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miércoles, 19 de junio de 2019

Pequeños robots malvados

Pequeños robots malvados es una novela trepidante que te engancha desde las primeras páginas, en las que te presentan a Alex, un niño enamorado de los robots de cuerda antiguos, pasión que comparte con su enigmático abuelo, aunque por razones muy diferentes, como descubrirá el niño más adelante muy a su pesar...

Esa afición le hace merecedor de la etiqueta de rarito en el cole donde sufre abusos y humillaciones sin fin de un grupo de matones, pero todo eso pasa a un segundo plano cuando se da cuenta de que el último robot que le ha regalado su abuelo tiene un aura siniestra que le inquieta. De repente, la vida de nuestro protagonista cae en picado hacia una oscuridad en la que él se ha convertido en una pieza muy importante.

Peligros sin fin, secretos oscuros, misterios antiguos, personajes tétricos y misteriosos, magia negra, un mundo que se tambalea y cae... que puedo decir, simplemente me atrapó de la primera a la última página. Me hizo sudar, desconfiar y alimentó mi curiosidad y mi ansia por llegar a un final que deja mucho a la interpretación. Estoy segura de que cada lector llegará unas conclusiones totalmente diferentes. La verdad es que a mí me hizo desear  que existiera una segunda parte... y ¡la hay! He estado investigando y próximamente se publicará The Shadow Arts. Espero que no tarden mucho en sacar la edición española porque se han quedado muchos misterios por desvelar.

En la editorial recomiendan este libro a partir de 9 años, pero aseguraros que el pequeño es un gran amante de la lectura porque, tanto el formato como el tipo de letra, no es para aquellos acostumbrados a libros salpicados de ilustraciones y letras grandes. Más que una cuestión de edad, lo veo como una cuestión de perder el miedo a la lectura. Si el niño es un intrépido lector que salta sin pensárselo dos veces a las páginas de un buen libro éste le va a encantar, da igual que tenga 9, que 42, que 80.

La narrativa también es de las que requieren plena atención. Los acontecimientos se suceden con pasmosa velocidad y algunos pueden llevar a un crío sensible al borde de la taquicardia. Que hay momentos en los que pensaba que Alex no lo contaba... Y eso que sé que es un libro infantil y que es imposible que maten al protagonista a mitad de la historia.

Mami, ¿nos lo lees?
Daniel, que tiene 9 años, lo mira con ojos golositos porque sabe que la trama le va a encantar, pero no se atreve a empezarlo porque le echa para atrás tanta letra. Aún no he logrado hacerle entender que, cuando te gusta un libro, te alegras de que sea largo y te quedas con una sensación de vacío cuando te lo acabas, ¡con ganas de más! Lo mira, lo coge, lo ojea, lo vuelve a dejar, lo vuelve a coger... Pero no termina de decidirse a leerlo.

Por supuesto, me está convenciendo para que se lo lea yo, y ya ha metido a su hermano de 7 años en la campaña. Les encanta la portada, el título y la reseña de la contraportada. Está claro que no les va a hacer falta mucho para acabar de convencerme y que hagamos unas cuantas sesiones de lectura familiar. Estoy deseando escuchar sus conclusiones.




1 comentario:

  1. Me e leido ellibro y es impresionante me encanta tu blog

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