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viernes, 6 de enero de 2012

¡Ya llegaron los Reyes Magos!

Mi miedo era que Daniel se nos despertara en mitad de la noche y nos lo encontráramos en la sala de los juguetes con todos los regalos ya abiertos, así que me mantuve alerta durante toda la noche. Le pillé dos veces en el pasillo, pero no llegó la sangre al río. Lo malo es que pasé una noche fatal.



A eso de las siete y media, estaba yo dando el biberón a Iván cuando oí sus pequeños pasitos por el pasillo. Desperté a Raúl que estaba en su sueño más profundo para que lo interceptara, pero fue demasiado tarde. Le oí decir desde la habitación de juegos: "No hay nada, papá no hay nadaaaaaaa". Me asusté muchísimo, ¿se habrían olvidado los Reyes de pasar por aquí? No. Daniel se refería a los polvorones y la leche. Se había quedado alucinado porque los Reyes y los camellos había arrasado con las viandas que les habíamos dejado.

Dejé al pobre Iván a la mitad de su biberón y le metí en la cuna para correr a reunirme con el resto de la familia. Daniel ya tenía el primer paquete entre las manos. Era un mono de piloto de fórmula 1 de Cars. Lo dejó a un lado y fue a por el siguiente. Una caja registradora. Eso le gustó más. Se pasó su buena media hora jugando con ella. La maquinita hacía un ruido horroroso y acabó despertando a Iván así que fui a por él para que viera sus Reyes. Daniel también abrió los regalos de su hermano porque él era muy pequeño para hacerlo por si mismo, pero tenía muy claro que eran de Iván, aunque se los prestaba.

Cada nuevo paquete era un descubrimiento maravilloso y había que dedicarse un buen rato a descubrir todas sus posibilidades. Abrimos unos puzles de números preciosos, una batidora, un móvil y una sandwichera de mentira, sonajeros variados, animalitos para el baño, un mono de peluche, plastilina (que, a pesar de los ruegos del pequeño, no le dejamos abrir todavía) y la gran sorpresa: ¡El maletín de médico que vio en casa de sus primos el día anterior y que le pedimos a los Reyes en la cabalgata! Sí que nos había oído. ¡Qué alegría! y qué acierto. A Daniel le encantó.


A Papi le trajeron comics y a mami playeras y un libro de Madrid para niños chulísimo. Todos estábamos encantados con nuestros regalos.

Mientras Daniel jugaba sus progenitores decidieron desayunar. Nos zampamos unos buenos trozos del roscón que había hecho Raúl el día anterior. No sabía exactamente a roscón, pero estaba buenísimo, sobre todo las nueces que lo adornaban, se habían quedado caramelizadas. Ummmmm.

Cómo no podía ser de otra manera le salió la figura a él: un hulk bastante grande al que casi le rebana la cabeza al cortar el trozo. Mi marido dice que va a hacer otro intento hoy y que va a reutilizar al hulk, yo le dijo que mejor metiera una bolita de chocolate, que era más original. No sé lo que habrá hecho al final.

Después de pasar un buen rato disfrutando de los juguetes nuevos, Raúl decidió que era un buen momento para recortarle los rizos a nuestro retoño, que ya comenzaba a tener melena. Él le cortaba el pelo mientras yo sujetaba el espejo del libro para bebés que mi hermano Fernando le había regalado a Iván para que Daniel viera cómo iba quedando el pelo. ¡Estaba guapísimo! Su padre le puso el mono de piloto y se fueron a comer a casa de la abuelita Chari. Seguro que allí encuentra algún regalito más. Yo me quedé con Iván en casa. Bebé resguardadito que mas vale prevenir que curar.






11 comentarios:

  1. Que bonitas las fotos!! Que gran día de Reyes!!! Un beso!!

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  2. Uu día estupendo. Lo estamos disfrutando mucho. Seguro que el tuyo con la pequeña koala tambien es maravilloso.

