Al parque de atracciones de Madrid con la fiera pequeña

"Mami, quiero ir al parque de atracciones, quiero ir al parque de atracciones, quiero ir al parque de atracciones, ¡¡¡QUIERO IR AL PARQUE DE ATRACCIONES!!!"

Nos quedó muy claro al padre y a mí por donde iban las indirectas del más peque de la familia. Su hermano mayor había sido invitado por un amigo y él no quería se menos. Su cabecita estaba llena de ruidosas atracciones multicolores y no iba a parar hasta conseguirlo.

Lo cierto es que no le cortó mucho convencernos porque queríamos hacer algo especial con él mientras su hermano se iba a un flipante campamento de aventura extrema al que ya nos hubiera gustado ir a los padres. El caso es que nos pusimos manos a la obra para ir el mismo día en el que dejamos a Daniel en el autobús rumbo a la aventura.

Lo primero que me chocó al ir a comprar las entradas fue que había desaparecido al entrada simple al parque, la del acompañante, la del que va por pasar el rato con su familia, pero tiene claro que no se va a montar en nada... Hablando en plata. ¡me habían quitado la oportunidad de delegar en el padre todos los mareos y emociones extremas! ¡Malvados!

Hablando en serio, me parece terrible que desaparezca esa entrada porque hay gente; por ejemplo abuelos o enfermos del corazón, o simplemente, gente prudente; que va sólo a disfrutar del ambiente y le clavan el pastizal igual.

En fin, que solté la tela (si compras online sólo das un ojo y no los dos) y me preparé para sufrir imprecisos saltos de estómago en vertiginosas atracciones.

Y al final sufrí en vano porque este pequeño ya no es lo que era antes del confinamiento. Su hermano siempre ha sido mucho más precavido, pero él se apuntaba a un bombardeo. Todavía recuerdo con terror la montaña rusa de las Mágicas Navidades de Torrejón a la que me hizo acompañarle... ¡dos veces! Pensé que salíamos volando de allí.

Pero  en el parque de atracciones de Madrid no quiso ni oír hablar de montarse en las más extremas, ni siquiera en las de riesgo medio. ¡Vamos! Que en la única en la que logré montarlo le llevé yo casi a rastras. Y es muy suavecita.

Aunque he de admitir que luego él se vengó metiéndome en el aserradero, que están hechos expresamente para empaparte de arriba abajo. Y también dan impresión en las bajadas.

El resto de atracciones en las que montamos fueron un paseo, cosa que agradecí. A sus dos preferidas repetimos varias veces. Un es la que antes se llamaba El cóndor y que ahora creo que llaman Rotor, o algo así. Curioso, porque las cabinas siguen teniendo forma de esta clase de pájaros, pero alguna razón habrá, digo yo. El caso es que mola mucho porque te sube muy algo, tienes unas vistas impresionantes de Madrid y encima no marea nada. Aunque Iván, asegura que a él le da miedito la altura a la que se llega.

Su otro imprescindibles son las sillas voladoras, pero las bajitas. las super altas que te mueres no las quiere ver ni en pintura. A mí me da curiosidad. Algún día me montaré. Disfrutamos un montón dando vueltas con los pies colgando. Pero a la tercera vez que nos íbamos a montar se rompió la atracción y la cerraron. 

Pero teníamos otras muchas opciones así que nos comimos los sandwiches que habíamos llevado y seguimos con la diversión. Montamos en muchos clásicos: La jungla, los zepelines, el tren, el tiovivo y algunas de la zona de Nickelodeon. 

Por cierto, que la tranquila jungla está a un paso de convertirse el paseo del terror con tanto deterioro. Tiene mérito que lleve la tira de años igual. Es un patada de nostalgia directa la estómago cada vez que te montas, pero, por otro lado, las partes de animales rotas y algunos movimientos descontrolados que te recuerdan a una mezcla entre West World y los animatrónicos de Five Nights at Freddy's generan cierta inquietud. Meten algún actor creando momentos de sustos rápidos y triunfaría.

