Empecé a olerme que hoy sería la fiesta de canavales en la guardería de Daniel cuando las compañeras de la oficina empezaron a hablar del tema con respecto a sus hijos o sobrinos. Sus cuidadoras me habían pedido una camiseta roja que le viniera grande para hacerle un disfraz sorpresa. Cuando llegué a la guardería y vi en la entrada un enorme cartel de los Increíbles adiviné de inmediato de qué me lo había disfrazado, a pesar de mi nivel de empanamiento.
Pero aún así puse la misma cara de "¡Ooooooooooh! ¡Qué mono!" que el resto de los padres cuando lo sacaron para que lo viera. la verdad que estaba muy gracioso con la camiseta roja de Los Increíbles. Por detrás habían plasmado sus piececitos y habían escrito su nombre. La verdad es que Daniel está guapo con cualquier cosa que le pongas, pero es que con este disfraz estaba más lindo que nunca. ¡Ay! mis babas. Si sigo así me ahogaré.
Que bueno!!
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