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  3. como se han portado los Reyes!! estupendamente!! yo he hecho igual que Daniel, me he levantado un par de veces pero no habían llegado todavia... jeje

    el comic de Batman es muy bueno!! dile a Raúl que "El largo halloween" es una de las mejores historias que tiene, la va a disfrutar.

    besos

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  4. Pues que bien que se portaron los Reyes!
    Me parto de la risa con el Hulk en la rosca! HAHAHA! que diantres!
    HErmosos tus chamacos y tú toda ternura en pijamas! Besos!

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  5. La verdad que el día de Reyes es para vivirlo con niños. En mi casa no cenamos los mayores por acostarnos antes, además estábamos todos agotados de la cabalgata y las funciones a las que habíamos ido, así que dejamos dos roscones pequeñitos para los reyes sin empezar.... y por la mañana casi se los habían comido!
    Me encanta el día de reyes.
    Besos

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  6. Bueno, bueno, bueno... pues anda que no se han portado bien ni nada los Reyes por allí, jajaja!. Yo creo que a los camellos les da miedo el agua y por esto lares no llegan, a ver si aprenden a volar y para otro año vienen, jajaja!.
    Me muero con la cara de sorpresa y los gritos al ver que no había ni polvorones ni leche... es que a esta edad no nos paramos a pensar como entra un camello por la puerta de casa, verdad?... es una noche mágica, una mañana especial y no hay nada como ver la cara de sorpresa, de ilusión y de ingenuidad de un niño la mañana de Reyes... Besos guapa!!.
    Por cierto, muy mono sin sus ricitos!!.

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  7. Con qué ilusión se viven estos días con los pequeñines. Nuestro peque, aunque aún es chiquitín lo ha disfrutado mucho. Gracias por compartir esos felices momentos.
    Llegué a tu blog a través de Bebés y Más y me ha gustado mucho. Un saludo!
    Yaneth

    http://yanethpoints.blogspot.com/

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  8. Hola!! así que el peque no quería quedarse en su cama eh? ejje el mio cayó como un tronco y ni se inmutó, aunque al día siguiente me dijo que había visto a Melchor...
    Nuestro reyes se han portado muy bien, he visto una de tus fotos con la cocinita del niño, jo, yo quería una para el mio pero todo el mundo me miraba raro cuando lo sugería!!

    Un beso para esos dos soles

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  9. jajjaja,que gracioso estaba nervioso,y sí que se despertó temprano,que ilusión más bonita,
    besos

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  10. Jesús, espero que la tercera vez que te levantaras te encontrarás con un montón de regalos jeje. El comic de Batman ya nos lo habíamos leído los dos, pero se lo ha pedido a los reyes porque le pareció muy bueno. ¡Qué vicio!

    OR2, se portaron genial. Los reyes hay que abrirlos en pijama ¡No hay tiempo de vestirse ni nada! jeje

    Mientrasleo, yo cené con mi hijo y me fui a la cama con él. Uf, yo también estaba agotada. Te entiendo. ¡Qué suerte los reyes! Estarían buenísimos los roscones.

    Raquel, cualquier día te sorprenden y se pasan por ahí. Ten en cuenta que los camellos son mágicos también. Seguro que se encogen hasta caber por la puerta. Es cierto lo que dices nada es comparable a la carita de nuestros hijos la mañana de Navidad y Reyes.

    Yaneth,me alegro de que te pases por aquí, yo también me he dado una vuelta por tu blog. Gracias por facilitarme la dirección. Escribes muy bien. Paciencia con el peque, cuanto más grandes se hacen más te ponen a prueba.

    Miri, a los demás ni caso. Mi chico fue el primero en tener una sillita de paseo de juguete y fue la envidia de los niños del parque. A la hora de la diversión lo que cuenta es lo que le pueda gustar a tu chiquitín. De todas formas en las guardería juegan con todo. Que suerte que el chiquitín se quedara frito sin problemas.

    Laura, estaba muy nervioso el pobre. Hoy me decía "más regalos mamá, maaaas regalos"

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  11. jajaja que pillo es este Daniel.Qu chulas todas las fotos :-)

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