El caso es que el niño disfrutaba de placeres sencillos y tranquilos y nosotros encantados, pero ya no tan encantados cuando a las tres horas de llegar ya nos empezó a preguntar que cuando nos íbamos. ¡¿Quién es éste niño y dónde está mi hijo?! Pues resulta que sí que es el verdadero y genuino Iván, pero ya le estaba notando estos años que cada vez se vuelve más casero y con menos ganas de jarana.

De nada servía los efusivos esfuerzos de su padre señalando a una u otra atracción, dedicándoles persuasivas palabras, el peque sólo pensaba en el hogar. Aún así lo distrajimos lo suficiente para alargar la cosa una horita más. Y si sumamos los 20 minutos que dedicamos a disfrutar de un helado sentados en una mesa a la sombra algo más alargamos el chicle, pero cada poco nos soltaba que si no íbamos ya como quien no quiere la cosa.

¡¡¿Tanto rollo para esto?!! El padre y yo con cara de "I don't believe it" y el crío se reía, pero no aflojaba en su empeño. Él ya había hecho lo que venía a hacer y ya no había motivos para continuar allí.

"¡Hasta las 22 que nos vamos a quedar!", aseguraba Raúl entre risas y el peque horrorizado, "Noooooo, que me quiero ir ya!"

Le convencimos para dar el último paseo por el recinto, a ver si nos subíamos a algo más, pero Iván fue inflexible en su decisión. No pensaba volver a caer en nuestras tretas. Aunque algo sí que se entretuvo en la zona de los zombis, ¡pero poco! Que ya quería irse, por si nadie lo había notado.

Total que no eran ni las cinco de la tarde y ya estábamos montados en el coche rumbo a casa. El padre y yo jurando en arameo y el chiquillo tan feliz. La conclusión es evidente: Hemosidoengañaos.

"La educación financiera se debería de dar desde el colegio, es fundamental y clave"

Manuel de la Morena, consultor financiero personal y gestor de equipo de Tus finanzas primero

Por un amigo me enteré de que el martes 5 de julio se va a impartir, de forma gratuita, un curso online de finanzas para familias: Hablemos de finanzas en familia. La verdad es que la gestión del dinero no es uno de mis fuertes, aunque sí le doy la importancia que merece. Evidentemente, me apuntó de inmediato. ya he estado en otros por el estilo y siempre saco enseñanzas interesantes.

Además, me encontré con que el experto que da la formación estaba encantado de responder a algunas de las preguntes que me decidí a enviarle, así que decidí darle espacio en el blog porque la educación financiera es una asignatura pendiente a todos los niveles y creo que es un tema importante que tratar en un blog con contenidos familiares como éste.

Manuel de la Morena es consultor financiero personal y gestor de equipo de Tus finanzas primero, el grupo que desarrolla el taller. Conozcamos un poco más sobre él y sus motivaciones. Es ingeniero superior de caminos, con 7 años de experiencia en el sector de construcción de puentes, pero dejó la ingeniería para dedicarse a las finanzas personales y ayudar a personas y familias a tener una optima planificación financiera de manera segura y rentable, trabajando según las capacidades de ahorro de cada caso.

¿Cómo surge el proyecto?

Este proyecto surge en enero de 2019, cuando, un poco cansado de ir de aquí para allá como ingeniero, de proyecto en proyecto, Manuel quiere tener mayor estabilidad geográfica en España y, entonces, surge este proyecto donde aplicar y asesorar de manera gratuita en temas fundamentales de educación y planificación financiera personal, de igual manera que Manuel está planificando y aplicando los mismos principios que a él mismo le han hecho crecer financieramente y sacando rentabilidad positiva a sus ahorros de manera segura.

Estamos inmersos en una gran crisis mundial, ¿cómo cree que ha afectado a las economías familiares en general?

Efectivamente, estamos ante lo que se dice en economía "la tormenta perfecta", una crisis a nivel mundial debido a los últimos coletazos del covid, inflación disparada, subida de tipos de interés, la guerra de Ucrania, etc...

De todos ellos, el más importante y grave para nuestros bolsillos, y el de todas las familias, es la inflación. Esta subida tan exagerada de los precios de los alimentos, gasolina, luz, gas, y todo en general, es lo que de verdad afecta a las familias y su capacidad de ahorro.

