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sábado, 13 de febrero de 2010

Los últimos coletazos de la lactancia materna

Cómo ya he empezado a trabajar no puedo alimentar a mi hijo en todas sus tomas, así que el pobre se tiene que olvidar de tomar pecho en la mayoría de las ocasiones. Entre semana sólo le doy por la noche. Del resto se encargan Raúl y sus cuidadoras.

Al principio fue bastante incómodo, porque sentía mucha presión y un poco de dolor a causa de la subida de la leche, pero poco a poco la cantidad ha ido bajando y adecuándose a las necesidades actuales. La naturaleza es muy sabia y se amolda a todo tipo de situaciones.

Ahora mismo, Daniel sólo toma pecho de forma simbólica. Para calmar realmente su hambre acudimos a un enorme biberón. Da un poco de pena porque sí que es cierto que cuando el niño todavía mama parece que se establece un vínculo especial. O por lo menos que pasas un rato tranquilo y muy cercano con tu hijo. Pero Daniel se está haciendo mayor a mucha velocidad y ya hemos pasado la siguiente etapa de su vida como bebé grande que es.

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