No sé a qué se debe porque yo pongo un tono autoritario en mi voz y puedo asegurar que no se me escapa ni una sonrisita, pero aún así no me toma en serio. Cuando le riño me sonríe y sólo llora si lo cojo y lo alejo de el objeto de su deseo. En cambio Raúl le suelta "¡Eh!" y el bebé se queda quietito y lo mira serio. Así, sin más. Sin esforzarse en absoluto y ya tiene a Daniel dominado. Y yo que me mato por conseguir hacerme la dura y pasa totalmente de mí. Es un poco frustrante. Tendré que perfeccionar mi técnica.
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