Es curioso, hoy me daban el dato, en estos periodos de crisis, que las familias han aumentado el ahorro medio en los hogares, pese a la crisis. Por otro lado, es normal, existe esa cierta incertidumbre o miedo al consumo o inversión por lo que pueda pasar. Sin embargo, hay familias que lo están pasando mal y sería interesante que tenga un buen estudio o presupuesto de gastos/ingresos.

¿Qué cambios importantes debemos adoptar las familias sobre cómo veníamos gestionando nuestras economías?

Pues tenemos que dar un cambio en nuestra manera de pensar a la hora del ahorro. Ya no vale con ahorrar y dejar el dinero en el banco a rentabilidad cero, esto se ha quedado obsoleto, y hace que nuestro dinero vaya perdiendo valor día a día, ya que la inflación y subida de precios hace que nuestro dinero pierda valor o capacidad adquisitiva, con lo cual, si tenemos el dinero parado en el banco a rentabilidad cero, estamos perdiendo poder adquisitivo.

¿Solución? Yo recomiendo encarecidamente que parte de nuestro ingreso mensual (mínimo entre el 10 y 20% del salario) lo podamos destinar a alguna herramienta financiera segura que nos dé una rentabilidad interesante aplicando el interés compuesto. De esta manera, podremos superar la inflación, e incluso, cumplir con nuestras metas financieras futuras.

Hay muchos productos donde de manera segura se puede conseguir rentabilidades anuales del 8 al 12%.

¿Cuáles son los puntos débiles más importantes que habéis detectado en las economías familiares en general?

Son básicamente 2 puntos débiles y claves los que hemos detectado:

1. Muchas familias no tienen control del presupuesto mensual, ni control de los gastos mensuales que tienen. El despilfarro de dinero que se va en pequeños gastos, conocidos como "gastos hormiga", es importante. "Gastos hormiga" como cuántos cafés te tomas al día, suscripciones mensuales que no se usan, lotería, etc... Controlar y reducir en lo posible estos gastos es importante y te ayuda a tener un mayor control y capacidad de ahorro.

2. La mayoría de las familias tienen todo su dinero en el banco con rentabilidad cero, esto les penaliza y hace que su poder adquisitivo vaya decreciendo. Como comentaba en la respuesta anterior, parte de nuestro ahorro debe de estar trabajando de manera segura con rentabilidad positiva para combatir la inflación y conseguir nuestras metas económicas. 

¿Nos puedes dar algunas claves sencillas para mejorar las economías domésticas?

1. Hacer un presupuesto mensual de ingresos/gastos.

2. Reducir gastos innecesarios.

3. Destinar parte del ahorro a sacar rentabilidad con alguna herramienta con interés compuesto.

¿Cree que la formación de los adultos sobre temas financieros es suficiente, aunque debería mejorar, o directamente es un desastre y necesitamos urgentemente formación complementaria?

Pienso que la educación financiera se debería de dar desde el colegio, es fundamental y clave. En España, por desgracia no hay educación financiera, no tenemos esa cultura de planificación financiera que tiene el resto de Europa y América, por costumbres o cultura, somos más de gastar lo que tenemos y ya veremos qué pasa con el futuro. Por otro lado, en el resto de Europa y América, si que son de ahorrar parte de su salario y sacar partido a ese ahorro para tener un colchón importante para esa fundamental estabilidad económica.

Tenemos mucho que aprender del resto de países en temas de finanzas personales, y ese precisamente es nuestro trabajo.

¿Qué opina de introducir contenidos de finanzas en la educación de los niños de primaria?

Vital y clave. Siempre lo digo, esto se tendría que dar desde los colegios y conseguiríamos esa concienciación tan importante de estar planificado económicamente para tu futuro. Hablando con muchos colegas del sector, llegamos a la conclusión "que parece que no interesa a nuestros gobiernos" dar esta educación financiera y convertirnos en personas más libres financieramente hablando.

¿Nos podría sugerir algunos juegos fáciles para introducir conceptos y conocimiento financieros a los niños?

Qué bonita pregunta. Yo con los niños empezaría jugando con la hucha o cerdito, que de cada dinero o paga que reciba el niño, un porcentaje vaya destinado a la hucha para un premio superior, cuando llegue a cierto valor ahorrado, conseguirá ese premio y lo disfrutará con mayor ilusión tras el trabajo de ahorro conseguido, es una satisfacción doble. Con esto le estamos enseñando la importancia de ahorrar para conseguir un premio mayor a futuro.

