", Últimamente le ha dado por esta expresión aglosajona, "Salgo corriendo del cole para que no me pille", concluye.
"La puerta está cerrada jajajaja", le suelto con voz malvada.
"Cojo una hacha e intento romper la puerta"
"..."
"..."
"Eeeeh, no. A ver. No hay hachas en las clases de tercero de primaria. Ejem. Tienes que resolver estos problemas para conseguir el código de cuatro dígitos que introducirás en el panel para poder abrir la puerta", le explico a trancas y barrancas.
"Pero en clase no hay paneles con botones de números y las puertas siempre están abiertas. Si hay paneles también pueden haber hachas", me rebate muy seguro de si mismo.
"O sigues mis reglas o estudias a la manera convencional", le amenazo entre dientes.
"Vaaaale, vaaale. Hay un panel" cede.

"Aquí tienes los problemas. Busca las soluciones y luego te doy el panel de los números para ver si has acertado"
"¿Por qué no me das el panel ahora?"
"¡¡¡¡Porque no me has dado tiempo para terminarlo!!!" grito exasperada. Os parecerá exagerado, pero intentad inventaros problemas sobre decimales y euros en los que salga un sólo número para el panel con un crió impaciente a vuestro lado. Os reto.

Daniel se puso a los problemas, pero se encontró con un obstáculo que hizo que me retrasara en la construcción del panel. ¡No entendía mi letra!. Así que tuve que ayudarle a la par que me liaba con el folio doblado y hacía las ventanitas con los números y las soluciones. Amigos, esto es la multitarea y lo demás son tonterías. Ainsss

El caso es que los resolvió por la gorra y yo aún seguía con el tema del panel. Como estaba muy enganchado al juego tuvo la paciencia de esperar a que terminara mientras no paraba de hablar y hablar de lo cerca que veía ya el tornado. "Como nos pille va a ser culpa tuya, mami". Ainss de nuevo.

¡¡Por fin!!! Tenía el panel. Primer número. Abre la ventanita correspondiente. ¡Correcto! Segundo número. ¡¡Correcto!! Tercer número. ¡¡¡Correcto!!! Cuarto número. ¿Error?

"No puede ser mamá. Lo he resuelto bien. Mira compruébalo tu misma antes de que muramos por culpa del tornado. Efectivamente, el problema estaba bien resuelto. La toleta había sido yo, que con las prisas le había dicho que el número del código eran las centésimas y no las décimas. ¡Es que estas cosas no se pueden hacer así! Hay que prepararlas con tranquilidad. "Sí, vale, mami. Tranquila. No pasa nada. Hemos abierto la puerta. ¡¡¡Yujuuuuu!!! Adios mami. ¡¡Me voy a jugar!! Ya hemos acabado. ¿No?"

"Eeeeeh. Sí" A ver que le vas a decir. Y se fue tan feliz. Con el próximo examen haremos un poco de estudio tradicional y otro poco del juego que le ha molado mucho. El pequeño también quiere que le haga el juego, pero como está en primero no tenemos sus libros en casa y no sabemos cuando tiene exámenes. Le haré un juego según los conocimientos que sé que tiene y a volar.

Las pruebas de Daniel fueron las siguientes:

1- El primer número es la centésima de 1/4
2- El segundo número es la suma de la décima y la centésima de lo que te han devuelto hoy en la tienda cuando has comprado un caramelo de 0,82 céntimos con un billete de 5 euros.
3- El tercer número es la décima del mayor de estos números: 0,65-1,02-0,35-1,84-0,93
Ordénalos de mayor a menor.
4- El cuarto número es la centésima décima del dinero que os devuelven a ti y a tu amigo cuando compráis un juego que cuesta 8,38 euros. Tú tienes 5,98 euros y tu amigo 3,79 euros.

Y sí. Una de las ventanitas la recorté al revés.

2 comentarios:

  1. Jo, me hubiera molado a mí estudiar mates estilo Escape Room. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Y a mí!!! Pero en nuestra infancia no estaba de moda la gamificación. Que penita sniff

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