Iván se va adaptando poco a poco a la guardería. Sigue berreando cada vez que me ve desaparecer por la puerta, pero ahora se calma a los cinco minutos. O eso dicen las cuidadoras. Me aseguran que ha adoptado a Marta como segunda mamá y llora cuando no la ve. El resto del tiempo está tranquilo y jugando. ¡Menos mal!
claro que si!! si el pequeñin es un campeón!! que me alegro de saber de vosotros!! ya me he puesto un poco las pilas con los blogs, que estaba perdido.
ResponderEliminarmuchos besos!!
Hola Jesús, que alegría volver a verte por aquí. La verdad es que a veces la vida te desborda un poco y no sacas ni dos minutos para leer ni escribir en la blogoesfera. Muchos besos
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