Con niños un poco más mayores, ya se le puede ir introduciendo en temas de presupuestos Ingresos vs gastos, y como parte del ahorro puede ir trabajando con interés compuesto para ese "premio superior".

Son simples técnicas que hacen que los niños vean la importancia y relevancia que tiene el ahorro y que de mayores tenga este sano habito.

¿Podría hablarnos sobre los cursos que imparten desde Tus finanzas primero? ¿A qué aspectos les dais más importancia y por qué?

Desde tus finanzas primero, tenemos 6 tipos de cursos destinados a distintos perfiles de nuestra sociedad. Desde los más básicos, como controlar gastos, cómo nos afecta la inflación o los prestamos, hasta algunos más técnicos, metiéndonos en faena de cómo actúa un producto con interés compuesto, diversificación y cost average. Y desde perfiles que quieren ahorrar para el futuro de sus hijos, como perfiles que quieren quitarse una hipoteca lo antes posible, o blindarse una buena jubilación o ahorro para comprar una casa. 

¿Tenéis previstos realizar cursos para niños?

Pues es algo que queremos implementar, un taller para niños seria genial y poder desarrollar estos juegos que les ayuden a tener estos valores importantes de ahorro. Y si asistieran los padres, mejor que mejor.

Vamos a darle una vuelta para incorporarlo.

¿Cuál ha sido su experiencia hasta ahora asesorando a familias?

Muy gratificante, yo soy padre también, y seamos sinceros, lo que más nos importa en nuestra vida a nivel económico, nuestra prioridad, es el futuro de nuestros hijos. Es tan gratificante saber que hay familias, que gracias a nuestro trabajo, están planificadas para asegurarle el futuro a sus hijos. Muchas veces no nos damos cuenta por nuestro ajetreo en el día a día, pero si nos paramos a pensar una hora o dos y planificamos bien con la capacidad que tenga cada familia, tener un dinero asegurado para la universidad de tus hijos o para que puedan desarrollar un negocio, o para ayudarle con la entrada de una vivienda o para cualquier otro objetivo, te llena de tranquilidad y satisfacción, has cumplido como madre o padre.

¿Nos puede contar algún caso representativo o que se repita con frecuencia que nos ayude a mejorar en este campo? 

En la respuesta anterior, os mencionaba los casos de éxito, esas familia que gracias a una buena planificación y con el ahorro trabajando de manera segura con interés compuesto, conseguían tener ese colchón para asegurar el futuro de sus hijos.

Por desgracia, no es lo más habitual en España, me suelo encontrar con familias que no destinan un ahorro al futuro de su familia, ni para los hijos, ni para su propio futuro como pueda ser tener una mejor jubilación, o quitarse una hipoteca de encima o cambiar de vivienda, en conclusión, mejorar su calidad de vida. Como máximo, muchas familias, tiene una cuenta de ahorro donde van metiendo su dinero o destinan un ahorrito al mes a otra cuenta de ahorro para el futuro de sus hijos y no tocarlo hasta futuro.

¿Cuál es el problema principal? Que esa cuenta de ahorro está trabajando a rentabilidad 0, con lo cual, nuestro dinero o ahorro sigue perdiendo valor adquisitivo por culpa de la inflación y subida de precios.

¿Solución que se le plantea a estas familias? Que en lugar de tener todo ese dinero o ahorro a rentabilidad 0, se puedan plantear qué parte de ese ahorro se pueda destinar a una herramienta de interés compuesto para sacar un rentabilidad interesante y segura.

En la trayectoria de Tus finanzas primero, ¿qué logros destacaría?

Unos cuantos, no de mucho mérito, porque son pequeños logros pero que alegran y garantizan la vida económica a muchas familias.

Tener la satisfacción de ver como las personas o familias ahorran y sacan rentabilidad a sus ahorros para cumplir sus metas como puedan ser comprarse una casa, amortizar una hipoteca en un periodo inferior al acordado con el banco, garantizar el futuro y estudios de los hijos e hijas, blindar una jubilación digna... Son pequeños detalles que con una buena educación y planificación financiera se pueden lograr sin riesgos y que sobre todo te llenan de satisfacción cuando te lo reconocen.

