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lunes, 28 de mayo de 2018

Entrevista con Lorena García: Cómo entender a nuestros hijos de 0 a 6 años

El viernes 1 de junio se celebra la charla "Cómo entender a nuestros hijos de 0 a 6 años" en Andares&Co, un centro en el que se imparte el método de Elizabeth Fodor para comprender el lenguaje no verbal de nuestros hijos y lograr comprenderles mejor. La imparte su directora, Lorena García, madre de un niño y experta en el tema. Aquí os traigo una entrevista con ella para ir abriendo boca con este tema tan interesante como útil para el día a día de los padres a los que se nos entregan un bebé en el hospital sin manual de instrucciones y con un "apáñatelas como puedas".

Fuente: www.andaresandco.com
¿Podrías explicarnos por qué es tan importante que los padres nos preocupemos y tomemos cartas en el asunto cuando se trata del correcto desarrollo emocional del niño?

Hay una frase que siempre se la pido prestada a Montserrat  Morán, Coautora de la colección de los libros Todo un mundo…, conceptos en los que estaba basada nuestra metodología. “Los padres no tenemos que preocuparnos sino ocuparnos”.  Es fundamental que los padres puedan comprender las diferentes etapas por la que pasan los niños en la primera infancia, para acompañarlos en el camino hacia su adaptación al mundo. Nosotros como padres somos el modelo para nuestros hijos, lo que nosotros les enseñemos y la forma en cómo afrontamos las situaciones de la vida cotidiana son el mayor ejemplo que tendrán nuestros hijos.

Sin embargo es muy importante que nosotros como padres podamos comunicarnos con los niños en su idioma  y con la mirada puesta en ellos, no desde la perspectiva de un adulto, porque funcionamos de manera diferente. Es muy importante que los padres se interesen por el desarrollo emocional  de sus hijos desde los primeros meses de vida, ya que en los primeros 6 años de vida se forma aproximadamente un 70% de su personalidad. Por lo cual las experiencias vividas, tanto negativas como positivas se graban y serán parte de toda su vida y de su relación con el mundo. Esto se verá reflejado desde cómo solucionar un problema, cómo se relaciona con otras personas, su tolerancia a la frustración, cómo se posiciona ante otras personas, etc...

En Andares&Co es justo lo que hacemos con los niños, les ofrecemos herramientas para que se desarrollen y puedan gestionar sus emociones,  afrontar situaciones de la vida cotidiana y se las presentamos a través del juego, que es el puente que nos conecta con el mundo de los niños. En el juego los niños aprenden sin darse cuenta, ensayan la vida, se equivocan y vuelven a intentarlo, sin juicios, permitiéndoles ser ellos.

El niño es feliz, cuando concibe que lo que esta haciendo vale pena, no por lo que consigue, como funcionamos los adultos, sino por cómo le hace sentir lo que está haciendo. Y por eso es muy importante que los padres tengamos herramientas para reforzar esto, porque le  ayudará a formar una personalidad positiva y segura para el futuro. En Andares&Co  estamos convencidos que los niños que se sienten valorados, comprendidos y cuidados son niños más felices y seguros.

Muchos padres hemos llegado a la conclusión de que cuando son pequeños y adolescentes sienten tantas emociones que no identifican que acaban por no entenderse ni a ellos mismos ¿De verdad crees que es factible comprender a nuestros hijos cuando ni ellos mismos se entienden? 

Si es factible, si lo planteamos desde otra perspectiva. Primero es muy importante que los padres podamos mirarnos a nosotros mismos, ¿cómo vivimos las emociones nosotros? Y partir desde ahí. El desarrollo emocional, es un proceso de aprendizaje que se adquirirá a través de experiencias vividas,  cada etapa por la que pasan nuestros hijos en los primeros años son necesarias para su desarrollo de personalidad. Empiezan a reconocer emociones que no habían sentido nunca, cambios y más cambios que son muy difíciles de gestionar y se sienten desbordados, porque no tienen las herramientas para hacerlos.

Es importante que los padres aprendamos a escuchar a nuestros hijos, a leerlos, sin emitir juicios, para los niños lo más importante es encontrar un consuelo y que alguien los sostenga en sus momentos difíciles, alguien que los escuche, alguien que le dé la misma importancia que le dan ellos a las cosas, aunque para nosotros no parezca tener tanta importancia. Si ellos le están dando la importancia a una cosa, es porque es importante y hay que valorarla. Los padres tenemos mucho miedo a darle el nombre a los sentimientos, pero si un día lo intentamos veremos que las cosas cambian. Necesita escuchar palabras que describen lo que está experimentando, cuando eso pasa se siente consolado. Alguien ha reconocido su experiencia interna.

