Estaba en el supermercado con los niños cuando el mayor, de repente, tuvo una genial idea.
"Mami, vamos a comprar ingredientes para hacer ramen como el de Goku y el de Naruto", sugirió entusiasmado.
"¿Pero tú sabes hacer ramen?", dudé por un segundo.
"Lo he visto en youtube. Necesitamos apio, salmón, fideos, setas japonesas y huevos", jo, pues sí que lo tenía claro. En fin, me pareció buena idea que nos hiciera él la comida en vez de una servidora (odio cocinar y más en verano)El caso es que compramos todo lo que nos hacía falta. Las setas que compramos fueron las shiitake, que son las únicas japonesas que encontramos por los lineales.Una vez en casa, Daniel me contó el pequeño detalle de que los huevos duros tenían que estar macerando en soja durante muuuchas horas (no recordaba cuantas), así que mi gozo en un pozo. Ese día cociné yo al final.Hasta cocí los huevos que se suponía que tenía que hacer él, pero lo hice siguiendo sus estrictas indicaciones. Sólo 6 minutos desde que el agua rompe a hervir, que es justo cuando ponemos los huevos. Y al sacarlos hay que meterlos en agua fría con hielo. Ni idea de por qué. Lo chungo chungo fue pelarlos porque estaban medio crudos. un infierno, pero el niño aseguraba una y otra vez que tenía que se así.¡Pues ale! A una bolsa para congelar llena de soja y a la nevera hasta el día siguiente.Cuando por fin llegó el momento Daniel se puso el figurativo gorro de chef y yo le dejé paso en la cocina. Hirvió los fideos (que al final resultó que nos equivocamos y en vez de japoneses los compramos chinos) en caldo de pollo (agua y starlups, o como se diga esas pastillitas para dar sabor).
Entonces se puso a cortar el salmón (uno especial, carísimo y que debía de ser de calidad de oro) y el apio (lo probó torció el gesto y decidió que había que echar poco, muy poco). Las setas las freí yo mientras él se encargaba de la tabla y el cuchillo. Rescatamos los huevos de la nevera y Daniel los partió con mucho cuidadito. Su intención era cortarlo más, pero se deshacían y tuvo que conformarse con eso.Luego comenzó a emplatar todos los ingredientes. Primero puso el caldo con los fideos. Luego colocó con mucho cuidado los trozos de salmón, de apio, las setas.. y por último los huevos. La verdad es que el conjunto quedó precioso.Luego los servimos con palillos chinos para dar más ambiente. Ya que te pones... Y nos acercamos los boles a la boca como hacen los míticos personajes de manga. ¡Estaba buenísimo!A Iván no le gustó mucho el tema de los huevos marinados en soja, pero el resto se lo comió encantado.Indagando un poco más, Daniel me contó que era una receta del canal de youtube La cocina del Pirata y me enseñó un vídeo. la verdad es que el youtuber cuenta las recetas con mucha gracia, aunque es un pelín palabrotero desde mi punto de vista. Yo estoy encantada de que el chiquillo se enganche a canales de cocina en vez de los de leyendas urbanas, terror e historias inquietantes que tanto le gustan ahora.Os dejo aquí el vídeo en el que se inspiró Daniel para hacer su ramen: