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lunes, 23 de noviembre de 2020

Los piratillas de Refuerzo Divertido

Tanta sequía de jornadas de juegos de mesa está haciendo mella en las fieras (y en los adultos, pero lo llevamos con más resignación). Con el virus malvado campando a sus anchas hay que extremar las precauciones al máximo, así que por aquí nos dedicamos a evitar aglomeraciones y lugares cerrados. Cuando me enteré que Refuerzo Divertido iba a dirigir emocionantes partidas de rol a 8 tesoros para peques inquietos tuve sentimientos encontrados (quiero, pero ¿puedo? ¿debo?). Afortunadamente, tengo hilo directo con la maravillosa Paloma y me dejó muy claro que las medidas de seguridad eran rígidas, efectivas y no ponían cortapisas a la diversión. Para mayor tranquilidad, la partida se iba a desarrollar al aire libre, en una terraza protegida por toldos y con mucho espacio.

Así que hice lo único que podía hacer, dejar la decisión en manos de las fieras. Se ve que estaban deseando una oportunidad de salir de sus rutinas (y del barrio) desde hacía tiempo porque no se lo pensaron dos veces. Su grito de júbilo se debió oír hasta en Rivas.

Pues allá que fuimos el Sábado al CMRI Rayuela de Rivas, un lugar muy chulo que encima tiene unos toboganes gigantes muy tentadores en la entrada. Como iban a ser desinfectados de los pies a la cabeza con gel hidroalcoholico les permitimos jugar con ellos un poco (la tentación fue demasiado grande para los pobres).

En breve estaban los cinco niños que iban a jugar desinfectaditos, colocados en sus aros de posición (con la distancia de seguridad entre unidades familiares o de burbuja) y listos para correr emocionantes aventuras.

Y muy emocionantes tuvieron que ser, porque, una hora y media después, salieron entusiasmados. Mientras jugaban, los papis nos fuimos a dar una vuelta y hasta solucionamos una par de cosas pendientes.

Como decía, los peques salieron de su partida dando brincos y contando sus hazañas a voz en grito. Que si Daniel había sido Sicario y se había cargado a todo el que se le hubiera puesto por el camino, que si Iván, se había convertido en un gato de mar que se encargaba de pescar truchitas para dar de comer a toda la tripulación y acaba formando su propia banda de gatos piratas... Todo ello salpicado de un montón de momentos épicos como cuando se enferman todos de un virus y tienen que buscar quien les cuide, o cuando hacen sitio en el hospital para que les curen a ellos acabando con la vida de los enfermos hospitalizados o cuando en una batalla épica uno de los malos malosos apartó al gatito con el pie con mucho cuidado y cargó contra el resto de los piratas mientras el minino se dedicaba a explorar.

Estaban encantados porque Paloma les había dejado tomar las riendas de la historia con total libertad, aunque, claro está, sujetos a los designios del dado de 8, que decide la suerte de los jugadores de 8 tesoros, un juego ideal para los peques por contar con un sistema sencillo y lleno de posibilidades de alucinantes aventuras piratas.

Ya en el coche no paraban de preguntarme cuándo era la próxima partida que iba a organizar Paloma. Tendré que estar muy atenta porque como se me pase no me lo van a perdonar en la vida. 

Aquí tenéis la crónica que ha escrito Refuerzo divertido en su blog: 8 Tesoros – Por los derechos de la Infancia. Me encanta como lo cuenta. Paloma tiene mucha chispa y hace unos post muy divertidos y dinámicos :)

2 comentarios:

  1. ¡¡¡ Madre mía !!! Antes de que me haya dado ni tiempo a empezar a escribir nos encontramos ya con tu post.
    Efectivamente, dejé que los chavales (+10 años) dieran rienda suelta a su imaginación.
    Así que, dadas las circunstancias y a pesar de que 8 Tesoros no está pensado para ello, hubo tanto combate como ellos mismos decidieron.
    ¡¡ Me alegro enormemente de que lo pasaran tan genial !!
    Seguro que repetimos <3<3<3
    Un abrazo para Iván y Daniel.

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    1. No veas cómo nos contaban todo en el coche. Más felices que perdices. Muchas gracias por organizar estas cosillas que les dan la vida :)

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