¿Podrías contarme algo sobre proyectos futuros?

Pues estamos creciendo muchísimo, en mi equipo ya somos 9 consultores financieros a disposición de poder llegar al máximo numero de personas y familias y poder ayudarles de manera gratuita con nuestro asesoramiento financiero.

Pero necesitamos más gente que quiera trabajar en mi equipo, ya que llevamos 2 años con récord de facturación de clientes y estoy formando personalmente a nuevos candidatos a entrar en este mundo y poder darles también una buena oportunidad profesional en la que desarrollarse.

La sociedad española se ha dado cuenta que tener una buena planificación financiera es vital y fundamental para tener un futuro económico estable y consolidado, y tenemos que estar a la altura para seguir creciendo y ofreciéndoles un servicio personalizado de calidad, seguridad, honestidad y seguimiento.

Cómic. Sueño e historia

Cómic. Sueño e historia, la exposición que estará en CaixaForum Madrid hasta el 28 de agosto, me ha parecido una auténtica maravilla. Un recorrido visual muy potente sobre lo que significa le cómic para la cultura, historia, sociedad y el arte. 

Muy atrás queda eso de que "los tebeos son para niños". De hecho, es un bulo que nunca existió porque desde los tiempos de las cuevas de Altamira es una arte para todas las edades (y no quiero decir que todos los cómics sena para todas las edades, que los hay muuuy para adultos). 

Es una plataforma y medio de expresión muy impactante que se mete por nuestra retina y nos hace llegar mensajes a nuestro cerebro con mucha intensidad (a veces para mal, otras para olvidar, muchas para alucinar y unas algunas veces de forma sublime que marcan y ya no se olvidan). 

A mí me ha pasado con muchos de los autores de los que se muestra su arte en esta exposición. Algunos marcaron mi infancia con tanta fuerza que los llevo grabados en el subconsciente y, a veces, me sale el rejo de sus personajes (me he destrozado la rabadilla, os voy a mandar al cuarto de los ratones, ¡vete a freír espárragos!, ¡le ha dado un guantazo brutal de ojo en todo el puño!... y así hasta el infinito), otros se me clavaron a fuego en la adolescencia y la juventud, y otros los he descubierto ya en la madurez para seguir sorprendiéndome con el poder ilimitado de las viñetas.

El cómic es arte, es literatura y es una opción de ocio maravillosa, y así se refleja en esta exposición que nos lleva de viaje entre viñetas e ilustraciones por este mundo fascinante llenos de personajes icónicos y muy grandes ilustradores que han hecho historia.

Esta exposición es para verla con tiempo y calma. Parándote en los rincones que más te llamen la atención para disfrutarlos al detalle. Exactamente lo que no pude hacer porque iba con las fieras, a las que también les gustó, pero que no tuvieron la paciencia de desarrollar el sano arte de la observación. Sobre todo el pequeño, porque el mayor decidió descolgarse para poder ir a los rincones que más le gustaron y estudiarlos tranquilamente.

Me fui a ver la exposición con Sonia, de Facesonthebox, y su hijo, el pequeño crítico, que también seguía la estela de mi pequeño: saltar de una lado a otro y terminar de ver la exposición en cinco minutos para luego venir a presionar a sus respectivas madres para continuar con el siguiente punto del plan.

Evidentemente, lo que más les gustó a los más pequeños fue la impresionante casa de 13 rue del Percebe, que risas me habré echado yo de pequeña con estos peculiares vecinos; y el banco en el que te puedes sentar con Astérix y Obélix, nada más y nada menos. A mí me flipó la tela impresa con todos los personajes que han salido hasta ahora en los cómics de la saga de los irreductibles galos. ¡Qué divertido era buscarlos!

