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miércoles, 3 de noviembre de 2021

Halloween: Calabazas linterna

Como todos los años, nos hicimos con las mejores calabazas que pudimos conseguir para hacer nuestras linternas monstruosas, pero con tanta historia a mis espaldas sacamos el tiempo un poco tarde. Más bien ¡el mismísimo fin de semana de la noche más terrorífica del año! Pero más vale tarde que nunca. La buena noticia es que llegamos a tiempo para el concurso de fotos del colegio. Daniel ya no podía participar porque es ex- alumno (snif snif), pero el pequeño estaba entusiasmado con el tema.

Quería una calabaza gatito, como no podía ser de otra manera. Desde hace unos meses tiene la cabeza llena de gatos imaginarios. Por lo visto, en el colegio ya se exhibían preciosas calabazas gatunas pero a él le daba igual. Nadie le quitaría la idea de su linterna de Halloween gatuna de la cabeza. Aquí cabe explicar que, el que quisiera, podía llevar su creación al cole para su exhibición en el patio, pero como a nosotros no nos dio tiempo, pues nada. Sólo podrían disfrutar de la foto. 

Nos llevamos las calabazas al pueblo y en cuanto encontramos el hueco sacamos el mejor cuchillo de la cocina, el rotulador permanente y la imaginación de los niños a pasear. Los peques idearon las expresiones y si te he visto no me acuerdo. Se dedicaron a jugar y vaguear a gusto mientras el padre daba forma a las calabazas y su madre las vaciaba.

Luego me tocó separar la pulpa de las pipas, porque tampoco podía faltar el tradicional pastel de calabaza. Este año probé con una receta nueva que utilizaba masa quebrada de recipiente a una masa extradulce y deliciosa. Estaba buenísima, pero los niños sufrieron tal decepción al no encontrarse con su pastel bizcocho raro de siempre que lo rechazaron de inmediato. Mejor, más para mí... y para el resto de los adultos. Aquí tenéis el link a la receta que usé.

Eso sí, me pusieron ojitos y tendré que hacer el de siempre aunque sea con calabaza normal de toda la vida (soy una blanda).

El caso es que tras mucho cortar y vaciar nos quedaron unas calabazas linterna estupendas. Iván le dio el toque final a la suya usando los recortes de los ojos de la de sub hermano para hacer las orejitas. Sólo quedaba meter las velitas led y ponerlas en una lugar imponente. 

Mi idea era dejarlas brillar en todo su esplendor en el patio trasero, pero con la lluvia estaba todo mojado y fatal. La abuela sugirió ponerlas en la terraza delantera para que todo el pueblo pudiera verlas y aterrorizarse hasta el tuétano con tal horrible visión. ¡Buenísima idea!

Las montamos y las pusimos a custodiar la puerta de la vivienda por si venían diablillos a pos sus chuches. Al final, como la casa está a las afueras, no vino ningún espíritu, pero no pasa nada porque las fieras ya dan buena cuenta de ellas. No es ninguna molestia.

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