Cuando los niños se sienten bien se comportan bien

Gestionar las emociones es una asignatura pendiente, pero no sólo en niños. Muy pocos adultos la controlan porque son impulsos irracionales. ¿No crees que con tanta visibilidad a la importancia de las emociones acabamos por exigir demasiado a nuestros peques? Incluso, ¿se podría decir que falta hablar de la gestión de emociones en adultos para comenzar a tratar la de sus hijos?

Es una excelente pregunta, que refuerza mi respuesta anterior. Creo firmemente que los niños pueden conectar con su entorno, cuando se sienten comprendidos, valorados y cuidados. La magia empieza cuando los adultos cambiamos nuestra actitud hacia la infancia. Ofreciéndoles herramientas para reconocer y gestionar sus emociones.

Y el trabajo interior de nosotros como padres  es muy necesario, ya que los niños son un reflejo de nosotros y de nuestras emociones.

Si los padres nos dejásemos de preocupar por la actitud del niño, y nos preocupásemos por la emoción que le esta originando esta actitud, obtendríamos grandes sorpresas.

 Al hilo de la anterior pregunta, a veces confundimos mala gestión de las emociones con defectos en la personalidad de los niños de las que también adolecemos los adultos. Me explico, si eres celoso, siempre sentirás celos irracionales, si eres envidioso, te corroerá la envidia toda la vida, si eres egoísta, te enfadarás cuando los demás esperen de ti lo que no quieres dar, etc. ¿Crees que los padres tenemos claro la diferencia entre intentar corregir (incluso hacer desaparecer) los defectos de los vástagos y enseñarles la correcta gestión de estos sentimientos que derivan de dichos defectos?

No podemos partir de que son defectos, son emociones, y no hay emociones ni buenas ni malas. Las emociones nos expresan algo y de lo que tenemos que ocuparnos es qué hacer con esa emoción. De dónde viene y cómo la gestionamos.

Los niños tienen que experimentar todas las emociones, hay algunas más agradables que otras, pero son parte de la vida y de nosotros como seres humanos.

Las emociones son una reacción de supervivencia y hay que darles nombre, validarlas y comprenderlas. Si nosotros tratamos de evitar que pasen por algo doloroso o desagradable, no serán capaces de afrontarlos en un futuro y son parte de la vida. Si reprimimos el enfado y la tristeza porque lo vemos como defectos, no estamos validándolos como personas y estamos reprimiendo parte de lo que significa ser un ser humano.

No podemos pensar que el niño será celoso para todo, si existen los celos en una fase de su desarrollo, que es normal, pero si no se sabe gestionar y darle la importancia que se merece.

Las emociones no se pueden controlar ya que surgen involuntariamente. Lo que el niño aprende poco a poco hasta convertirse en adulto es el autocontrol, la capacidad de poder controlar la manifestación de sus emociones.

Todo un mundo de emociones



¿La cosa se complica según van creciendo o simplemente va cambiando el tipo de problema?

Yo no los llamaría problemas de inicio, son etapas que hay que vivirlas, que van con su evolución y su desarrollo, si permitimos que las pasen y los acompañamos, se convierten en herramientas para enfrentarse al futuro. Si no nos ocupamos de ello y no dedicamos el tiempo y la paciencia que esto requiere, se puede convertir en un problema. Por eso es muy importante empezar desde los primeros meses.

Ya sabemos que cada niño es un mundo, pero ¿nos puedes dar algunos tips por franjas de edades?

El tip mas grande que puedo dar que utilicen el juego como la herramienta principal, el juego es el lenguaje de los niños. Hay que observar en qué etapa están para saber qué es lo que necesitan. Los niños necesitan que sus padres estén a su lado.

0 a 6 meses. El desarrollo del pequeño de los primeros meses se centra en el contacto con el cuerpo de la madre. El bebé, en estos primeros momentos, necesita un cuerpo cálido y calmado para sentir la feliz sensación qué el existe. Necesita es que todas sus necesidades sean cubiertas con amor. Su mayor juguete es la madre.

En esta etapa podemos hacerle masajes por todo su cuerpo muy suavemente, y de esta manera ellos irán tomando conciencia de su cuerpo.

También podemos ofrecerles diferentes texturas, en las que se les permita descubrir y explorar que existen diferentes formas, texturas, colores.  Hay un guante que nosotros recomendamos mucho que lo  pueden encontrar en Eurekakids Paseo de la Habana, que tiene diferentes texturas, y que más adelante puedes utilizar como marioneta, pero en esta etapa se lo podemos ir ofreciendo para que lo toque, se lo pasamos por el cuerpo  y esto se convierte en un juego muy divertido entre los padres y el bebé.

6 a 12 meses. En esta etapa empieza el movimiento, empiezan a girar, hacer la croqueta, ha desplazarse, con esto empieza el gateo. Empiezan a tener más conciencia por el objeto y de su entorno y esto puede asustarles. Comienza una etapa compleja, que se hace conocer como la separación de mamá, comienzan los miedos a los extraños y al no quererse separar de la mamá. Es una etapa normal, y  tenemos que darles mucha seguridad en esta etapa, por eso nosotros nuestro juego estrella es el Cucú tras, que lo podemos jugar cuantas veces podamos en el día.

Una idea: nos podemos tapar con un pañuelo nuestra cara. Le preguntas ¿ Dónde está mamá? Y el niño tirará del pañuelo destapándote. Le ofreces una gran sonrisa y lo felicitas por haberte encontrado. Y lo vuelves a repetir. Esto lo puedes hacer con cualquier objeto o juguete,

12 meses  a 18 meses. El niño en esta etapa comienza la independencia. Empieza con sus primeros pasitos. Imita las actividades de los demás. Se enfada, sus emociones son muy intensas y en ocasiones se siente desbordado. También suele oponerse a todo. No debemos enfadarnos por ello. Es una actitud necesaria para su desarrollo. Es súper curioso por todo, en esta etapa nosotros como padres debemos de adaptar su entorno, todo lo que está a su alcance es algo que para el niño está dispuesto a investigar.

Juegos que podemos ofrecerles son torres para apilar, recomendamos que sean redondas para que las piezas puedan entrar de cualquier forma en la que lo quiera poner el niño, cuando dominen este juego podeos ofrecer torres cuadradas.  En este juego se trabaja:

- Calcular el tamaño de unos objetos en relación con otros

- Introducir el concepto grande / pequeño

- Encajar diferentes tamaños

Cualquier tipo de pelota es divertida para los bebés. Un juego que podemos hacer es que el padre y/o la madre se pongan frente al bebé, y se la lancen, al principio no entenderá que tiene que regresarlo pero poco a poco lo irá entendiendo. Hay que decirle siempre “ Y esta pelota para ….”. Una vez que domine este juego será un juego para compartir en familia muy divertido.
- En este juego estamos trabajando la parte social del bebe.
- Aprende a lanzar
- Experimenta con los cambios de posición del cuerpo

18 a 24 meses. En esta edad los pequeños empiezan a colaborar con los demás. Es probable que no quiera compartir sus juguetes con otros niños, debemos de respetar esta actitud si queremos que más adelante pueda hacerlo de manera voluntaria.

Podemos ofrecerles una pizarra que se pinta con lápiz especial para esa edad y que se borre fácilmente. Todo lo que sean garabatos y dibujos son actividades muy importantes para su desarrollo emocional.

24 a 36 meses. Es la etapa  de todo es mío y  todo lo quiero para mi y  ahora mismo en la que comienzan, celos, rabietas, empiezan que aún no saben controlar y los padres debemos de acompañarlos y sostenerlos. Es una etapa de autoafirmación de su personalidad. Comienzan a darse cuenta de que no les gusta lo mismo que a sus padres y no saben cómo gestionar esto y por eso se desborda.

Los cuentos cobran mucha importancia y hay libros que tratan el tema de la rabieta, o de celos o envidia. Los niños cuando lo ven reflejado en un cuento se sienten identificados y entienden que no es el único que siente esto empiezan  a interiorizar esas emociones.

A partir de los 4 años. Los niños empiezan a tener un juego en común con otros niños, empiezan a darle importancia al otro. Empiezan a traducir su realidad en el juego por eso es muy importante jugar a juego simbólico, esto quiere decir jugar a los médicos, cocinitas, policías, etc.. y entender que en el juego todo vale, ellos están ensayando la vida, a través del juego y hay que permitírselo. NO hay un juego correcto o incorrecto.

Todos los juegos están basados en la colección de los libros de “ Todo un mundo…” Elizabeth Fodor y Montserrat Morán

Lorena García compartirá sus amplios conocimientos sobre la materia con todos los que se acerquen a Paseo de la Habana, 19, Madrid, y estará abierta a todas las preguntas que queráis hacerle y que a mí se me hayan quedado con el tintero. No olvidéis reservar entrada escribiendo a paseodelahabana@shops-eurekakids.net

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