Por cierto, mucho cuidado porque en la sala de Marvel no se puede hacer fotos por una cuestión de marca o derechos o algo así. La verdad es que no me enteré mucho del motivo, pero se me quedó grabado lo de las fotos porque entré móvil en alto y disparando inidscriminadamente y la vigilante tuvo que venir a explicármelo, a pesar de que ya hay un cartel que lo indica claramente y que yo, por supuesto, no vi. Menos mal que la solución era fácil: borré las fotos y nos acabamos riendo las dos. Estoy segura que no soy ni la primera ni la última que entra en la sala con la cámara del móvil por delante jajajaja

Eso sí, en el resto de las salas puedes hincharte a hacer fotos, doy fe. Sobre todo en el banco de Asterix, frente al que, amablemente, han colocado un pedazo de espejo para facilitarte el tema y te gestiones tú misma la inmortalización del momento.

En definitiva, que la exposición es una pasada y la recomiendo sin dudarlo. 

Podéis encontrar toda la información en la web de CaixaForum, pero ya os adelanto aquí que la entrada cuesta 6 euros, aunque es gratis para los menores de hasta 16 años y para los clientes de La Caixa. Tened en cuenta que los que no hayan cumplido los 15 años tiene que ir acompañados de un adulto. 

Y otra cosa que suma interés a la visita es el impresionante jardín vertical de la entraba. ¡Una pasada!

Escape Game Asterix

Quién sea fan de Asterix va a flipar con el juego que ha sacado Hachette Heroes: Escape game Asterix, una caja con más de cuatro horas de diversión y de agudizar vista e ingenio para salir victoriosos de misiones que nos sonarán de los cómics. Porque lo mejor que tiene este juego es la parte narrativa. Es imposible que no se te escape la sonrisa leyendo cada etapa y recordando las señas de identidad que hacen a los protagonistas de esta saga inmortales.

Pero vamos a empezar por el principio. Cuando tuve el tesoro entre mis manos, me llamó la atención el aviso de la tapa, que rezaba así: "Esto no es un un producto destinado para niños. No es un juguete". ¿Qué no es para niños? Para los míos, que conocen y disfrutan de las aventuras y desventuras de la aldea gala que le planta cara valientemente al César gracias a la poción mágica, sí. De eso estaba convencida. 

Mas bien, creo que se refiere a que tengamos en cuenta que es un juego de mesa y nada que tenga que ver con juguetes en plan figuritas y escenarios. El caso es que yo no dudé en invitar a mis chicos a jugar. Sólo se sumó el pequeño, porque el adolescente ya sabéis que está en la etapa: "Paso de mis padres". Y tengo que Decir que Iván se lo pasó genial. De hecho, nos pasó una cosa muy curiosa. Había números escondidos que él encontraba a la primera y sus papis, con las vista ya viejuna, nos costaba la vida visualizar, aún señalados por el peque.

Por cierto, que buscando por internet, encontré una página en francés que recomienda el juego a partir de ocho años, aunque en la página oficial no pone nada. De todas formas, doy fe que el peque de 10 años no tuve ninguna dificultad con la mecánica del juego ni con los retos que presenta. Alguno le costaba más que otro, como a sus padres, pero es que, a veces, es una cuestión de caer en el quid del puzzle (lo ves o no lo ves). De hecho, se nos dio bastante bien, excepto con una par de retos que, cuando vimos la pistas, no eran mucho más difíciles que los otros. Simplemente, no habíamos caído.

Lo primero que hicimos fue abrir la caja y descubrir que el juego se basa en unos cuadernos de aventuras y unas cartas. De estas últimas hay de dos clases: de puzzles que hay que resolver y para combinar sumando sus valores. En cada una te pueden venir unos símbolos que significan diferentes cosas: Que hay que buscar números escondidos, o que hay que ir al número que muestra la carta, dentro del cuaderno de aventura, leer el texto de ambientación y hacer lo que ahí te piden.

La caja incluye tres aventuras con su cuadernito y su mazo correspondiente, cada uno con un nivel de dificultad diferente.

Empezamos leyendo la introducción a la aventura en el cuadernillo y sacando la carta número 1 del mazo que correspondiente. Y luego a correr para resolver todo en una hora. Por cierto, que nosotros no lo logramos en ninguna de las tres partidas. Siempre nos pasamos de tiempo, pero, por otro lado, salimos victoriosos de las tres misiones. Tardamos una media de tiempo de hora y media en cada una. 

