Páginas

lunes, 2 de diciembre de 2024

Las saturnales romanas en Arqueopinto

Arqueopinto se ha renovado y cuenta con una nueva actividad ambientada en la Roma de Trajano, porque cuando se habla de Roma hay que especificar el periodo.

Gracias a Antiqva Clio, una asociación de recreación histórica especializad en este periodo que monta escenas cotidianas de la época en la que los visitantes pueden sumergirse como si fueran viajeros en el tiempo.

Estos romanos están muy acostumbrados a recibir a personas del futuro y no sólo no se extrañan de tenernos pululando por su casa, sino que, además, están encantados de mostrarte su arte, cultura y costumbres, primero con una divertida representación muy participativa y finalmente invitándonos a mezclarnos con ellos y preguntarles lo que fuera de nuestro interés. Que son muchas cosas y puedo asegurar que ese ratito de esparcimiento con los integrantes de la asociación saben a muy poco.

Nosotros fuimos a la casa romana de Arqueopinto para disfrutar de las fiestas Saturnales en honor a Saturno, las más importantes de Roma. En ellas se hacía un banquete público, sacrificios en el templo de Saturno y en el Foro Romano, se decoraban las casas, se intercambiaban regalos, se encendían velas para celebrar la luz y se relajaban las normas sociales. Por ejemplo, los esclavos se trataban de igual a igual; o se podía jugar a juegos de apuestas, que estaban prohibidos; y se era más laxo con los traviesos infantes que llenaban de pintadas sobre sus gladiadores favoritos las fachadas.

Nosotros nos sentamos a observar la celebración de una familia en su propia casa, mientras nos comentaban y explicaban de una forma muy amena lo que iba a pasando ante nuestros ojos y quién era quién. Había que tener cuidado con un esclavo muy travieso y dos niños que les seguían el juego y la liaban de vez en cuando.

Cuando ya consideraban que nos habían explicado lo más importante nos invitaron a la fiesta al grito de "¡Io, Saturnalia!" y a nueces, queso y roscón, entre otras viandas que tenían sobre la mesa del banquete.

Ahí aprovechamos para charlar sobre su vida y costumbres. Empecé por preguntar por los juegos a los que solían jugar: El molino, los dados, una especie de petanca..., luego Raúl se interesó por la vida de los esclavos del Dómino y yo por el método de casamiento de las hijas del señor de la casa y ya íbamos a pasar a temas militares con un centurión y su pupilo cuando nos llamaron para hacer el taller de cerámica terra sigillata, que es la más famosa del Imperio Romano ¡Quería preguntar un millón de cosas! Pero tampoco quería perderme el taller, así que dejamos la charla histórica para que una de las romanas que nos había acompañado en la fiesta nos guiara hasta el lugar de taller y nos explicara un montón de cosas curiosas sobre Roma, su imperio y, en concreto de la cerámica que íbamos a pintar, aplicar cera y raspar con un estropajo para darle apariencia antigua.

Lo pasamos genial convirtiéndonos en artesanos romanos.

Y ahí se acabó todo y tuvimos que volver al año 2024, pero el 11 de enero a las 11 nos han chivado que vuelven con una yincana mitológica que pinta que va a ser muy divertida.