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martes, 25 de febrero de 2020

Los Perros Pirata ¡Adiós mendrugos!

Hoy vengo a hablaros de un libro encantador y tierno, con unos protagonistas peludos, graciosos, inocentones y los corsarios más temibles de los mares del Sur: Los Perros Pirata ¡Adiós, mendrugos!

Es la obra definitiva para la hora del cuento, perfecta para convertirse en uno de los tomos preferidos de los churumbeles. ¿Por qué estoy tan segura? Porque han mezclado todos los ingredientes para triunfar: protagonistas peludos e intrépidos, situaciones tiernas y divertidas, aventuras piratas y dibujos maravillosos. ¿Alguien duda de que es un álbum irresistible?

Encima está organizado por días para que cada día de la semana, así los niños se preparan para ir a dormir después de haber vivido un abordaje pirata de lo más hilarante y chocante, capítulo a capítulo.

Nuestros peludos amigos tienen una misión que cumplir, pero sus víctimas propiciatorias no se lo van a poner fácil. Para empezar... ¡no les tienen miedo! Cómo puede ser, a ellos, los más temibles piratas de los mares del sur. Pero, claro, es que también son taaaaan cuquis...

Pero tranquilos, que nada va a parar a estos intrépidos corsarios, ni siquiera una niñas juguetones y encantadoras. Abordarán su barco al precio que sea. Estos perritos tienen unos cuantos ases en la manga para conseguir la... ¡Victoriaaaa!

A mis niños les ha encantado, tanto por las historias como por los dibujos y la cuidada edición en sí. Daniel se lo leyó de una sentada, por algo tiene ya diez años, y el pequeño, de ocho, prefirió que se lo leyera yo. Y al mayor no le importó repetir, porque les encanta que sus padres les lean, aunque sea un libro que ya se han leído en soledad.

Pues no se volvía a reír el muy malandrín de las mismas situaciones jocosas. Eso sí, me costó dios y ayuda que no spoileara a su hermano. La tentación era demasiado grande a veces. Eso sí, nosotros no tardamos unas semana en leerlo porque Iván pedía más y en una sola noche nos leímos de lunes a domingo. Aunque el precio a pagar fue que se acostaron bastante tarde en un día de colegio. Los vi tan entusiasmados... en fin, que soy una blanda, ya lo sabéis.

Ahora, Los perros piratas están en la habitación de Iván, que se lo está releyendo con tranquilidad para revivir sus momentos preferidos. Sobre todo el de cierto baño. No sé por qué es la escena que más les ha gustado a ambos.

2 comentarios:

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