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miércoles, 1 de agosto de 2012

A la biblioteca en familia

Como papi empezó la jornada continua el uno de agosto podemos hacer cosas especiales por las tardes. Sin él no me atrevo a hacer mucho con mis dos fierecillas. Por ejemplo, soy incapaz de irme fuera del barrio sola con los dos. Me parece toda una odisea.

El miércoles aprovechamos para ir todos a la biblioteca. A Daniel le encanta elegir libros para que luego se los leamos. Yo intenté leerle alguno de trapo al benjamín, pero me temo que él sólo pensaba en llevárselos a la boca. Al final lo dejé gatear un poco por un lugar que tenían forrado con moqueta y me dediqué a pasearle entre las estanterías.

Papá le leyó un montón de libros preciosos a Daniel. La mayoría versaban sobre bomberos, obras, camiones... Al final eligió dos preciosos para llevarse a casa: "Best word book ever" (estaba en inglés, pero tocaba todos los temas: los oficios, la ropa, los bomberos, el campo, la ciudad, los medios de transorte, el colegio, la obra... y un millón de cosas más en unas noventa páginas con dibujos a todo color) y "La Pricesosa" (un cuento en verso muy bonito). Yo le cogí unos libros de "Un cuento para cada letra" porque le estoy enseñando un poco el abecedario.

Cuando nos íbamos a ir uno de los bibliotecarios le reprochó a Raúl que hubiera cogido tantos libros. Le dijo que la biblioteca era para consultar unos pocos libros. Alucinamos con el tema. Vaya manera de fomentar la lectura que tiene este señor. Cómo pretende que un niño de menos de tres años se conforme con dos o tres libros para pasar la tarde. ¡Con lo rápido que se leen los libros infantiles! Decidimos ignorarle y seguir haciendo lo mismo que habíamos hecho cada vez que vayamos a la biblioteca. De otro modo, no nos saldría a cuenta ir teniendo la librería que tenemos en casa.

3 comentarios:

  1. Un artista ese bibliotecario ;)

    Por aquí salir por la tarde es "misión imposible".

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  2. La verdad que alucino con el bibliotecario... No es lo mismo cuando tienes 20 años que cuando tienes cinco, vamos, digo yo... Besotes.

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  3. Vaya con el bibliotecario!!! sin palabras estoy!!! Como tu dices, vaya forma de fomentar la lectura. Que bien que a Daniel le guste tanto los cuentos, es estupendo!.

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