Si se sacan cinco cartas de fracaso, se pierde la misión y toca llorar. Bueno, a lo mejor he exagerado y solamente hay que volver a intentarlo ;)

De todas formas, siempre podemos recurrir a las pistas y soluciones que te vienen al final de los libritos para que no te atasques demasiado y se acabe arruinando la experiencia de juego. 

La mecánica del juego es muy sencilla y las reglas se leen en muy poco tiempo, con lo que es sacar y jugar. La única pega es que un par de números se ven muy mal y hay unos pocos puzzles en los que no han traducido el número y sale escrito en francés, que si no tienes ni idea como yo, al cosa es bastante más difícil de sacar. En cambio Raúl, que lo estudió en el colegio, no tuvo mucho problema en hallar las soluciones. En la misma carta te avisan que está en francés. Menos mal, porque en mi caso me hubiera pegado horas hasta descubrirlo por mí misma.

En definitiva, es un juego muy nostálgico para los padres, simpático para niños, entretenido para público de casi todas las edades (a partir de 8 años) y una joya para los amantes de Asterix. Pero si eres de esos que devoras juegos tipo Escape como si fueran pipas, éste no es para ti. Te va a resultar demasiado fácil y lineal. Aunque por el precio que tiene (19,95 euros) ¡quién se resiste a acompañar a los galos en sus aventuras!

El niño de fuego

He disfrutado muchísimo con El niño de fuego, escrito por Leticia Costas e ilustrado por Iván R. Me parece una lectura muy tierna, ideal para las vacaciones de verano que están al caer. El protagonista y los personajes que le acompañan te roban el corazón desde el primero momento. Hasta algunos antagonistas, que no les queda otra que ser como son para sobrevivir. A otros te dan ganas de repartirles collejas como panes, ejem.

Pero, ¡que me adelanto!, lo mejor es empezar por el principio: la sinopsis. Morgan es un niño peculiar, con un vida más peculiar aún. Resulta que alguien lo dejó en la puerta a la señora Culpepper, que, dicho sea de paso, también es muy peculiar, ¡pero qué personaje de esta historia no lo es! Incluso los padres de acogida que cuidan de Morgan mes a mes tienen sus cositas. 

Aunque la que se lleva la palma es la grandísima Anna. Es tan fantástica que casi se puede decir que a veces eclipsa al protagonista. 

Y ya es mucho decir tratándose de un niño de fuego, ni más ni menos, o eso dice la nota que dejaron junto a él junto con unas cerillas. Eso decía y más cosas, como que tiene que ir a la casa de las tres hermanas. Claro que, todo eso, suena a acertijo de los difíciles y pasarán muchos años hasta que cobre algo de sentido para los implicados.

Claro que no se puede decir que la traviesa Luminaria, la llamita que chisporrotea sobre el hombro derecho de Morgan y que sólo puede ver y oír él. Ya hemos insistido varias veces, en que este niño es muuuuy peculiar. Lumi, para acortar, es su mejor amiga y la que más le anima para convertirse en lo que es. Aunque ni él mismo está seguro de quién es ni a donde le llevan los a veces desastrosos consejos de la llamita.

Todo esto pasará a segundo término cuando empiecen a sucederse extraños fenómenos meteorológicos que afecten a la pobre Lumi, dejándola hecha unos zorros y empujando a nuestros protagonistas y a sus amigos fuera de sus zonas de confort en un viaje bastante... peculiar. Sí, sí. ya sé que estoy abusando de esta palabra, pero es que le casa muy bien a este libro, desde la portada, a cada palabra escrita, al resto de las ilustraciones y pasando por la ambientación, personajes y guión. ¡Todo es peculiar y curioso! Con grandes saltos de la "realidad" más extraña a la imaginación más increíble.

Y todo da como resultado un cuento precioso, de esos que disfrutas cada línea.

Esta lectura está recomendada a partir de ocho años y tiene un formato muy atractivo para los peques. Además, es pequeño y cabe perfectamente en la maleta o en la bolsa de la playa o la piscina.

Por cierto, aquí os dejo otro título muy interesante de la misma autora que leí hace ya unos años: La balada de los unicornios. En este caso, la lectura se recomienda a partir de 14 años.